El amor es un aroma que embriaga, es una brisa que acaricia y un viento que azota, un ser que no tiene sexo, que no tiene ojos. Este ciego no se guía por la razón, sino que su brújula está en su pecho, es el corazón. Es por esto que muchas veces nos hace caer a pozos de tristeza, de resentimiento, de despecho, .....de desesperación, más que llevarnos por verdes y soleadas praderas de felicidad.
El amor tiene dos cabezas, tiene dos lados, dos realidades, como Géminis, el signo ambiguo. Unas veces espolvorea su azúcar sobre nuestras vidas, nos levanta hasta el cielo y nos hace vivir en las nubes, pero otras nos rasga el alma con garras crueles de bestia salvaje.
Así es el amor, y será siempre, más no podemos hacer nada, pues no nos muestra su segunda cara hasta que no nos tiene bien atrapados, igual que hacen las plantas carnívoras, que no atacan hasta que no tienen a su presa en bandeja.
Mientras lo leía me parecia una poesía, quedó bonito, aunque demaciado poestico (tampoco es una critica) Alicia