Johnny era un niño que todas las noches antes de ir a visitar la tumba de su madre bebía una botella de whiski que le robaba a su alcoholico padre.
Despues iba todas las noches a visitar la tumba de su madre, desolado por su muerte el anhelaba bailar una vez mas con ese rostro tan bello que ella tenía.
Noche tras noche el iba, una de esas noches el conserge del cementerio vio a Johnny, lejos de de portarse mal con el lo trato con dulcuras le pregunto que era lo que el quería, Johnny contesto que cada noche el venía a visitar la tumba de su madre.
El conserge saco de la tumba el podrido cuerpo de la madre del niño, el no se asustó al ver el cuerpo, lentamente puso sus mano alrededor de su cuerpo y comensó a bailar, una música suave se oía a lo lejos.
De pronto el niño vío como la belleza del rostro de su madre iba renaciendo y la carne del niño se le escurría del rostro, sin previo aviso sintio que el aire de sus pulmones se iba.
El niño regresó a la tumba de su madre dandole paso a su madre de vivir mas tiempo dandole su propio cuerpo.
Ella se alejaba con el cuerpo de su hijo para reunirse de nuevo con su esposo.