Me encuentro yo en la sala de mi hogar, viendo al pez tan bello que me ah comprado mi madre. El pez hace un movimiento, y al instante, se detiene, y empieza a flotar en la superficie de la pecera.
-¡Mamá, mamá! ¡El pez está muriendo! ¡Pasame un vaso con agua limpia para meterlo!-
Cuando llego al lugar con el vaso de agua, el pez ya a muerto.
-Oh mamá, era un pez tan bello, ¿Porqué ah muerto?-
-Ay hijita mía, no llores, verás, después de la muerte, hay vida-
-¿Y en que va a ayudar eso? ¿Si la vida después de la muerte es la vida en el cielo?-
-Ya verás, llamame a esa señora que está estacionando su carro ¡Rápido!-
Salgo de mi casa y llamo a la mujer, camina lentamente hacia la puerta de mi casa
-¡Oh señora ah pasado lo peor!-Digo con lágrimas en los ojos-¡Mi hermoso pez ah muerto!-
-Tranquilizate niña, ven y verás que tu madre tiene razón, hay vida después de muerte...-
-¿¡Que tiene que ver eso con mi pez!?-
-Ya verás..., muestrame donde se encuentra ese hermoso pez y te enseñaré-
Le muestro el camino a la habitación donde se encuentra el pez. La mujer saca el pez de la pecera, lo pone sobre una toallita que ya se encontraba sobre la mesa, le da un masaje en las escamas, y de pronto, el pez empieza a moverse, intentando volver al agua.
-¿Ves?, solo ten fé, y verás que cuando algo muere, no significa que es el final-
Moraleja: Todo lo que muere no necesariamente se a ido a dormir el sueño eterno, más buen, puede volver a la vida, aunque crean que esto es imposible, es cierto, pero no vuelve a la vida en materia, sino que sigue vivo en nuestros corazones