(Para Pame, Chellín y Lian)
No es ningún secreto que las artes culinarias han sido desde muy pequeña una de sus inclinaciones preferidas, devoción que la encaminó a estudiar Gastronomía en la American University Paris allá en el 102 Rue Saint-Dominique en París obteniendo nivel ”Summa Cum Laude” en una cosmopolita generación de poco más de un centenar de graduados, por lo que en esta ocasión Lian hubo de haber convocado a Pame y a Chellín a montar su cocina que era desde luego el complemento básico para ofrecer una autentica competencia en la misma capital del buen comer, donde los más afamados integrantes del mundo Gourmet se daban cita a fin de ensalzar o, de plano, destruir las aspiraciones del restaurante que pretendía entrar en la moda como un icono del buen comer.
La intención de Lian era establecerse primeramente en el mismo París para posteriormente extenderse en ambicioso plan de una cadena a nivel casi mundial y decía que casi mundial porque ciertamente había algunos países en los cuales no pensaba poner jamás su píe, entre los que se encontraban algunos de los cuales Pócolo se había encargado de desacreditar al grado de matar por completo cualquier ilusión que hubiese tenido al respecto.
Sin embargo su primer sucursal estaría asentada en la margen derecha del Mississippi en su natal Saint Paul, o como diría Pame “San Pablo” y de acuerdo a sus planes la culminación y parteaguas de su proyecto sería la inauguración de su tercer restaurante en el mismo Dubai.
Chellín sintió el llamado de Lian tan angustiado que suspendió por completo su investigación sobre "Química superficial de carbonatos en soluciones acuosas. Valoración de las constantes de la formación de las especies superficiales con estudios experimentales y el modelado numérico estocástico. Desde el principio de modelo de la orbita molecular”.
Pame experimentó el mismo sentimiento y dejó botado literalmente todo lo relativo a “Haute Couture”, término para el que habría de remontarse a los tiempos de María Antonieta y que desfogara en una autentica “Arquitectura en Movimiento”, “La esencia del Lujo”, ”Elegancia innata e intemporal y de la moda al más puro estilo: lujo, frivolidad y sofisticación”. En un proyecto de sutil transición en el ambiente de la tauromaquia en su expresión generada durante los paseíllos a las pasarelas engendrando una colección basada en los trajes de luces a la usanza goyesca como base en antiquísimas ilustraciones y modernas representaciones de las corridas en la Real Maestranza de Ronda en Málaga y rara lo que tenía en mente como base la utilización de raso en colores mezclados como el “Greige”, mezcla de gris y beige y aplicaciones en bordados con delicados hilos de plata, lentejuelas y diminutos cristales con influencia de Pablo Picasso.
Aunque bien coordinado el viaje demoraría de acuerdo a los itinerarios modificados sobretodo en lo relativo a las líneas aéreas ya que el tiempo predominante en esa época del año generaba el cierre de varios aeropuertos con los consabidos retrasos y hasta cancelaciones en los viajes de las aeronaves, Lian se dispuso a sobrellevar el tiempo en su más firme pasión la cocina y que mejor que delante de una estufa todo con la idea de recibir a Pame y a Chellín con alguna exquisitez que empezara a compensar todas las molestias a las que los sometería.
