La joven, deseosa de conquistar a su amado y tener su corazón para siempre, acudió al templo de la sabiduría, donde después de hacer penitencia al fin fue recibida por la Divina Maestra, Reina de todos los conocimientos, a la que con esperanza y amor se permitió formularle su ansiada pregunta:

-Ilumíname, Divina Maestra, ¿Que debo hacer para ganar para siempre el corazón de un hombre?

-Lo que tú deseas hija mía, es tan fácil o tan complejo como tu disposición o convencimiento, pero deberás comenzar por lo siguiente:

“El camino hacia su corazón pasa por el estómago por lo que sin excusa alguna deberás ser excelente cocinera. Tres días por semana deberás llevarle su desayuno a la cama y dos más, condimentado con picante cuando amanezca crudo.

Báñate y arréglate bien todos los días. Usa benzal en polvo, además de un desodorante que funcione, usa perfume que no sea de imitación, lávate los dientes, no seas fodonga ni chismosa y por nada del mundo deberás permitir que él te vea con tu bata de franela, con tubos en el cabello, chancluda o con mascarilla de aguacate. Por nada del mundo y bajo ninguna circunstancia uses zapatos de “metedera” o suecos. Debes de ser siempre atractiva y por las noches usa lencería fina y de encaje, mantén tus senos firmes, concédele todas sus fantasías íntimas . No te permitas tener estrías, celulitis, patas de gallo y mucho menos engordar.

Alábale siempre su manera de vestir, sobre todo su combinación de corbata amarilla con camisa roja. Dile siempre que su madre es una santa. Delante de sus amigos compórtate como su servicial esclava. Haste fanática del fútbol y aficionada a las chivas. Conserva limpia y ordenada su colección de souvenirs de los table dance. Déjalo que sea infiel, al fin de que tú siempre serás la catedral y las otras, simples capillitas. No esculques en su cartera, porque encontrarás evidencia y tendrás que hacerte de la vista gorda. Nunca te atrevas a celarlo o a insinuar que estás molesta.

Por Dios ¡NO RONQUES! Es más, mantente despierta velando su seño. Exprésate de él como si fuera tu ídolo, tu Dios. Presume con tus amigas de su potencia, de su inteligencia y de sus hazañas nocturnas y diurnas.

Recoge siempre la tolla mojada qué él deja tirada después de bañarse o las colillas de cigarro y sus calcetines bajo la cama del dormitorio. Cédele siempre el control de la televisión, dale masaje en su espalda y sobre todo mantente siempre al pendiente lista para complacer hasta el más mínimo de sus caprichos. Concédele la razón de que el feminismo es una patraña y deja que él piense y decida por ti.

Lava su ropa con suavitel y plánchala con una raya impecable. Rasúralo y además paga todos sus gastos. Es mejor.... mantenlo pero no dejes que se te vaya ¡Lucha siempre por su amor!...

...La discípula comenzó a alejarse meditabunda y pensativa cuando escuchó la dulce voz de la divina Maestra de la Sabiduría....


¡Espera hija... Hay una cosa más...!

¡NO .... SI YA ENTENDÍ.... AHORA COMPRENDO PORQUE ME HICE LESBIANA....!!!!!