La Española Cuando Besa... ¡Ooooleee!
Capítulo –1
“El encuentro”

Aquellas cortas vacaciones me fui a España a conocerla.
Me alojé en un hotel de Murcia, ciudad donde ella vivía. Fui a un ciber y activé mi correo de mensajería instantánea a ver si estaba “Online”. No tuve suerte así que escribí a su correo electrónico... “Estoy en el hotel HYATT REGENCY La Manga. Si quieres conocerme esta es tu oportunidad. De mi parte te digo que aunque te conozco en foto, me muero por conocerte personalmente. Te esperaré tres días, luego partiré.”
El lugar es precioso. Paisaje de montañas, campos de golf, piscina (casi rectangular pero ligeramente curva en los extremos).
Bares, restaurantes y discotecas... espectaculares.

Ella jamás me había visto ni en fotos.
A la mañana siguiente suena el teléfono. Es el Conserje avisándome que la señorita Julieta Torres me espera en el hall del hotel.
Se me pone el corazón a millón. No logro abrocharme la maldita pulsera del reloj. No encuentro la colonia... ¡Calma Rubén Robledo... cálmate ... ¿Qué te pasa? Concentración, relax... ¡Vamos tú puedes!
Llego al hall principal y la veo sentada esperando. Como ella no me conoce, me siento a su lado sin presentarme. Quiero ser espectador de lo que hace.
Ella también está nerviosa. Saca su espejito y el lápiz labial. Se pinta solo el labio inferior y luego pone la boca como pronunciando la “M” y... ¡Maravilloso! El otro labio queda pintado.
Se impacienta. Se para y empieza a caminar de un lugar a otro viendo hacia el ascensor y la escalera.
En uno de esos ir y venir me cruzo en su camino y le digo - ¡Hola “patito”! (aludiendo a un personaje de una novela que leímos ella y yo en “Buscacuentos”).
Julieta - ¿Tú eres Rubén?
Rubén – ¡Acertaste! ... Julieta eres más hermosa personalmente.
Ella me mira como sorprendida. Pero en su semblante se nota que “gratamente sorprendida”. Recorre con lentitud mi rostro. Sonríe.
Ella es muy “ceremoniosa”. Me extiende su mano - ¡Encantada!
Yo la halo de esa mano y pego su cuerpo al mío tomándola por la cintura.
Sin preámbulo la beso.
Dos segundos después ella reacciona queriendo decir algo - ¡Mmmm!... ¡Mmmm!… ¡p...r…fa....vor!
Ya tengo fama de “atrevido” con ella así que no hago caso y la sigo besando.
La beso hasta que me canso... Bueno en realidad no me cansé. Dejé de besarla por “cortesía”
Julieta - ¿Po... po... por qué me besaste? Apenas nos conocemos.
Rubén - ¡¿Apenas?! Yo llevo meses soñando con besarte.
Julieta – Pero no debiste...
La interrumpo - Juro que no volveré a darte un beso (tengo los dedos cruzados en la espalda). Es que pensé que querías que te besara. ¿Recuerdas? Soy un arrogante (pronto descubrirá que también soy mentiroso).
Julieta – Está bien , olvidemos lo del beso. Dime ¿Cuándo llegaste?; ¿Cuánto tiempo te vas a quedar?; ¿Cuáles son tus planes?

Es tan hermosa... pero ingenua como una niña..
La abrazo nuevamente y la beso.
Julieta - ¡Mmmm!... ¡Mmmm!…
La suelto - ¿Decías?
Julieta - ¡Dijiste que no me besarías!
Rubén – Dije que no te “daría” más besos y es cierto, solamente te estoy “cobrando” uno por cada pregunta que me haces. Son tres, me faltan dos.

La beso de nuevo.
Se aparta furiosa.
Se ve bonita cuando está enojada.
Julieta – ¡Eres un arrogante, engreído, atrevido y mentiroso!
Rubén – Es cierto... mejor no podrías describirme.
Ya la agarré otra vez.
Julieta - ¡Mmmm!... ¡Mmmm!…
Forcejea en vano. No logra zafarse.
Dos de la Seguridad del hotel - ¿Señorita necesita ayuda?
Dejo de besarla y les digo - ¡Ni sueñen que voy a besarlos a ustedes!
Se miran, no entienden mi ironía.
Los tipos están por reaccionar cuando Julieta interviene – ¡No! Todo está bien. Él es mi novio. Ya nos íbamos... ¡Gracias!
Se retiran.
Rubén - ¡Maravilloso!... ¿En qué estábamos?
Julieta - ¡Ni te atrevas!
(Continuará)