Todo empieza cuando me encontraba a la orilla de una playa solitaria, en compañia de hi hermana y mi hija, mi hermana se metio al agua y poco a poco se fue adentrando y sumergiendo, yo estaba indecisa en entrar o no ya que el agua estaba llena de lirio acuatico y tenia un color verde esmeraldo hermoso, ví que mi hermana de pronto se hundia en el agua pero poco a poco despues volvia a salir, entonces me anime a entrar y me fui sumergiendo, había dejado a mi pequeña hija sentada, cerca de un pedruzco, en la arena plata y oro de la paya, al ir avanzando hacia adentro hubo un momento en el que el agua me llego más arriba de la cintura y me dio mucho miedo, dude un poco en avanzar pero luego continue y a media que continuaba el nivel del agua volvía a descender, mas adelante se veía una gran cueva que daba el aspecto de baños de regadera publicos; al sentir lo agradable del agua regrese por mi pequeña, pero entonces ya se encontraba toda mi familia, le dije a mi esposo que me acompañara y todos hicimos el recorrido que yo antes habia hecho, le pedí a mi esposo subiera a la pequeña en sus hombros para que no se fuera a mojar, y por fin entramos en la cueva, si había regaderas y algunas gentes se contraban en traje de baño duchandose, deje que mi familia se duchara, pero de pronto ví más adelante otras cuevas que tenían alguna salida al exterior, ya que se veía entrada de luz, le dije a nmi esposo que cuidara de las chicas y yo empece a caminar, al salir a uno de los agujeros de estas cuevas me asombre de ver la cantidad de árboles, plantas y maleza que se encontraba en ese lugar, me parecio bellisimo uya que se respiraba un agradable aroma y los ojos se llenaban de ver ese verdor, al voltear a mi derecha ví un angosto pero largo camino, inmediatamente empece a recorrerlo, pero en ese momento ya iba conmigo nuevamente la pequeña, al ir caminando siempre cuidaba de que cada uno de mis pasos, no no llevaba zapatos y se sentía lo agradable del frescor al pisar, también podia distinguir al mirar hacia abajo que habáa grandes voladeros y abismos todos llenos de árboles y plantas de variadas y caprichosas formas desde las hornamentales hasta las muy silvestres, sin flores y de un verde vivo y brillante, andaban unos changos y gorilas entre las plantas, seguí avanzando muy despacio pero de pronto ellos se percataron de nuestra presencia y corrieron hacia nostras, al mismo tiempo yo jale a mi hija y emprendimos la huída de regreso a donde habiamos salido y ahí desperte,