Aún sintiendo el candor de la piel de ella y la suavidad de sus cabellos, embriagado por el perfume de la novia, el dirige, feliz, su moto por las calles de la ciudad.
Se acuerda aun de la alvura de su piel, de la suavidad de sus cabellos dorados, pero lo que mas permanece en sus recuerdos es el verde de sus ojos.
Se envuelve en una onda verde de paz e encantamiento.
¡Verde esperanza!
Verde se tornó el mundo! Verdes las árboles. Verdes los edificios. Verdes las personas que transitan en las aceras. Verdes los coches que pasan velozmente.
Verde el cielo. Verde el viento. Verde el asfalto. Verde la esquina. Verde el semáforo...
¿ VERDE ?
¡¡¡ROJO!!!
Blanco...