Una araña de visión borrosa.

(Evolución o Creación. 43)

Los arácnidos son una clase de artrópodos quelicerados de la que han sido descritas más de 102,000 especies. Incluye formas tan conocidas como las arañas, las garrapatas y otros ácaros, o los escorpiones.

El cuerpo posee dos regiones o ‘Tagmas’ más o menos diferenciados, el prosoma [o cefalotórax] y el opistosoma [o abdomen]. Los apéndices se insertan en el prosoma y son un par de quelíceros, junto a la boca, un par de pedipalpos, a veces muy desarrollados y cuatro pares de patas locomotoras.

Carecen de antenas y suelen tener uno o más pares de ojos simples, en lugar de grandes ojos compuestos como los insectos. En algunos casos esos ojos son muy eficaces para su tamaño.

En los arácnidos existen dos corazones, que aparecen como un tubo dorsal, situados en una cámara pericárdica, en la mitad anterior del abdomen. Primitivamente estos corazones estaban segmentados y presentaban dilataciones entre cada segmento. A cada lado de los corazones hay una hendidura, que permite el ingreso de la sangre desde la cámara pericárdica.

En estos animalitos podemos encontrar los siguientes receptores sensitivos:

Los pelos táctiles: Especialmente en la superficie del cuerpo. Incluso un solo pelo sensorial se cree pueda identificar las vibraciones transmitidas por el aire y presentar una especie de radar.

Los ojos simples: Análogos todos, con córnea y cristalino. Las células fotorreceptores pueden estar dispuestas hacia el fondo luminoso [ojo directo] o hacia una membrana post-retinaria [ojo indirecto].

Los órganos en hendidura o filiformes: Son depresiones en la cutícula, con foma de hendiduras y llenas de líquido. Actúan como órganos cinestésicos, es decir, informan sobre la posición de los distintos sectores del cuerpo.

Pero, después de conocer ciertos datos sobre las arañas, ocupémonos ahora de la visión borrosa de la araña saltarina.

La araña saltarina posee un sistema ocular muy especial que le sirve para calcular con precisión la distancia a la que debe saltar para alcanzar los objetos. ¿Cómo funciona dicho sistema?.

Piense en lo siguiente: La araña se vale de una peculiaridad de sus dos ojos principales, cada uno de los cuales tiene una retina con varias capas. Dos de ellas son sensibles a la luz verde, de estas dos, una recibe las imágenes enfocadas, y las otras las reciben borrosas. Cuanto más desenfocada aparece la imagen en esta capa, más cerca del ojo se encuentra el objeto. Este detalle permite a la araña calcular la distancia exacta que tiene que saltar para atrapar a su presa.

Los investigadores quieren copiar esta técnica de la araña saltarina para crear cámaras 3D y hasta robots que puedan calcular la distancia a un objeto. El servicio de noticias en Internet Science-NOW explicó que la visión de la araña saltarina es un “emocionante ejemplo de como pueden arreglarselas unos animalitos de medio centímetro de longitud [0,2 pulgadas] y con un cerebro más pequeño que el de la mosca para recopilar información visual compleja y actuar en consecuencia”.

¿Qué le parece a usted amigo lector?. ¿Es la visión borrosa de la araña saltarina producto de la evolución, o de la creación?. ¿Qué usted cree, casualidad o diseño?. La Biblia en su último libro, el Apocalipsis, en su capítulo 4, versículo 11 nos ayuda a pensar y razonar apropiadamente: “Jehová nuestro Dios, tú mereces recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas y por tú voluntad llegaron a existir y fueron creadas”.