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Categoría: Románticos

El encuentro

El error de encontrarnos aquel día fue lo que nos llevo a perdernos, soy una chica común no parezco modelo ni soy un raro espécimen me considero normal. Lo conocí hace un tiempo fue por las conjeturas del destino fue algo insipiente, me fue ganando el corazón hasta rebozarlo de ilusiones que a pesar de todo tenían poca base, era como si yo sola me las estuviese haciendo, es que soy joven, era nuevo para mi amar si es que a esto llamamos amar, ¿querrán saber del encuentro?, eso fue producto también del azar que primero nos hizo que aprendiésemos del otro a conocernos
Él es un tipo especial es completamente abstracto pues no podría definir lo que es, como es, no es bello, pero a veces mas que a veces apostaría a decir siempre, va uno fundiéndose en amoríos sin importar lo guapo que pueda ser una persona si es que involucra en esto el corazón, pero es mío, sin ser mío es una persona que me ha obligado a explorar experiencias, que me había tenido con la obstinada idea de ser suya, “había”, porque ya lo fui.
Esa tarde estaba yo con la quemante presencia de su rostro, era la presencia en la ausencia, porque la verdad era que no sé si nuestras células estaban tan afines que logramos captar antes, que nos veríamos o fue simplemente una vil corazonada, la cosa es que salí de mi casa con la idea de que ese, ese seria nuestro día que nos íbamos por fin a encontrar a estar, a tenernos.
Ya pasaban las dos era una tarde bellísima de estas que están recién floreciendo ya que se nos avecina en pocos días la dulce primavera, estaba el sol puesto y nos regalaba una quemante sensación, yo salí escasa de ropa ya saben estos días florecientes llaman a excitar, a elevar los sentidos iba camino a la plaza, esta plaza infaltable en nuestras urbes, esta plaza que deja mucho que desear a plazas de Europa pero nuestra al fin, pretendía ir a ver como se iba las horas, como el tiempo era capaz de irse de las manos.
Frente a la plaza hay un local, venden helados, él estaba allí comprando un helado, quitándose el fuego interno que con la temperatura del día sé había visto acrecentada, creo yo, lo vi el no me vio, me detuve a observar esa boca tan bella, esos ojos que miraban el horizonte, y seguí, pase, avance después de andar unos pasos siento una fuerza detrás de mí, una especie de quemante sensación siguiéndome, fui capaz de parar en seco y dar la vuelta, he aquí el error debí seguir, aunque ya ni siquiera soy capaz de arrepentirme. Helo allí viéndome, sonriendo, maquinando lo que después vendría, talvez...........
Me saludo llevaba dos helados, me dijo que uno era para mi y que por favor aceptara, que sintió cuando yo pase frente a él la inquietante idea de hablar conmigo, la fuerte necesidad de entablar una conversación, a pesar de la educación que no me falta y la idea abnegada de los padres de uno de no entablar diálogo con seres extraños, acepte la idea de compartir junto a él que podría pasar si estábamos en un sitio publico y a mas era tan bello a los ojos de mi corazón, era como el ser predestinado a existir, era aquel que al salir de la casa sabia que encontraría. Después de horas de franca platica note que el tiempo había transcurrido y que las manos ya no estaban solas que sus manos estaban en las mías, que ya nuestras bocas sé habían ido acercando y que estaban próximas a conocerse y de la nada lo besé, no es que yo sea una experta, una cualquiera, fue que movía y movía esos labios húmedos y ya no sabia que decían solo los veía allí tan cerca, tan lejos y bueno me hechizaron me enviaron un mensaje subliminal, una inquietud animal afloro de los cuerpos, la necesidad de descubrirnos un poco mas, un poco mucho mas, ese beso fue crucial, quise decir algo tratar de disculparme, pero ¿porque? si yo la verdad quería hacerlo ya hacia mucho que me había percatado de lo llamativo de su boca y lo mucho que me atraía buscarla, el no dio pie atrás, el me siguió me correspondió el beso y mirándonos nos pusimos de pie y empezamos a caminar no de la mano pero si al lado rozándonos las manos juntándolas, y separándolas sintiéndonos pero sin mezclarnos eso a pesar de ser tan externo, era un juego apasionante que me estaba haciendo desear una encuentro mas pleno, una fusión de cuerpos.
Llegamos a unas cabañas, era media tarde casi las siete o un poco mas de las siete la verdad a quien le importa la hora, era media tarde eso si lo tengo claro, lo cierto es que las cabañas, eran mas bien un motel, nos tomamos unos tragos y ya el calor era apabullante, sin decir mas me entregué a él lo deje hacer de mi lo que le pareció mejor deje en un abrazo mi virginidad, que también producto de una vida familiar yo veía como mi mayor tesoro y ansiaba la entrega a alguien que de veras fuese importante para mi, él a pesar de lo poco que lo conocía lo era, era el ser mas importante que podía haber existido era la esencia de todo, era mío, tan mío como el aire, Que después de respirarlo se nos va para siempre y jamás vuelve. Entre beso y beso me di cuenta que aquel hombre que estaba junto a mí me estaba despojando de una historia de un pasado.......... ya era mujer, él estaba en mi.
Ya estaba bastante entrada la noche cuando nos dijimos adiós, a pesar de lo pasado él volver a vernos hasta parecía una locura pero nos miramos y concertamos otra cita dos días después nos volveríamos a ver.
El tiempo que transcurrió de la despedida al siguiente encuentro fue una locura, rememore cada caricia temí volverme loca, alucinaba con su cuerpo quería volver a estar en él quería besarlo otra vez y mil veces más.
Llego el día acordado y fui al lugar de encuentro, allí estaba con sus pantalones crema o algo así eran claros, una chaqueta café clara, su camisa tapando ese dorso que deliraba por volver a tocar estaba mas lindo que antes estaba mas lindo que nunca, me sonrió con esa sonrisa única que él posee y me atrapo en sus brazos, me dijo que me había soñado, que hace mucho no vivía algo tan intenso, que no solo había sido el sexo, sino lo mucho que le había rondado en la cabeza en esos días, supe que ese personaje me encantaba me tenia en sus manos y que la verdad ya no me importaría ser lo que ahora soy de él, sino que seria para mi mas relevante el poder vernos a cada cierto tiempo, Revolcarnos en unas sabanas usadas de un motel, que aceptaría ser su amante, que él estaría en mi cuerpo cuando quisiese cuando, su mujer no lo saciase seria yo quien le diese el mas dulce de los manjares, mi piel.
He aquí el error de encontrarnos aquella tarde............
Datos del Cuento
  • Autor: clarisse
  • Código: 589
  • Fecha: 09-11-2002
  • Categoría: Románticos
  • Media: 4.89
  • Votos: 36
  • Envios: 0
  • Lecturas: 5393
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