Había esperado toda la vida por alguien que le quisiera. Finalmente apareció él, ofreciéndole toda una vida juntos, en las buenas y las malas. Tras mucho pensarlo aceptó, aunque no le amaba el sólo hecho de su compañía, le hacía sentir a gusto. Él no era el principe azul, pero la llevó a las nubes. Cuando él la necesitaba la tenía a su lado, ella le entregó sus mejores años, le díó su amor. Entonces comenzó a darse cuenta que la vida sin él no tendría sentido. Pero un día todo cambió, ya él no quería escucharle cuando ella tenía mucho que decirle, no quería tocarla, cuando ella más necesitaba de sus caricias, cuando ella lo necesitaba nunca estaba a su lado. Comenzó a entender, que se estaba acabando su mundo, que lo había idealizado, y era exactamente igual al resto de los hombres que había conocido, no era único como había pensado. Cuando le dió a conocer sus sospechas y que ya no podía continuar viviendo en esas condiciones, él le dijo que todo había sido un error y que había encontrado a la mujer de sueños y que estaría con ella en las buenas y las malas. Todavía hoy continúa amándolo en silencio, a pesar de que todavía se pregunte: ¿No sé por qué te quiero?