Lian, que se hospedaba en el Hotel Holiday Inn Garden Court Paris ubicado a unos cuantos pasos de “La place de la Porte de Saint-Cloud”, se dispuso a salir al mercado que precisamente en ese día y como era costumbre desde hacía varios siglos en las calles de Pont de Sévres que los otrora campesinos y ahora agricultores ofrecieran directamente sus productos al igual que los ganaderos de la región. Se encaminó hacía el Parc André Citroën y tomo primeramente la Avenue de Versailles la que a escasos metros se convierte en Place Paul Reynaud para retomar nuevamente su anterior nombre, costumbre que no es privativo de ninguna ciudad y menos de la hermosa Ciudad de México donde naciera Pame, llegaría al Boulevard Exeimans y cruzaría el Sena por el Pont du Garigliano hasta Qual André Citroën y a menos de cien metros se toparía con los primeros puestos en los que inició su selección de provisiones que cubriría los platillos que ya organizaba en su pensamiento; Inició adquiriendo dos docenas de oranges aigre para lograr un cuarto de litro de jugo, Medio kilogramo de Ribeye Angus (¿medio kilo? Mejor tres cuartos, conozco a mi hermano), una cabeza de ail del que tomaría solo dos dientes y los picaría finamente, una oignon mauve que coratría, solamente la mitad en cubos pequeños al igual que dos courges, dos jitomates medianos a los que quitaría las semillas para prepararlos también en cubos pequeños. Recordó que en su alacena tendía ya mantequilla sin sal, sel y poivre los que usaría a su gusto. Prosiguió adquiriendo un cuarto de kilo de blé y una botella de medio litro de huile de maís. Regresó al puesto de la carne y pidió ciento cincuenta gramos de tuétano béte y pensó - Ójala y no se entere Pame – Recordó que Mami Kity, entre otras cosa le había enviado un frasco de “Jugo de Cochinita Pibil” mejor conocido como “Achiote”. En la sección de verduras compró; coriandre, basilic, bourgeons de radis y Persil. Después compró una barra de beurre sans sel. Bueno para sus compras tuvo que hacer gala de sus excelentes conocimientos de idioma local y cuyos términos traduciría a sus amigos cuisiniers.
Con su despensa completa regresó al hotel y se dirigió a la cocina donde ya había hecho gala de sus buenas relaciones humanas, herencia desde luego de Mami Kity, y era algo así como la “consentie”.
Empezó por licuar el Achiote con el jugo de naranja y con ello puso a marinar el Ribeye en un recipiente que selló con papel autoadherible y lo metió al refrigerador.
Esto en realidad no resultó del todo fácil ya que en principio no encontraba la licuadora.
Salteo el ajo, la cebolla, la calabaza y el jitomate en la mantequilla y lo sazonó.
Hidrató el trigo en agua caliente hasta que absorbió todo el líquido, lo extendió en una bandeja y lo deshidrató en el horno y cuando estuvo totalmente seco lo frió a alta temperatura y lo reservó.
Esta actividad también tuvo sus bemoles ya que las hornillas se encendían o apagaban sin motivo alguno.
Blanqueó el tuétano y lo revolcó en harina, lo selló en una sartén retiró el exceso de grasa y agregó el achiote.
Blanqueó las hojas de cilantro, albahaca y perejil en agua hirviendo durante tres minutos. En un momento dado se asombró ya que le pareció ver que efectivamente estos ingredientes estaban completamente blancos con la blancura que le hizo recordar los inviernos en su natal St. Paul, allá en “La Congeladora del Mundo” como se refería Pame a la ciudad que vio nacer a sus dos queridísimos primos.
Enfrió en agua con hielos a fin de detener la cocción. Licuó perfectamente y lo reservó.
La cocción de la carne la reservó hasta que estuvieran a punto de sentarse a la mesa ya que mientras Pame la prefería término “Blue”, a Chellín le gustaba “Término medio”. Por cierto que la apariencia roja de la carne y combinado esto con la apariencia de sus dos colmillos, otra herencia de su papá, siempre fue blanco por parte de Pame respecto a su ascendencia en alguna generación de vampiros.
Una vez logrado el término deseado para la carne la emplataría colocando a un lado la calabaza, espolvorearía el trigo, la bañaría con la salsa de tuétano y terminaría por decorarlo con el aceite verde y los brotes de rábano. Por enésima vez tuvo dificultades ya que no encontraba por ningún lugar el plato adecuado para tal fin, es más ni siquiera encontraba un plato.
De estos desagradables momentos solo había una persona, ¿Persona? No, alguien que se retorcía de la risa y ese alguien era nada más ni nada menos que el mismo Pócolo.
Lian fue paciente hasta que en el colmo de la ecuanimidad azotó una sartén y gritó;
¡Hay, ya! Te estas quieto o le hablo a mí Tía Sussy, o no mejor le digo a mí Tía Gaby.
Ante tal amenaza Pócolo optó por ya dejarse de hacer tantas maldades
Desde luego que habría una entrada y que su amigo Jean Paúl se encargaría y que consistiría en una Soupe Ministrone de Fleu de Courge o sea Flor de calabaza.
