Mientras estaba sentado en el cesped, vi a una mariposa revolotear por el aire, al instante me enamore de ella, de su vuelo y de sus colores, al instante le pregunte su nombre y me lo dijo.
Ahora reviento por dentro, por querer decir a los cuatro puntos cardinales su nombre, el nombre de mi mariposa, pero tengo temor, temo que el dios de mis abuelos se ensañe conmigo y me arrebate a mi mariposa, sientos celos del viento y no quiero que el acaricie su nombre al salir de mis labios, tengo ganas de que me broten alas y volar tras ella hasta su nido, donde pueda besarla en su frente y pueda yo hacerla feliz.
Oh mariposa de oscuras alas, vuestro nombre revienta en mi como un volcan, que diera yo por que vuestra mirada tierna se descubriera entre la ilusion de vuestras palabras, que diera yo por que usted, señora de la primavera eterna aceptase presentarse ante mi como los sueños de mi niñez ya ida, usted poseedora de oniricos labios de bellos tonos en rojo carmesi que brillan como el fuego del sol.
Luna de media mañana, sol de medianoche, lluvia que se posesiona de mis parpados bajo el traje de llanto nostalgico, solo a ustedes puedo confiarles el nombre de mi amada, no traicionen mi confianza y guarden pues, este nombre de bello sonido, no le digan a Dios que amo a una mariposa que se llama Sueño, bajo cuyas alas duermo y en cuyos ojos vivo...