Como cambiaron las cosas después que se vio que nada es secreto sobre esta tierra, son los giros, donde se demuestra que hay cielo y coronas, primaveras inconclusas y veranos que queman, no hay pasado, no hay futuro, solo un presente continuado que termina en un profundo abismo, apuro el paso sintiendo un tamborileo que aturde, corro, y el sonido aumenta en frecuencia e intensidad, huyo sin saber que me persigue hasta que la falta de aliento no me deja, me detengo resignado a caer en brazos de mi atacante hasta comprender que solo es mi corazón cuyos latidos atormentan mi conciencia.
Son los giros, esos que nos marean, aturden y asustan, debemos comprender que viviremos con ese temor hasta el final de los días, que somos una aglomeración de solitarios, que cada vida es una canción única e irrepetible que parece sin sentido, lo único que hace sentido en esta loca carrera eres tu, ese que no soy yo y que me permite realizar que no soy solo un animal, he visto a Dios en ti prójimo, no temas a temerle a los giros, vamos juntos en ese torbellino…
Señor Eddy: Cada día que vivimos es un regalo venido del cielo y de paso ya que estamos vivos sería bueno aprenderse a bailar un joropo para girar rítmicamente al compás de nuestras vidas. Además, si la vida fuera un movimiento rectilíneo y uniforme fuera muy monótona. Mejor acelerar el paso... Hummm... ¿Hacia el torbellino? Esteee déjenme pensarlo. Buena metáfora Eddy lo felicito. Con cariño Nathalie. PD: Ya somos varios los que caminamos con usted hacia el torbellino, pero en filita india,ejeje. Usted por supuesto de primero...Vaya con Dios pues...Aquí le seguimos, jejeje luego de asegurar los pasos. Para eso están los amigos, eh? En las buenas y en las malas... ¡Caray!