Claro que el cierre correría a cargo de Pierre y que consistiría en un Pastel Taj Mahal que era; Pain de Vanille baigné dans trois laits avec fromage horneado, pomme la cannelle et le mamey, baigné avec ganache blanc o lo que es lo mismo; un pan de vainilla bañado en tres leches con queso horneado, amnzana a la canela y mamey, bañado con ganache blanco.
Buen banquete esperaba a manera de bienvenida a Pame y a Chellín y no era para menos ya que el gozo de preparar todo aquella minuta solo lo compensaban los momentos que Lian pasaba enfrente de su mesa de preparación y soportando el calor de las hornillas el olor que desprendían los ingredientes al ser procesados, era algo sublime que la elevaban a confines no imaginados. El cilantro, el perejil, la albahaca, el tomillo, el romero, el azafrán, los cominos, la pimienta, la mejorana, el gordolobo, el ajo, los mariscos, las carnes rojas, las carnes blancas, el cacao, lo cocoa, el vinagre, el vino, la cebolla, el chile mulato, el pasilla, el guajillo, las tortillas, las almendras, los cacahuates, la canela, el ajonjolí, las pepitas de calabaza, el anís, el orégano, los clavos las pasitas, el chocolate los jitomates, los tomates, el azúcar, la manteca, el aceite de oliva, la hoja santa los chayotes, la crema, el queso gruyere.
Segura de que la mesa estaría puesta al punto justo cuando retornara de haber ido al aeropuerto Charles De Gaulle, se retiró a su habitación a fin de tomar una reconfortante ducha, alaciarse el cabello, maquillarse y usa la vestimenta que Pame le habría enviado vía mensajería “Solo para una ocasión muy especial” – Y que mejor que esta ocasión para tomar al píe de la letra el comentario de Pame -
Pame por su parte y a pesar de que se encontraba recluida en lo más recóndito del Desierto de Sonora soportando calores por encima de lo habitual para ella, se dio tiempo para armar un guardarropa especial para Lian acorde con las condiciones climáticas que en esa temporada prevalecía en el llamado “Viejo Continente”.
Sus pasarelas siempre resultaban ser protagonistas, en la última ocasión era recordada por su perfiles como una invasión de tonos metálicos, del negro como el rey de la elegancia y del azul media noche como su relevo, con el mostaza y en general los ocres inspirados en el medio ambiente que ahora la rodeaba y desde luego los tonos tierra en segundo lugar, de los baggies como silueta más importante, seguidos por faldas tulipán con cola de pescado y de los trapeados.0
En entrevista a los medios, Pame declaró que en esta ocasión su colección anunciaba el fin de una temporada aburrida de crisis y dificultades económicas con una explosión de color inusual para el invierno.
Aún así no dejaba de mostrar la influencia fuerte que seguían teniendo los ochentas y que enfatizaba las minis, los hombros marcados y los peplums o faldones en vestidos y faldas, sin duda un breve homenaje a la década de su mamá Gaby y de sus tíos Gussy y Beto. Aunque algo influenciada por la década anterior en la que surgieron los destellos disco en una gran oferta de prendas en tonos estridentes y con mucho brillo. Para su colección tomo como base los motivos macro y en general esa tendencia como concepto, pera ella eso era lo de hoy y vaya que si que le daba resultado.
Pero se reservó lo que juzgó adecuado para Lian y en un alarde de imaginación conformó su atuendo con modelos cual si fueran recién llegados del espacio con “looks” totales en color plata, desde el abrigo hasta pantalones y un par de bolsos, aunque por tratarse de la “pequeña” le reservó unas prendas con calaveras plasmadas en divertidas sudaderas y en enormes mochilas. El calzado lo diseñó desde alegres y cómodos tenis hasta altísimas zapatillas.
En si todo era una agradable combinación de texturas y mezcla de materiales.
Bromeando a Chellín, Pame y Lian se regodeaban refiriéndolo como “Chelleistein” considerando que su pasatiempo favorito era recrearse con las matemáticas, pero era sus fans número uno y sin ponerse de acuerdo las dos cargaban siempre en su bolso un apunte copia del original que trataba sobre los experimentos que permiten medir la carga de un electrón, comprobando que la carga eléctrica solamente existe como múltiplo de esa carga elemental.
¿Qué es esto?
