-Chatita, voy a donde Luis, no me esperes -dijo el hombre mientras metía su billetera en la bolsa del pantalón-.
Al salir de su casa sintió un escalofrío que le llegó hasta los huesos, pero se imaginó que fue por la corriente fría de aire que le dio de frente. Caminaba por la acera sin pensar en nada cuando sintió que alguien lo seguía. Miró por encima de su hombro derecho y no vio nada. Empezó a tener miedo, un miedo inexplicable y tal vez absurdo. <<¡Qué diablos!>> dijo. A unas cuadras para llegar a casa de Luis vio pasar a un gato negro perseguido por tres perros. Se detuvo en seco. Nunca había visto un gato completamente negro, pero esto no significaba nada, lo que no podía comprender era que él había soñado cuando era joven la escena del gato huyendo de los perros y ahora la había visto tal como la había soñado. Empezó a temblar como un azogado. <<¿Y si mejor ya no voy?>> se preguntaba.
Al final decidió regresar a su casa.
-Ya llegué Chatita -dijo el hombre- ya no me quedé, quería estar contigo.
-¿Es cierto eso? -dijo Chatita- con que querías darme una sorpresa, pues bien, dime si me quieres mucho...
-Te quiero Chatita -dijo el hombre- bien lo sabes, por eso estoy aquí, por eso ya no me quedé con Luis, para estar contigo, para hacer cositas juntos.
-!Qué lástima porque hoy no se puede! -dijo Chatita- pero ¿acaso no tienes hambre? si quieres te preparo algo.
-Claro Chatita -dijo el hombre- no me caería mal, porque ya sabes que con Luis no se come bien.
DAVID: TU CUENTO TIENE BUEN INICIO, SE ANTOJA UNA TRAMA INTERESANTE POR EL TEMA DE LO ESOTÉRICO, SIN EMBARGO FALTÓ DARLE FUERZA AL DESENLACE. NO SOY UN EXPERTO, SOLO LECTOR Y AFICIONADO A ESCRIBIR ALGUNOS CUENTOS. SIGUE ADELANTE. UN ABRAZO CON AFECTO MANUEL VARGAS MEXICO