Esta es la historia de un grillo, que era igual a todos, excepto por un pequeño detalle, y ese detalle era que este grillo no cantaba; todas las demás actividades las hacía como un grillo cualquiera, así podía verse como trepaba árboles, como se ocultaba en la grama, como saltaba día y noche, y como se ocultaba entre cajas y gavetas para comerse la ropa de tela que encontrará a su paso.
Este grillo era extraño, al menos para mí, ya que no sólo no cantaba, sino que al escuchar a otro grillo cantando, salía dando inmensos saltos para alejarse a toda prisa de aquel lugar y evitar a toda costa ser confundido con un grillo cantador; era un grillo silencioso que tuvo que defender su mutismo y enfrentar a los otros grillos con valentía.
- Porqué tu no cantas?, le decían los grillos de aquel lugar
- Porque prefiero el silencio, contestaba con gesto de desafío
- Pero debemos decirte que el canto de los grillos es un símbolo universal, y si no cantas serás un grillo extraño, le decían sus vecinos
- Pues seré un grillo extraño!, pero no cantaré, al menos como los grillos; si algún día canto será un canto distinto; el silencio para mí es más importante... Recuerden que el canto es transitorio y traicionero, ya que delata nuestra presencia... El silencio es eterno, y puede en muchas ocasiones ser el aliado que nos encubra. Así que no lo olviden: EL CANTO ES TRANSITORIO, EL SILENCIO ES ETERNO.
- Pero tú eres un grillo y si no quieres cantar, entonces vete a otro lugar
Y no hubo más palabras, el grillo que no cantaba se fue, dejando a sus compañeros en su mundo natural y bullicioso, muriendo día tras día víctimas de zapatazos y del rocío mortal de insecticidas que no se sabe si atacan al grillo ó a su canto.
El otro grillo, el que no cantaba, se fue a otro lugar, se hizo famoso y vivió por muchos años; es más creo que hoy todavía vive en el corazón de muchos niños... él es PEPE GRILLO, aquel que acompañó a PINOCHO en su conocida y larga travesía.
Todos tendríamos que escuchar más a nuestras conciencias cuando nos "cantan" las verdades. Un saludo.