¿Que es el Amor? el amos es una pequeña semilla que comienza a crecer cuando nadie lo espera, que brota en silencio desde el fondo de la tierra sin que nadie la vea, y que reconocemos cuando ya ha echado raíces en nuestros corazones, es un milagro que no comprendemos y que nos sorprende con su capacidad de crecer y de transformar nuestras vidas.
El amor es una suave llovizna que nos moja el rostro y nos refresca ante el calor de la rutina,un lugar del camino que no nos habíamos detenido a mirar y que nos ofrece el paisaje mas hermoso.
Es tu mirada que me dice que la soledad no existe y que también se pregunta que es esa chispa que se ha encendido entre nosotros que es eso que llamamos amor.

Una historia de amor y fantasía es la de una princesita llamada Carolina que vivía en un castillo muy lejos de aqui, ella quería estar en un mundo lleno de paz y alegría y exclamaba todo el tiempo:
¡Oh!, como quisiera estar en un mundo lleno de paz y alegría, mundo en donde no existieran guerras y todos tuviesen un corazón sencillo y humilde.
Un día, sus padres murieron en un lamentable accidente y la pobre princesita no hacía más que llorar y llorar, y su hermana Sabrina, ante la falta de sus padres, y como ella pensaba que la princesa Carolina era la hija preferida de sus padres, la odiaba con todas sus fuerzas, así que lo único que pensaba era buscar la forma de deshacerse de ella. Un día la princesita fué al jardín a cortas unas rosas mientras recordaba a su madre, decía en voz alta:
¡Qué rosas tan hermosas! ¡Son tan lindas como mi madre!

Una noche fría, de esas noches en las que el viento sopla tan fuerte, que hace bailar a los árboles y pareciera que silbara en la soledad de la noche, una sombra oscura atravesó el cuarto de la princesita dormida, y una voz maléfica conjuró un hechizo sobre la pequeña princesa:
-Princesita que crees en un mundo ideal, de ahora en adelante vivirás en el mundo en el que los corazones de los animales están llenos de tristeza, y jamás volverás a tu vida real. ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!....

La princesa desapareció, como por arte de magia, y a la mañana siguiente, los sirvientes comenzaron a buscar a la princesa que creia en los cuentos de hadas y que les alegraban sus días con sus cuentos y fantasías. Pero malvadamente Sabrina preguntó:
-¡Princesita! ¿Donde estás hermanita querida?....
Mientras pensaba:
-¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! como no aparecerá jamás, yo tendré la corona. Porque el hechizo que yo le hice anoche, jamás podrá deshacerlo nadie.

Cuando la princesita despertó, vió el mundo que jamas soñó.
Y del cielo, bajó un Dragón Púrpura de ojos saltones, y se posó ante la princesita:
-¡Guacala! ¡Una niña! ¿Qué hace una especie de tu tipo en éste mundo?
-¡Oh!, deagón, no sé cómo llegué aquí ¿Y por que eres tan antipático con alguien que ni siquiera conoces aún?
-Esa es una pregunta que jamás te responderé. Pero, por otra parte, ¡Sabes? sabrías muy rico envueltica en un pan de moscas con mostaza.
-¡Ñami! ¡Ñami! ¡Riquísima!

-Si quieres yo podría cocinarte algo más rico aún, si me dejaras, por supuesto.
-¡No!-gritó el dragón-
-¡Pero debes cepillarte esos dientes, porque tienes un alienticooooo!....
-¿Tu mamá no te enseñó que debes cepillarte los dientes después de cada comida?
De pronto el dragón se entristeció, porque su madre ya no vivía, y se fué llorando del lugar.

La princesita cayó en cuenta, que su madre no estaba con él, y recordó que la ella tampoco, así que ella también se entristeció. De pronto, un pájaro azul, la llevó donde la reina Rosa, mientras que en el lado oeste el dragón cantaba su canción:
-Soy un dragón malvado, molesto a los pequeños sin razón, cada vez que estoy triste, cuando alguien habla de mi mamá y yo.
Las abejitas a su vez cantaban:
Somos abejitas muy siniestras, y malvadas de verdad, somos sirvientes del dragón y nos gusta molestar.

Cuando la princesita llegó al castillo encantado, la reina Rosa le encomendó una misión:
-Princesita te hemos escogido para una misión, tendrás que reparar el corazón del dragón, y de todos los del mundo también y de esa manera regresarás al mundo real, para volver a ser el Mundo del Amor que era antes.
La princesita atravesó montañas, ríos, reparó los corazones de todo el mundo, hasta que por fin llegó a la casa del dragón y con dulces palabras le dijo:
-Dragón a mi también se me murió mi madre y mi padre, pero sé que ellos están en el cielo, observándome y guiándome como ángeles del cielo cada día de mi vida, y eso me hace más fuerte. Tu debes saber que tu mamá también está contigo siempre, y en las noches cuando mires al cielo la podrás ver como la estrella más grande de la constelación vigilando tus sueños y esperanzas.
-¿Eso es verdad?, preguntó el dragón.
-¡Claro! Ahora debes reparar todo lo que hiciste mal, y el corazón del dragón, comenzó a latir, y comenzó a crecer y a latir cada vez más rápido porque se dió cuenta que su tristeza solo lo iba a conducir a ser mas infeliz.
El dragón hizo lo correctó y prometió ayudarla s regresar a su mundo real.

Cuando la princesita llegó a su casa todos en el castillo se sintieron felices, pero la hermana no lo pudo creer y le preguntó:
-¿Como volviste?
-¡Oh!, esa es una respuesta que jamás creerás.
-Hermana debo decirte algo: Yo te envié a ese mundo, porque te tenía celos, pero todo el tiempo que no estuviste en el castillo, tu ausencia me hizo dar cuenta de que en realidad te amo, así como nuestros padres nos amaban a nosotras.

Mientras tanto, en el mundo del amor, el dragón extrañaba a la princesita más que nada en éste mundo y se dió cuenta que la amaba con todas sus fuerzas, así que decidió hablar con la reina Rosa para que lo convirtiera en un príncipe para poder casarse con la princesa.
Su deseo fue concedido, y al llegar al castillo de la princesa, la princesa también se enamoró de él, pero ella no sabía quien era en realidad, así que el príncipe le contó quién había sido él cuando ella lo conoció como un dragón amargado, y quién era él ahora gracias al amor del corazón de su princesita.
La princesa se sorprendió de lo que le contó y maravillada ante el cambio del dragón, le hizo ver que en realidad sus vidas juntas estarían llenas de amor y más amor.
Se casaron y vivieron muy felices para siempre, nunca más se escuchó de alguna discusión en el mundo del amor, y todo lo que la princesita había soñado se le hizo realidad al lado del hombre que amaba.

FIN

Autora: Elicel Colmenares Murillo