Vino Jesús a casa de Pedro, y vio
a la suegra de éste postrada en cama,
con fiebre.
Y tocó su mano, y la fiebre le dejó;
y ella se levantó, y les servía.
San Mateo 8:14-15
Tan deliciosa que era su hija y tan perra y maldita mi suegra. No sé por qué pero jamás había sentido tanto odio y desprecio por una persona, pero aquella vieja imprudente me estaba volviendo loco. Jamás pude entender por qué Jesús sanó a a la suegra de Pedro, ahora entiendo porque Pedro lo negó tres veces. Él, que estaba contento, porque la vieja ya tenía una pata en la otra orilla del más allá...
A veces reflexionaba que estaba mal, que si odioba a la anciana era como si odiora a la mitad de su esposa pero no tenía control sobre sus impulsos.
Saben lo que es llegar cansado del trabajo y encontrar a aquel espantapájaros en la puerta con el mismo saludo todos los días.
___¡Qué bonito!, atómico del demonio. Maldigo la hora en que mi santa hija se casó con este borracho, indecente y sucio holgazán.¿Por qué no la aborté? Le hubiera hecho un favor... estaba loca cuando se pegó a este demonio...
Era el desayuno, el almuerzo y la comida, siempre los insultos, parecía que buscaba en el diccionario las palabras despectivas, los epítetos... las ofensas... era una humillación continua.
Si hablaba con mi mujer allí estaba ella, con su oreja parada y su lengua afilada para meterse en lo que no le importaba...
__¡Nena!, no le crea, eso es mentira, sabe Dios con qué puta del barrio estaba...
Ahora, allá camino a la iglesia se dirige. Esta vestida de blanco y lleva un ramo de flores para su virgencita... es muy religiosa... reza el rosario como tres veces al día. El que la ve en la iglesia dice que es una santa, pero yo digo que es una santa cabrona, hija de la buena madre.
Maldigo la hora y me atrevo a cortarme la lengua... No sé quíen diablo me dijo que le permitiera pasar unas vacaciones en mi hogar...
___ Negrito... ¡sólo es un fin de semana!, mi madre es adorable, ya verás lo bien que te llevarás con ella- me dijo mi mujer-
___Está bien, pero que sea un fin de semana...
¡Mierda fue!, lleva casi un año y dice que morirá aquí... que ella no se apartará de su hija y que la casa de los hijos son las casas de los padres...
Miren si esa vieja es tan mala que el día que llegó a mi casa quería dormir en nuestra cama porque le daba miedo la oscuridad...¡aquella noche fue una noche de terror, de ruidos extraños provenientes de su cloaca que parece que no se la lavaba en muchos días, no pude dormir, me levanté como alma que lleva el diablo y corrí al balcón a tomar un poco de aire fresco y libre de aquella contaminación del demonio.
Allá debe estar en la misa, leyendo la santa biblia, orando por todo el mundo y pidiéndole a Dios por su hija para que la libre de mí, de este engendro diabólico como me dijo antes de irse para la iglesia.
¿Saben algo?, Guarden mi secreto. No lo comenten con nadie. Pero he decidido desaparecer a la vieja. ¡No sean mal pensados!No la voy a matar, ganas no me faltan... Sólo haré un intento más aunque me cueste la salvación, tengo que salir de esta momia cueste lo que cueste...
He hecho todo lo que he podido pero nada me ha dado resultado, he visitado espiritistas, santeros, astrólogos, satánicos... ¿Qué no he visitado buscando un remedio para salir de la viejuca? Creo que esa mujer es una bruja porque hace unos días me comentó...
___¡Conmigo los brujos no pueden!¡Trabajitos a mí!, es perder el tiempo... el que me haga un trabajo se lo devuelvo más rápido que ligero...
Me entró un frío por las costilla y mis rodillas se doblaron... estaba frito, tenía que aligerar mis planes... Lo pensé mucho y me dije sólo tengo una alternativa... Venderle mi alma al diablo...
