La Unión

Me acerqué lentamente hacia él, se veía tan hermoso, suavemente tomé su cara para besarlo, mis labios comenzaron gentilmente a apoderarse de los de suyos. Sus labios estaban partidos por el silencio... mi amor, tan frágil y tan fuerte a la vez...
- ¿Podremos estar juntos algún día? ¿Aceptarías acompañarme? ¿Recorrer el mundo junto a mi?.- A medida que continuaba preguntándole si me aceptaba más me acercaba a su cuello y más aumentaba la tensión en mi.
- Te acepto, te quiero y quiero estar contigo. Lo sabes, pero aún dudas de mi amor por ti... dudas de que esto sea real, pero lo es... por fin lo es. Yo también esperé mucho tiempo por alguien que me quisiera de verdad y lo encontré en ti.
No dudé más y clavé mis colmillos en su suave y tibio cuello... el dio un pequeño gemido acompañado de un sobresalto, después de eso se aferró fuertemente a mi. Por mi parte estaba totalmente absorta, nunca había experimentado tal placer. Su sangre era dulce, tibia... bajaba por mi garganta saciando aquella sed de soledad que había vivido largo tiempo dentro de mi, cada gota recorría mi cuerpo llenándome de fuerza... llenándome de vida, después de tanto tiempo volvía a sentirme viva, estaba completamente extasiada. Cada vez se aferraba a mi con más fuerza, su respiración era bastante agitada, de vez en cuando salía de el un tierno y suave grito..
Su cuerpo se enfriaba cada vez más rápido... ya no quedaba sangre corriendo por sus venas... ni una sola gota. En ese instante hice un corte en mi cuello para que el pudiese beber de mi, puse su boca sobre el corte. Comenzó a succionar de una manera desesperada, sus manos comenzaron a moverse por todo mi cuerpo buscando apoyo. Instintivamente me recosté sobre el diván que se encontraba a mis espaldas, el lo hizo sobre mi mientras continuaba bebiendo. Se levantó para tomar aliento y después se dirigió a mi boca en donde me besó... mis manos lo sujetaban, en tanto me besaba las tomó y las llevó a su pecho, después, terminando su cálido beso acarició mi rostro para volver a mi cuello. Por mi parte acariciaba su pecho,y su espalda... todo su cuerpo. Estábamos sumamente agitados... el me guió por segunda vez a su cuello de donde comencé, nuevamente, a beber de el. Ambos bebíamos del otro... por fin éramos uno solo... podía sentir sus pensamientos invadiendo mi mente... todos aquellos sentimientos entraban y salían continuamente, lo mismo pasaba con los míos; ellos invadían su mente sin previo aviso o permiso, sólo entraban y recorrían su mente.
Ya no estábamos en aquel diván, ambos habíamos caído, sin darnos cuenta, al suelo. Parecíamos dos niños traviesos jugando en la más pura inocencia. Me levanté y lo ayudé a ponerse de pie, ambos subimos las escaleras hasta llegar a mi habitación, nos tendimos en la cama y continuamos aquel rito de unidad. Dimos varias vueltas en la cama, flotamos hasta el techo en donde yo quede aprisionada entre el y el cielo. El se estiró hacia atrás como si se levantara... de su boca salieron un par de afilados colmillos acompañados de un fuerte gemido.
Ambos estábamos agotados, pero no era suficiente aun; el clavó sus colmillos en mi cuello, pude sentir como mi sangre corría por sus venas regocijándolo de placer. Para el todo esto era nuevo, esa sensación de poder ilimitado la invadía por todo su ser, sentía que iba a explotar.
- Tómalo con calma...- El me calló sutilmente con un beso.
Esto parecía no terminar... todavía estábamos acostados en el techo, sentía que mi cuerpo no podía más... estaba muy cansada, el también se veía bastante cansado. Fuimos bajando lentamente hasta quedar totalmente tendidos sobre la cama. Los primeros rayos del sol se asomaban por la ventana. El se acercó tiernamente hasta apoyar su cabeza con la mia en donde se quedo profundamente dormido, yo lo seguí después....