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Categoría: Hechos Reales

tristezas...

Ya no puede recordar como la llamaron al nacer, o mas bien cuando la llevaron para su primera casa, puede asegurar que no recuerda a su madre pues hasta el agradable olor a leche que tanto le gustaba quedó atrás, todo es muy vago en esos primeros tiempos y ya no le sirve para mitigar lo que ha tenido que padecer despues de esa etapa tan feliz.

Desde pequeña fue muy cariñosa, se esmeró para ganarse la simpatía de todos los que la rodeaban y trató de actuar como se esperaba que lo hiciera, para así ganar el afecto que tanto necesitaba.

Cuando estuvo apta para tener hijos, comenzaron sus sinsabores, no entendían que ella tenía sus preferencias y además su pequeño corazón y muchas veces fue castigada severamente porque no respondió a los reclamos de mas de un macho enardecido...
Despues de varios intentos fallidos llegó el amor y solo así pudo cumplirse el acto de apareamiento tan vital y necesario...

No puede quejarse de es momento de su vida, la alimentaron bien, le dieron medicinas para que su prole naciera fuerte y sana y esperó pacientemente el tiempo reglamentario para poder disfrutar de su cría, llena de atenciones y cuidados por parte de todos los que estaban a su lado...

Cuando llegó el ansiado momento trató de ayudar en todo lo que pudo y valió la pena porque el resultado fue grandiosos, de la noche a la mañana se vio rodeada de unos indefensos seres que clamaban al igual que ella en su oportunidad, de mimos, calor y alimento...

Lo que nunca va a perdonar es que se portaran tan crueles con ella y que aquellas personas inescrupulosas que la atendían no le permitieran disfrutar plenamente de la crianza de sus hijos, pues cuando ya estaban encantadores y se empezaban a independizar, alguien se esmeró en romper esa felicidad y utilizando una treta maliciosa los separaron de ella sin darle el derecho de una despedida.

Así se fue repitiendo la historia por muchos años, se ilusionaba, volcaba todas sus fuerzas en la crianza y cuando mas embullada estaba, quedaba sola en espera de otra oportunidad con la vana esperanza de que algún día disfrutaría de una familia verdadera.

Tantos partos menguaron sus fuerzas y eso bastó para que el desprecio saliera a flote y cada día aumentaran las represalias para con ella; muchas veces quedó sin comer o beber agua, relegada a un rincón oscuro y lejos de los que hasta ese momento habían sido sus parientes mas cercanos...

En una de sus obligadas relaciones contrajo una enfermedad infecciosa en la piel y el pelo comenzó a caérsele, ella que había presumido de su bello color y de su suavidad, tuvo que aceptar aquella desgracia sintiendo cada día el avance de la terrible devastación; La tapa al pomo la puso el último parto, estaba tan depauperada por los malos tratos y la falta de alimentación que no pudo lograr un solo hijo y tuvo que ver con terror como uno a uno venían al mundo esqueléticos y sin aliento...

Esa misma noche, adolorida y desfallecida la lanzaron a la calle, no hubo un rasgo de piedad ni de consideración por todos sus años entregados tan fielmente y así comenzó su peregrinar...

Está consciente que no murió porque mas de una mano caritativa le dio un bocado de comida y un sorbo de agua; pero no pasó de ahí, pues su aspecto era tan repulsivo que no permitía la posibilidad de encontrar un techo para descansar su cansado esqueleto, pues en eso se convirtió su otrora esbelto y fuerte cuerpo.

Deambuló no sabe ni porque tiempo, ya casi no podía sostenerse en pie y muchas veces tuvo que recostarse a las paredes para acopiar fuerzas y poder continuar su vacilante e incierto camino. Se acostumbró a que la miraran con asco, la empujaran con desprecio y hasta que la agredieran con ferocidad, de una de esa agresiones salió tan mal parada que creyó que no sobreviviría , pero luchó y continúo a pesar de una terrible herida que le quedó del encuentro la que se infectó por falta de curación convirtiéndose en una pestilente costra que aumentaba su desagradable aspecto...

No sabe como cierta noche en que llovía torrencialmente y buscaba un sitio para guarecerse fue a parar a un lugar por el que nunca había pasado, habían unos niños y para su asombro no la rechazaron, se le acercaron con curiosidad y lástima y le abrieron la puerta del vestíbulo donde se encontraban jugando para dejarla pasar y que no se siguiera mojando. Todo hubiera sido perfecto si una furiosa mujer no se hubiera atravesado en su bien ganado descanso y armada de una escoba comenzara a empujarla hacia la lluviosa noche, tal fue el escándalo que una vecina que entraba en ese instante y al ver su lamentable aspecto la recriminó y le dijo que la dejara por lo menos hasta que escampara, con asombro pudo ver como se le acercaba le acariciaba su maltrecha cabeza y la miraba dulcemente, eso bastó para saber que había llegado a su destino...

Pensando todo aquello no se percató que la joven se había marchado y casi a rastras comenzó a subir la escalera por donde había subido su salvadora, tropezó con una puerta entreabierta y con el último impulso logró empujarla y entrar, la vio sentada frente a una mesa, llegó hasta ella y cayó a sus pies...

Casi desmayándose escuchó su voz:
- Pobrecita está extenuada, le voy a preparar un lugar para dormir...-

Y otra voz que le preguntó:
- ¿La dejarás dentro de la casa con lo apestosa que está?

Entonces escuchó unas palabras que a esas alturas de su vida jamás esperó ...

¡Claro, así no la voy a lanzar a la calle¡ ¿ No ves el aguacero que está cayendo?

A partir de ese momento todo resultó mágico, al otro día despues de un largo y reparador sueño, un buen baño liberó su maltrecho cuerpo de suciedades y su alma de penas...

Aquellas manos curaron sus heridas, prepararon sus alimentos y le prodigaron ternuras; había comenzado para ella una nueva y no esperada etapa en su vida...

Ya ha pasado mucho tiempo, está completamente recuperada, su pelo vuelve a relucir como antaño y todavía surge el asombro en quienes la vieron llegar o ven las fotos que le tomaron en sus primeros días de estar en casa y la observan ahora rozagante y llena de vida...

Sus tristezas son recuerdos de algo que nunca debió de ocurrir, ahora solo sabe que es una Boxer, que se llama LLUVIA, por el día que llegó bajo un torrencial aguacero, que está rodeada de amor y que su anterior vida fue realmente...

¡UNA VIDA DE PERROS...!
Datos del Cuento
  • Categoría: Hechos Reales
  • Media: 5.07
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