Viviendo en Sax. Cuando tenia diez años, Estaba jugando con mis amigos, cazando ranas en el río, resbalé y caí vestido al agua, cuando llegué a casa mi padre me pegó dos buenos pescozones y encima se burló de mi por llorar. En ese mismo momento tomé la decisión de que no volvería a llorar en mi vida y la mantuve durante 19 años.
Al año y pico de casarme me quede viudo, falleció mi mujer y aunque quería no podía llorar, entonces me di cuenta de que llorar es bueno y de que los hombres también tienen la necesidad de llorar. Desde entonces he estado intentando aprender a llorar otra vez, y no ha sido muy difícil aprender.
Lloré cuando falleció mi intimo amigo Juanito , años des después fallecieron mis padres y últimamente fallecieron dos de mis mejores amigos, Juan Antonio y Pedrito El Oliva, los dos de mi peña de amigos y también he sabido llorar.
Lloro cuando se muere un familiar, o un amigo. Ahora mismo en este mismo momento, prometo tomar la decisión de no volver a llorar jamás, porque no quiero que se muera nadie, de mis seres queridos.
Las lagrimas son de gran utilidad(sino lo fuera, no llorariamos), a la larga el reprimir las emociones afecta la salud... principalmente, el corazòn.