Mi hoy, mi hoy eres tú.
Así de sencillo, así de simple, así de claro.
Soslayo nombres cuando te cuento cosas, sorteo lugares comunes y espero que sin nombrarte sepas que hablo de ti, de mí, de nosotros, de mi hoy y de tu hoy, que mañana será ayer si lo dejamos transcurrir y no lo retenemos.
Y si tú quieres que te cuente...yo deseo lo mismo.
Porque, a fin de cuentas, quiero que saber que también yo soy tu hoy,y que entre tu hoy y mi hoy estamos construyendo nuestro hoy.
En una frágil estructura con débil basamento, con paredes de cristal muy transparente que dejan pasar la luz que todo ilumina, que no permite escondrijos ni ocultamientos, que deja que en este nuestro hoy no haya engaños.
Ambos sufrimos desengaños y fracasos, alegrías y triunfos, y ambos estamos embarcados en esta aventura y no sabemos a qué puerto llegaremos.
Y eso es lo más hermoso de todo lo que ocurre: navegar buscando el horizonte de nuestro hoy de cada día.