Deja de escribir, Patxi Gutiérrez, y escucha, habla tu subconciente de las cosas que no quieres oir. Deja la tristeza que suele estar triste al escribir. Olvídate de todo, no pienses porque piensas que pensar es droga para el autoestima que no coloca, solo mata. Te crees un angel sin alas capaz de volar, algun día que no sea hoy o mañana, alguien sencillo de vida sencilla que se complica pensando, un loco de las letras que no es capaz de expresar claridad es sus escritos, pero tiene esa sinceridad abstracta en cada una de sus palabras, pero sigues siendo como un avion de los que vuelan bajito, y el autoestima por los suelos buscando petróleo. Capaz de amar sin amarte a ti mismo, encerrado en modestia del miedo de no caer en la prepotencia que tanto detestas ver ajena. Ayudas a cualquiera que tienda la mano, o lo quieres ayudar, pero tu impotencia no lo permite. Y tus amigos existen, pero luego cae a noche, triste y te bañas en tristeza porque no quieres decir socorro, queredme un poco, pero callas. Tienes esa bondad natural garafiana que no sabes utilizar, porque tu inseguridad es insegura, y te falla, como te fallas a ti mismo, no a los demas. Deja de escribir, y escuchate.