(LA TERCERA ENTREGA HA TARDADO UN POCO. QUERIDO LECTOR DISCULPA POR LA ESPERA).
....
-Si eso es lo que quiero.
-Mateo mirma ahí es donde vive el rmey.
Ellos entraron, pasaron por un pasillo muy ancho hasta llegar a una sala enorme y redonda, donde se inscribian en la lista de espera para hablar con el rey. Habían seres de otros planetas: Venus, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón, y hasta de otras constelaciones.
Mateo y Draminus fueron a apuntarse a la lista de espera. Cuando por fin les tocó, pasaron donde estaba el rey:
- Majestad tengo que decirle una cosa muy importante -dijo Mateo triste.
- Habla muchacho, te escucho.
- Los humanos tal vez vengan a molestaros -continuó Mateo.
- ¿¡Cómo que tal vez!? ¡dime,! ¿¡que has hecho!?
- Pues mis amigos me quitaron la foto de mi amigo y fueron enseñándola por todos los sitios.
- ¿¡Tu que hiciste parma que te quitarman la foto!?
- Pues ellos me insultaron y yo ...
- ¡¡¡Tonto!!!
- Lo siento, yo quería que os fuerais a otro planeta.
- ¡Nosotrmos no nos movermemos de aquí!
- ¡Pero os molestaran, y no podreis vivir en paz.
- Pues los infectamos con el virmus.
- ¿Qué, que es eso del virus?- pregunto extrañado.
- Cuando los infectamos con el virmus piermden sus fuermzas poco a poco, luego se ponen enfermmos hasta que llega su fin.
- ¡No puede hacer eso, son seres vivos!
- ¡Ya, permo no son como yo!
- Pero, eso que más da.
- ¡He dicho que no y es que no!
- Pero...
El rey dió una palmada y los guardias se los llevaron, quisieron insistir pero no pudieron. El rey no estaba muy seguro de lo que había hecho.
Mateo se puso a llorar y se fue a la nave, Draminus intento decirle algo pero Mateo no le hizo caso y siguió andando.
Llegaron a la Tierra, la mamá de Mateo al verlo llorar, no estaba muy segura de lo que había pasado. Y le pregunto:
- Mateo, dime ¿cómo te ha ido?
- Mal, mama
- ¿Qué ha pasado?
- El rey no se quiere ir de ahí y si vienen a molestarle los infectará con el virus.
- ¿Qué virus?
- El que utilizan para defenderse, todas las criaturas de Marte lo tienen.
- ¿Entonces que podemos hacer?
- Nada mamá, el robot tarde o temprano los detectará.
- ¿Pero Mateo, no podemos hacer nada?
- Mamá, déjame en paz.
Al llegar a casa se acostó en el sofá y se puso a llorar. Mateo no cenó, a la hora de dormir durmió poco y en el colegio no estaba atento. Al tercer día el robot detectó a las extraterrestres y... rin, rin, rin.
-¿Quién es? -preguntó Aitor el padre de Mateo.
- Soy Joni.
- Hola Joni, ¿por qué me llamas?
- Porque el robot a detectado uno seres muy extraños, unos astronautas irán dentro de dos días, es decir el martes, lo siento Aitor tu no irás, irán: Teresa, Alberto, Alejandro y Raquel.
- Vale, de acuerdo, ya les preguntaré como ha ido, adiós.
- ¡Eh, no tan deprisa! yo quiero que tu controles desde la tierra la nave por si acaso se desviara o pasaría algo.
- De acuerdo, adiós.
-Adios.
- ¡Mateo malas noticias!
- ¿Qué pasa papá?
- El robot ya ha detectado a los extraterrestres.
- Oh, no! Los infectaran con el virus y que sabe lo que podría pasar después.
- Ya
Mateo pensaba y pensaba, cuando llegó el martes, a Mateo no le quedaba más remedio que ayudar a su padre. La nave despegó, el tiempo se hizo muy largo para Mateo hasta que la nave llegase a Marte. Los astronautas de la nave empezaron a andar hasta llegar a ese enorme castillo, los guardias que había a la entrada del castillo avisaron al rey y salieron del castillo el rey y más soldados de su guardia. Alberto preguntó:
- ¿Quién sois vosotros?- preguntó con sorpresa.
- Los que os contaminarmán -dijo el rey inseguro.
- Eso no me suena bien -dijo Alejandro.
- Y menos esto -dijo el rey.
El rey dió una palmada y los dedos de los extraterrestres empezaron a brillar, los astronautas echaron a correr, los extraterrestres al alcanzarlos quedaron infectaron por el virus; los astronautas se quedaron sin fuerzas. Les costó mucho llegar a la nave. Al despegar la nave se desvió del rumbo. Como Joni, Aitor y su hijo Mateo estaban controlando los movimientos de la nave, pudieron llegar. Solo aterrizar, los astronautas que no habían ido a Marte, acudieron a auxiliarlos. Fueron atendidos por un montón de médicos, especialistas de todos los tipos pero no hicieron ningún efecto todo eso durante cuatro días. Aitor habló con los médicos:
-¿Cómo están? -pregunto triste.
-Mal, cada día van empeorando- dijo el medico.
... ... ...
EL DESCUBRIMIENTO DE UNA NUEVA VIDA SE ESTA HACIENDO LARGO LO PODREMOS VER DENTRO DE UNOS POCOS DÍAS.