Aún no puedo entender , por qué me dejaste en aquel túnel sin salida , en aquella parada de metro que no me llevaba a ningún lugar.
En enero hace frío por los túneles del metro , los que te llevan al andén; hay un aire glacial que revolotea , yo quería ponerme una bufanda , de pronto comprendí ! no tenía bolsillos, ! ni manos, ni siquiera volumen , era una hoja plana, una fotografía en blanco, una mujer con un camisón blanco, empujada por las personas que iban a coger el metro, una chica con una mochila roja me empujó hacia el anuncio de la pared, en el que tres jamaicanas anunciaban un café sin sabor y si aroma; aquel hombre de la gabardina y la caretera de piel , pasó a tal velocidad que volé casi hasta el andén , ! no por favor ! puede venir el tren y llevarme como a una calcomanía entre sus ojos de noche ; menos mal que el joven que toca el violín me ha dejado posarme a su lado , cerca de la gorra donde guarda sus pocas monedas; ahora empieza una nueva melodía , me gusta , llora el instrumento , dulce muy dulce, me dejo llevar suavemente por las notas como olitas blancas , me van acercando lentamente hacia el final del túnel , a la salida , al sol que ya asoma por la ventana de mi habitación