En los segundos caídos en un abismo, cerré y abrí mis ojos para volverlo a ver, para guardar en mi mente su rostro, aquel que tantas veces contemplé con admiracion, hoy se hacía una imagen agria, cuya exprecion no me podía causar mas que dolor.
Sus lagrimas se ocultaban con las gotas de lluvia y con sus ojos me rogaba que las palabras de mi boca cambiaran, pero las palabras ya estaban dichas, y solo quedaban penosos e interminalbes segundos, de aquellos que aunque no tienen sentido ni llevan a nada dejan una terrible huella que mas de una vez impide abanzar.
Noté rasgos en él que el tiempo jamás me habia rebelado, como mi reflejo en sus ojos, como el tic de su boca, como su exprecion llena de sincera angustia de la cual yo siempre fui ajena a conocerla, solo la noté en estos segundos perdidos en un agujero negro. ¿Eran buenos o malos? no valía la pena calificarlos, de igual modo me hiría con la misma determinacion.
Lo unico que quedaría grabado en mi sería este momento, este instante que pese a su corto plazo, me mostró en él lo unico que quise ver el día de ayer pero que ahora no valía nada para mi.
Y como si fueramos dos perfectos extraños me voy sin saludar, doy la vuelta, y camino sintiendome perseguida por su mirada, continuo dando pasos adelante, estando conciente de lo poco que la vida nos había otorgado y que lo unico importante fue su angustia en este abismo que ya había llegado a su fin, pero un abismo es un vacío en el espacio, y como tal, hay que tratarlo y hacerlo valer de ese modo...