La verdad ni idea pero siempre lo llevaré
Lo único que entendían es que por esa investigación fue merecedor de varios reconocimientos, entre ellos en el MIT, en la propia Minneapolis University, desde luego que en la UNAM también donde además fue galardonado con el título de “Doctor Honoris Causa”, a lo que Pame y Lian siempre se referían como “Doctor Horroris Causa”.
No fue necesario esperar a Pame ya que en esta ocasión Lian se encargó de reservar haciendo uso del Internet y de coordinar una coincidencia en el aeropuerto de Newark.
Pame fue la que más resintió el cambio climático ya que se encontraba medio perdida en el Desierto de Sonora desarrollando su próxima pasarela. Hubo de abandonar los atardeceres con el sol en pleno ocaso brindando matices en naranja sobre los cúmulos que las tardías nubes formaban con la brisa evaporada del Golfo de California, en cambio Chellín cuando percibió el vibrar de su Blackberry se estaba a punto de anotar en la meta contraria durante un partido de Hockey sobre Hielo ya que por ser temporada invernal el Rugby se había suspendido hasta el próximo verano. Aún a temperaturas ambientales que escasamente sobrepasaban los cero grados Celsius, el atuendo de Chellín no iba más allá de un simple Jersey sobre una famélicas hombreras y un bien forrado, eso si, pants completando el equipo con vistoso casco en resistente policarbonato de carbono en tonos amarillo y morado colores oficiales de Minneapolis University.
Con precisión astronómica Pame y Chellín coincidieron en la sala de espera D-34 del aeropuerto de Newark. Chellín cargaba con su inseparable morral regalo de Pame diseñado y hecho por ella misma y bordado con motivos prehispánicos mismo donde guardaba sus apuntes en libretas diseñadas desde luego por la misma Pame basándose en papel reciclado que ella justamente elaboraba reproduciendo los más ancestrales procedimientos que guardaba celosamente bajo el más estricto secreto y que además le permitía ofrecer una calidad inigualable la que permitía aceptar rasgos generados ya fuera por el clásico grafito de lápices como las tintas más comerciales de la actualidad.
Bajo el brazo llevaba una revista especializada precisamente en Cocinas Industriales y que en rápida leída grabó en su memoria términos tales como;
Estufas Dinámicas, Hornos de gas, eléctricos y de Microondas, Freidoras Sencillas y Dobles, Planchas con estufa, Asadores Goliath ó Campestres, Tarjas Sencillas y Dobles, Campanas de Extracción, Mesas Frías Base Hielo, Repisas, Lavaderos, Unidades Cocteleras, Mesas Calientes Dinámicas, Vitrinas de Exhibición, Salamandras, Refrigeradores, Congeladores, Mesas de Trabajo, Anaqueles, Llaves Mezcladoras, Cafeteras y algunos otros que iría encontrando ya que era su deseo que Lian no lo agarrara desprevenido. Su cami9nar lento y desgarbado fue interrumpido por el Asalto, si asalto de Pame que sin el menor aviso y de un salto se le trepó a horcadas generando que casi perdiera el equilibrio lo cual no sucedió ya que ese tipo de arremetidas eran comunes tanto en el Hockey sobre Hielo como en el Rugby
A la sorpresa siguió una casi interminable sesión de risas, y carcajadas que de no haber sido por la voz que emanaba de los altoparlantes que anunciaba la última llamada para la próxima partida del vuelo de Air France con destino al aeropuerto Charles De Gaulle.
Aún con Pame montada en su espalda, Chellín emprendió vertiginosa carrera y salvando dos que tres obstáculos llegó al tiempo que casi cerraban el vuelo.
Señalando a Pame, Chellín le dijo a la empleada que atendía el registro;
Esto que traigo en la espalda no es equipaje, es mi prima.
Ja, ja, ja.
Chistoso
Al tiempo que se bajaba y arreglaba su vestimenta, maquillaje, peinado y daba un ultimo repaso a la combinación en su vestimenta que a todas luces se disparaba en total sentido contrario a lo que usaba Chellín y no es que estuviera mal vestido o inadecuadamente sino que por el contrario y a no ser por que en esa ocasión no se dirigían a algún concierto de Hip-Hop, los tenis combinando con su amplio jersey y sus nada ajustados pants. Todo lo demás hubiera estado perfecto para una bien lograda combinación de pareja con Pame.