Escogí la fecha del 31 de octubre a las doce de la noche. Iría al bosque que quedaba cerca de mi casa. Me vestí de negro... entonces dirigí mis pasos. Llegué al centro del bosque. Allí había una gran roca, parecía un altar de sacrificios, había un enorme tronco en el suelo y alrededor se levantaban varios árboles. Estaba nervioso, mi cabeza me daba vueltas.
Abrí mi bolsa y saqué un palo afilado... seguí las instrucciones de Sabrino, el pitoniso, hice un círculo y le dibuje lo que parecía una estrella, luego encendí seis velas negras, regué un polvo amarillo, uno verde y otro rojo...
Luego abrí el libro de la magia negra... casi no podía sostenerlo... Abrí a la boca y empecé a invocar al Principe de las Tinieblas. El pobre parece que estaba de vacaciones, o estaba dormido, había pasado más de media hora, estaba ronco, debilitado y el sueño comenzaba a hacer efecto... Le grité:
" Diablo asqueroso, afemininado, qué tú te cres que yo no valgo nada""Coño al menos respóndeme"
El silencio se comió la noche y el diablo ni caso me hizo... Estaba al borde de la locura,
Me levanté y le di con mis piernas a las velas que rodaron por la hierba seca, asustado traté de apagar las llamas pero en un instante una lengua de fuego se apoderó del lugar... salí corriendo...
___¡Ey, tú detente ahí!-exclamó aquel ser-
Cuando miré, de las llamas salia un tipo vestido de negro, con un traje de seda, un bigote que le cruzaba la boca, unas pantallas en cada oreja, una corbata preciosa que decía :!I love you!,
una larga cabellera recogida en una trenza. Tenía unas botas largas y caminaba como un pato callejero. Se acomodó en la roca y me hizo señas con un dedo, pude observar sus largas uñas muy bien arregladas y pintadas de sangre...
Me senté al lado. Por varios minutos permanecio callado, luego me dijo:
___Primero aclaremos algo importante. No soy un pato callegero. Soy un diablito muy bien definido. Segundo yo te puedo ayudar en tu problema, aunque creo que con esa vieja las cosas no serán muy fáciles que digamos.
__Está bien. Después que ella abandone mi casa, lo demás no importa...
___¿Sabes que el precio de este trabajito es muy alto?-respondió el diablo
___ Mi alma- exclamó Lucio
___¡Muchacho estás loco!¿Para qué yo quiero un alma más? He tenido que mandar a ampliar el infierno porque ya no caben allí. Miles llegan todos los días de gratis, sólo tengo que sentarme a esperar en la puerta del infierno...
- decía la serpiente burlonamente-
___Pero es que no tengo nada que darte además de mi alma...¿Sabes no soy poca cosa?Soy un hombre cristiano, fiel, honorable y trabajador...
___ ja,ja,ja... no me hagas reír que tengo un labio partido... de esos tengo una colección ardiendio en las pailas...
___¡Bueno!, vamos a lo que venimos...- dijo satán
___ El precio del pacto es: tu alma y darme la oportunidad de pasar una noche con tu mujer...
- afirmó el diablo con seguridad-
___¡Qué!, estás loco, diablo asqueroso- respondió Lucio y se levantó de la piedra...
___ ¡Eso es lo que hay!, lo toma o lo dejas... -volvió a insistir el Querubín Protector
Lucio quedó un rato pensativo... ¡Qué diablo, es sólo una noche y lo mejor no pasada nada...
Satanás se levantó de la roca. Caminó hacia Lucio, tenía en la mano un rollo de pergamino, sacó una pequeña aguja, colocó su manos sobre el hombro de Lucio y exclamó...
___¡Hombre, contigo no se puede bromear!, lo de tu mujer no es cierto, a mí ni se me para, estoy jodío...
Lució lo miró y volvió a vivir... reía con tanto gusto, a la verdad que el diablo no era como se lo habían pintado, era un tipo chévere, alegre...
Lucio extendió su mano izquierda. Satán tomó su dedo del corazón y lo pilló, una gota de sangre brotó y Lucio estampo su firma sin leer el contrato.
