Habia una vez una frutita llamada Naranja Dulce que se enamoró de un principe llamado Limón. Pero cada vez que Naranja Dulce se acercaba a Limón terminaba llorando. Un día mamá naranja le dijo a Naranja Dulce, oye Naranja Dulce, porque siempre que hablas con el Principe Limón terminas llorando. Y Naranja Dulce le contestó: Ay mamá es que el principe Limón usa un perfume tan fuerte... tan fuerte, que cuando me le acerco me hace llorar.
Entonces le dijo mamá naranja a Naranja Dulce, no quiero que te vuelvas a acercar al principe Limón, porque si lo haces el será un limón partido. Bueno Naranja Dulce no le hizo caso a su mamá naranja y volvió a acercarse al Principe Limón. Un buen día mamá naranja llegó a su casa y encontró a Naranja Dulce llorando. Salió presurosa y le pegó tan duro, pero tan duro al principe Limón que lo partió en dos pedazos. Entonces Principe Limón dejó de oler tan fuerte. Naranja Dulce queria mucho al principe Limón y decidió casarse con él y de ahí que los llamaran Naranja Dulce y Limon Partido.
Naranja Dulce, Limon Partido
Dame un abrazo que yo te pido
si fuera falso mi juramento....etc.
Y colorin colorado este cuento se ha acabado.
Isabel Rincon