Esta es la historia de una hormiguita llamada Lucila, la cual era inquieta y rebelde y nunca se cansaba de cometer travesuras.
Cuándo todas las hormigas caminaban en fila por el jardín, Lucila se escapaba y regresaba en la noche cansada y aburrida.
Cuándo todas sus compañeras de faena andaban trabajando para conseguir su terrón de azúcar o sus migajas de pan, Lucila paseaba y paseaba entre árboles y flores.
Una tarde mientras dormía placentera en lo alto de un naranjo, apareció un bachaco malintencionado queriendo molestar a la asustada y temblorosa Lucila; de repente aparecieron todas sus compañeras, y juntas pudieron ahuyentar al bachaco, que se alejo por el camino.
Cuándo todas las hormiguitas se retiraban Lucila comenzó a llorar, porque se sentía sola y despreciada; entonces todas las hormiguitas se abrazaron a ella llenas de felicidad y todas supieron perdonar a Lucila, quién desde ese día prometió no abandonar jamás a sus compañeras.
No obstante ser conciso, denota valores muy necesarios de inculcar en la infancia: el companerismo, la solidaridad y la ayuda mutua.Estuvo bueno el mensaje.