La paloma y el rosal milagroso
Iba una paloma volando por un hermoso jardín de rosas, sin darse cuenta, con una espina de un rosal se lastimó su ala derecha, luego de su herida pudo volar a la rama de un árbol que se encontraba en el centro del jardín.
Pasó mucho tiempo para que se le pasara un poco su dolor, vió por los cielos una gaviota a la cual llamó:
-¡ gaviota, gaviota ayúdame!,pero esta no la escuchó.
La paloma muy cansada y agotada se quedó dormida, sin darse cuenta, cayó de la rama y no pudo pararse para continuar su vuelo.
Dos niñas, hijas de la dueña del jardín,vieron la paloma:
-¡ Oh mira ¡ una paloma herida- .exclamó una de ellas-.
-¡Llamemos a mamá! -replicó la otra-.Luego corrieron donde su madre, las cuales ayudaron a esa hermosa ave y la curaron, la paloma se sintió muy contenta, al sentir el cariño de esas personas que la ayudaron, pero sentía que algo extraño pasaba.
La madre muy preocupada habló con sus hijas,
-Hijas lo siento,no podemos dejar vivír aquí a esta paloma, así que no se contenta mucho con ella, ya que su padre no lo permitirá.
Las hijas respondieron:
- -Pero mamá-, no podemos dejar morir a la paloma-.
La madre , les habla con cariño:
- Disculpen, pero tampoco podemos dejar que su padre la vea. Y decidieron al fin, que la curarían a escondidas para cuando mejorará la dejaran libre.
Pasó un tiempo y la paloma después de los cuidados que recibió, sanó de su herida. La familia muy triste, llevando su idea a cabo, la fueron a dejar muy lejos de la casa, en un gran árbol.
- ¡¡ Te queremos mucho, y jamás te olvidaremos!!
- Le dijeron- y así se despidieron.
La paloma muy triste, voló adonde el viento la llevaba. Llegó a una casa muy humilde, la cual vió una niña muy apenada, como ella, y se le acercó, la niña al verla, tomó a la paloma en sus manos y la comenzó a acariciar y le dijo:
- Palomita, ¡quién como tú, que en cualquier lugar encuentras comida! Y no pasas hambre, en cambio mis padres están muy tristes ya que no tenemos que comer, y yo no sé, como ayudarles.
De pronto una caricia, en que la niña le dio a la paloma vió que en su ala derecha, tenía una pluma que le brillaba.
La niña, corrió donde su madre y le mostró las plumas que a la paloma le brillaban. La madre muy contenta y asombrada le dijo:
- Hija mía ¡son de oro!-, y la abrazó.
- Al día siguiente vieron que la paloma, no tenía las plumas de oro, se entristecieron, ya que pensaron que se les habían desaparecidos, pero la madre las buscó y finalmente las encontró, en un rincón, bajó la mesa.
El padre las fue a vender a una familia de ricos, la cual le dieron muy buen dinero, lo suficiente para poder alimentarse durante una semana.
Lo más sorprendente, fue que cada semana a la paloma se le caía una de sus plumas de oro y así la familia, pudo alimentarse gracias a esa bella paloma, la cual llamaron “ la paloma de la suerte”
Aunque la paloma siempre supo que su suerte fue romperse su ala con ese rosal milagroso y el amor de esa familia que la cuidó, ya que gracias a esa desgracia ella tuvo sus alas de oro que ayudarían a las personas de corazón bondadoso y puro y así fue realmente feliz
Daniela Fabiana Rojas Sanchez
1º Medio “A”
Nivel 3
Nivelación Restitutiva “Los busca cuentos”
Liceo “Arturo Alessandri Palma”
Romeral, Región del Maule
Chile