Mientras Pame arrastraba una elegante maleta Louis Vuitton, Chellín llevaba su equipaje de mano en una maleta un tanto cuanto raída seguramente por el paso de los años y que decir de los partidos de Jockey que debe de haber soportado y de lo que resaltaba inmune el escudo de los Tommies de Saint Thomas University
Fueron los últimos en abordar lo que les ganó dos que tres miradas de esas que duelen hasta el alma y aunque estaban acostumbrados a esas reacciones de sus eventuales compañeros de vuelo, no dejaban de incomodarlos ya que en la mayoría de los pasajeros se notaba una cara de tedio que no de aburrimiento, tan aburrido como la luz roja de un semáforo a la que Chellín describía como el tiempo peor empleado ya que podía hacer nada durante ese larguísimo período.
No les quedó de otra que, recordando a la bisabuela Lancho, “Hacer de tripas corazón” y pasar a ocupar sus asientos que por tratarse de un viaje un tanto cuanto largo pero sobretodo siendo bajo el patrocinio de Lian, estaban en la sección de Primera Clase.
Antes del despegue, aún tuvieron tiempo de deleitarse con su bebida favorita, Agua mineral con jugo de limón. Y por tratarse de una ocasión especial, se permitieron el gusto de variar radicalmente su dieta, especialmente la de Pame, y se dispusieron a aderezar las papas fritas con salsa catsup que por cierto estaba empacada en una presentación de unos sobrecitos de plástico.
El viaje transcurrió como de costumbre, es decir, con una amena charla que en realidad fue casi un monólogo de parte de Pame ya que la participación de Chellín se redujo a emisión de monosílabos que por general fueron para afirmar o para negar.
Si
No
¡Aja!
Tal pareciera que Chellín ya estaba predispuesto a ese tipo de relación con Pame y que además había desarrollado la rara habilidad de dormir con los ojos abiertos tal y como lo hacía “Blue”, pececito de color rojo y que por años fue la mascota de Pame que desde luego Norsi se encargó de su atención ya que él lo alimentaba, es más, compraba su alimento, lavaba su pecera y desde luego las piedritas que adornaba el fondo de la misma que por cierto de vez en cuando, cambiaba, decía que eso equivalía a cambiar los muebles de su casa.
Al arribo al aeropuerto Charles De Gaulle y antes de buscar sus respectivos equipajes y posterior al tramite de internación o sea el paso por el área de migración, fueron interceptados por Lian que hizo gala de la rara habilidad heredada de su padre que consistía en burlar toda vigilancia y colarse hasta las mismas bandas por las que en unos cuantos minutos aparecería al equipaje de los pasajeros del vuelo de Air France 3218.
Grande fue la algarabía que produjeron a su encuentro y los tres fundidos en su acostumbrado abrazo a cada uno de sus encuentros, se dirigieron inmediatamente al área de comercios libre de impuestos y en la primer cafetería y sin preocuparse de sus equipajes se dispusieron a saborear sendas tazas de café que aunque no era proveniente de Coatepec lo degustarían con el gusto de su reencuentro.
La algarabíe fue interrumpida al enterarse de que dos maletas de Pame habían sido envíadas por eqivocación al aeropuerto de Orly y tendrían que esperar un par de horas.
Lo único bueno para Chellín fue que el monólogo se convirtió en un diálogo pero al que núnca era invitado ya que Pame y Lian eran capaces de estar hablando de dos temas diferentes y al tiempo contestar para lo cual siempre pedían su opinión, aunque sin esperar respuesta.
Abandonaron el aeropuerto y solicitaron los servicios de dos taxis ya que uno solo sirvió para llevar las maletas de Pame, bueno y la mochila de Chellín.
Los taxis tomaron ruta por Route des Badauds para alcanzar la vía rápida L’Autoroute du N y de ahí directo hasta . . .
Lian, despierta ya llegamos recuerda que tienes que hacer maletas para tu viaje a París a la Convención Anual de Chefs.
No fallaba, Pócolo había hecho una mas de sus travesuras y se metió en el sueño de Lian.
Ji, ji, ji Esto es por lo que espera, ¡Si! A mi, ahora tengo que cuidar tres.
Marzo de 2010