No, no puede ser que se acerque una tormenta. Sí, si puede ser. Para el mes de septiembre siempre se avecinan tormentas a la isla. Desde que ví las tortolitas bajando por el camino, pensé que este año sí nos va a azotar un huracán. Recuerdo que cuando se anunciaba el huracán Hugo, vi el mismo comportamiento en las aves. Curiosamente, aunque son las más livianas, no perecen a causa del viento. Se internan en los matojos donde el viento no hace efecto. ¿Será por eso que presintiendo el huracán caminan por el lugar donde llegado el momento se aguarecerán?.

Pero que es esto, como he llegado hasta aquí. Donde está mi hogar y mi familia. El cielo se ha tornado muy oscuro, el viento ruge a mi alrededor, esas voces en el mar que azota implacable, me atormentan. Sí, reconozco la cima y en ella un arbol resistiendo la tempestad. Ya recuerdo,


Quise mirar en la tormenta
Para encontrar tu mirada
Y arrancarte los pecados
Que te han robado la calma.

Mas mi desvalido esfuerzo
Solo me dejó una congoja
Tener tu rama en mi mano
Y mirar callendo sus hojas.

Tal vez como sigo errante
Entre rafagas de viento
Disiparé tu tormento
Con el delirio de amarte.