Ssss. Pasad despacio y cerrad con cuidado la puerta.
Que no murmure nada. Sentaos a verle sin arrastrar las sillas. Silénciese el mundo.
Mirad la paz que encierran sus párpados en esta noche fatídica.
Pero callad, callad, callad.
Ssss. Cállense los insectos de la ventana. Cállese la carcoma de su última cuna.
Váyanse hoy los basureros de esta calle, y quede sólo el sueño de los amarillos faroles en la niebla.
Pero callad, callad, callad.
Ssss. Cállense las puertas de los talleres. Enmudezcan los borrachos de la madrugada. Que no silbe el viento por las persianas. Que no pase dios por los poros de su blanca cajita.
Ssss. Callad, callad, callad.
Todo se calle, nada perturbe, que aun duerme mi niño envuelto en mi nana.