___ Bueno mi amigo... el pacto tiene una semana de duración, siete días... a los siete días nos veremos en este mismo lugar... diciendo estas palabras sopló un viento fuerte y Lucio quedó solo, impresionado... no podía creer lo que estaba pasando... ¡Por fin Dios mío! que saldré de la peste bubónica...
Lucio siguió las instrucciones del enemigo de las almas al pie de la letra. Destruyó el altar de la vieja que tenía en su cuarto dormitorio. Había disimulado un robo el día que su mujer y su suegra estaban visitando al médico. Aquél día salió a almorzar y llevó a cabo su cometido. Luego regresó.
Por la tarde cuando llegó encontró a su esposa y a la vieja llorando. La vieja maldiciendo al pillo, le habían roto unas reliquias que guardaba con mucho cariño.
Lucio gozaba, ahora la vieja no podía implorar a los santos y la tarea para el diablo sería más efectiva y más rápida...
Pasaron los días y la vieja estaba peor...
___¡Rata inmunda, tu fuiste el que me destruiste mis reliquias!, cerdo asqueroso, marrano indecente,ebrio, malnacido...
Lució estaba al borde de agarrarla por el cuello y tirarla por el barranco de su casa...
Pero debería tener paciencia todavía faltaban dos días para que el pacto se cumpliera...
Llegó el último día. La vieja salió con su mujer para la iglesia... Allá iba la hija de puta con su sombrero, su recitario, sus papeles de la iglesia, su flor en la cabeza y su ramo de flores para la virgencita... respiraba santidad,
gozo, alegría...
Llegó la tarde y nada. Estaba recostado en la cama cuando escuchó un gritó... ¡Por fin! se había cumplido el pacto... se levantó y caminó hacia el balcón... Allí estaba la vieja contenta, gritando de gozo, abrazando una enorme estatua de la Virgen María que su hijo le acababa de enviar con don Pablo...
Me entró un coraje terrible, deseaba ver al diablo y darle una patada por el trasero...
Sentí la mirada asesina de la vieja... Allí estaba, mirándome, acusándome...
__ A ver si me rompe ésta. ¡piraña del diablo!...
Pasaron los minutos... el reloj marcaba las 11:55 de la noche del último día del pacto... nada, nada...nada. La vieja dormía como una reina.
Me levanté de la silla y caminé al bosque. Estaba que echaba fuego por la boca. Llegué al lugar del pacto. Allí estaba el muy bandido del diablo. Tenía la cabeza baja, no hablaba, estaba muy silencioso y tranquilo...
___¡Oye, le grité!¿Qué pasó?¿Por qué no cumpliste con el pacto?
El infeliz del diablo no respondió. Sacó el pergamino, lo miro por unos segundo. Abrió su boca y sopló una pequeña llama que lo consumió. Ý brisa leve se llevó las cenizas...
___ MI amigo, lo siento por ti... Esa vieja no hay quien la saqué de tu casa... tiene una fe muy fuerte y no hay diablo en este planeta ni en todo el universo que pueda con la fe... así que te recomiendo que te vayas tú a otro lugar y que seas feliz...-dijo Luci-
Cuando Lucio iba abrir su boca... el diablo desapareció...
___ ¡Maldito puerco!¡Diablo marrano! Permita Dios que te pudra en el infierno...
Frustrado, amargado, Lucio se recostó sobre la gran piedra. Una alfombra de sueño lo cubrió. Por la mañana lo levantó, un rayo de sol que penetraba por el follaje de un árbol y chocaba contra su ojo derecho. Se levantó y caminó hacia su casa. Lo mujer lo miró con rareza... Penetró a su cuarto... buscó una maleta... recogió su ropa... y se dirigió a la salida...
Allí estaba la vieja, con su cara de amargura...
___¡Te vas, mi amor!¡Qué tengas feliz viaje!
Marta trató de detenerlo, pero no pudo...
Lucio la miró.¡Te amo!
Entonces bajo las escaleras y continuó su marcha hacia la ciudad...
Allá, en el balcón quedó la suegra maldiciendo...
__¡Con que nos deja!, hijo del diablo, excremento, borrachachón, malnacido...
Fin