Esta es la historia de un niño llamado Ricardo.
A Ricardo le encantaba hacer bromas a todos sus amigos, por lo que muchos de ellos se molestaban ya que las bromas que hacía éste eran bromas pesadas y de muy mal gusto.
Muy a menudo los vecinos de Ricardo se quejaban con la mamá de éste por sus bromas pesadas.
Un día en la escuela de Ricardo se planificaba una gira familiar para que todos compartieran, por lo que de inmediato Ricardo comenzó a planificar las bromas que haría a sus compañeros de clases para divertirse.
_¡Que muchas bromas haré en el día familiar! _decía Ricardo _haré tantas que creo que moriré de la risa.
Los días pasaron y por fin llegó el tan esperado por todos los niños de la escuela, sobre todo por Ricardo.
Temprano en la mañana todos los padres y sus hijos se reunieron en el patio de la escuela; cada cual trajo algo de comer para compartir con los demás.
Tan pronto como llegaron los autobuses todos subieron a ellos llenos de júbilo y mucha alegría; estaban contentos pues irían al río de pasadía.
Llegado el momento todos comenzaron a bajar del autobus y procedieron a colocar todas las pertenencias en un lugar seguro.
El río corría rápidamente, con fuerza y muy frío.
Una vez todo ubicado, los niños se retiraron a jugar.
Ricardo comenzó con sus bromas por lo que todos los niños le llamaron la atención.
_¿Es qué no te cansas de hacer bromas pesadas? _preguntó Manuel.
_¿Por qué no vienes a jugar y dejas las bromas? _le preguntó Sonia.
_¿Por qué todos ustedes son tan aburridos? _argumentó Ricardo_¿Es qué no tienen sentido del humor? _volvió a preguntar.
_No somos aburridos _le respondió Freddie _lo que sucede es que estamos cansados de tus bromas pesadas.
Ricardo se alejó del grupo mientras éstos permanecieron jugando.
Al cabo de un rato se escuchó a Ricardo gritar:
_¡Auxilio!,¡Auxilio!,ayudenme por favor.
_De seguro que es otra de sus bromas pesadas _comentó Mara.
_¡Auxilio!,me caigo, ayudenme por favor _volvía a repetir Ricardo.
_Si claro, ayudanos tu a nosotros que nos ahogamos _se burló José, pero Ricardo era insistente por lo que los niños comenzaron a preocuparse.
_¿Qué tal si es cierto que Ricardo tiene un problema y no
bromea? _preguntó Carlitos.
_El se lo ha buscado por bromista _dijo Freddie.
_No perdemos nada con verificar si le sucede algo o es otra broma pesada _dijo Lili.
_Por favor me estoy cayendo, no es broma _gritaba desesperadamente Ricardo.
_Vayamos a ver que sucede _dijo Carlitos.
Todos los niños fueron a ver lo que sucedía y notaron que Ricardo se había caído por un risco y se sujetaba de la rama de un árbol.
_Sujetate Ricardo te ayudaremos _le gritó Mara.
_Rápido por favor, no puedo sujetarme más _decía Ricardo.
Inmediatamente varios niños fueron a avisar a los padres, mientras otros permanecieron junto al risco para darle ánimo a Ricardo.
Los padres llegaron de inmediato donde estaban los niños y Ricardo. Uno de los padres se amarró una soga por la cintura y bajó ayudado por otros sujetando a Ricardo por los brazos mientras los demás padres les ayudaban a subir.
_¡Gracias por salvarme la vida! _dijo Ricardo algo asustado.
_No vinimos antes por que pensábamos que era otra de tus bromas pesadas _dijo Carlitos.
_Si me lo imagino, pero desde hoy les prometo que nunca más haré una broma pesada _dijo Ricardo comprometido.
Todos los niños se fueron a jugar mientras los padres compartían amenamente.
Ricardo aprendió la lección por que las bromas pesadas por poco le cuestan la vida.
RECUERDA:Las bromas pesadas son de mal gusto; nunca las hagas.