CAPITULO II

“Una inmensa oscuridad”

Al poco tiempo Augusta empezó a recuperar la conciencia, estaba muy nerviosa por lo que había visto, mientras yo la calmaba, Sara le preguntaba a mi abuelo…

Sara: Señor ¿seguro que se siente bien?

Charles: Claro preciosa, mejor que nunca pero no puedo ver nada ¿Por qué no encienden la luz?

A mí me extrañó mucho, probablemente mi abuelo perdió por completo la vista porque era el mediodía. Y mi abuela le respondió

Margaret: ¡¡Pero, si es de día Charles!!

Julian: Llamaré al doctor  Lucas para que te revise.

Charles: No es necesario hijo puedo dirigirme a donde quiera, pareciera que mi ángel guardián me guiara ¡¡JAJAJAJAJAAJA!!- emitió una carcajada que nos causo miedo.

Y en ese momento la luz del día se fue desvaneciendo entre inmensas nubes oscuras, la incandescencia del sol palidecía y vientos tenebrosos soplaban sin cesar haciendo de un día hermoso, lúgubre y espantoso. Mi abuela y mi madre miraban en cielo, Sara se quedaba extrañada, quien imaginaría que mi abuelo estuviera provocando esa inmensa oscuridad por todas partes.

Julian: Bueno, será mejor que bajemos a desayunar-mencioné para tratar de calmar un poco los nervios de todos.

Augusta empezó a poner la mesa nuevamente Fausto el chofer y Dan el jardinero se dirigieron a la cocina y ahí, Dan empezó a hacerle preguntas a Fausto:

Dan: Tú sabes ¿Qué fue lo que pasó Fausto?

Fausto: ¿A qué te refieres?

Dan: Le disparan al patrón y muere, luego un temblor, luego el señor siempre no se murió y ahora el día esta horrible ¿no crees que es mucha coincidencia? 

Fausto: No inventes cosas Dan, solo son cosas que pasan, por muy raras que sean, no tienen  nada de sobrenatural, esto debe tener una explicación lógica, olvídate de esas ideas tontas jajaja, todo lo sobrenatural tiene una explicación lógica, mira hay gente que parece muerta pero al final resulta que siempre no, despreocúpate verás que las cosas mejorarán, tardará en arreglarse todo pero ya verás que esto después será todo una plática solamente. 

Dan: ¿En serio lo crees, o solo lo  dices porque tu tampoco tienes idea de lo que está pasando? 

Fausto: Estoy completamente seguro de que esto se va a arreglar, solo son coincidencias y nada más. 

Después del desayuno, llamaron al doctor Lucas para que revisara a mi abuelo. El doctor no tardó en llegar, entonces a su llegada le dije que mi abuelo estaba en su recámara con mi abuela.

Dr. Lucas: Buenos días señor Charles, parece que le provocó un gran susto a su familia, veamos de qué se trata.

Charles: Cosas sin importancia Lucas y unos cuantos rasguños sin importancia.

El doctor le dijo a mi abuelo que había perdido la vista para siempre y que no volvería a ver nada, solo sombras. Al revisar las heridas de bala se dio cuenta de que éstas habían desaparecido por completo, el doctor se quedó completamente sorprendido y entonces preguntó: 

Dr. Lucas: ¿Cuándo le dispararon señor? 

Charles: Anoche, pero ¿Por qué tanta extrañeza doctor?, solamente fueron rasguños que sanan pronto. Ah por cierto aquel inútil que intento asesinarme prometió que no volvería a ver la luz del día, tuvo razón, pero no contó con que viviría para contarlo, bien dicen “lo que no te mata, te hace más fuerte” 

El doctor solamente le sonrió a mi abuelo y le dijo a mi abuela que quería hablar con ella a solas a cerca de lo que paso anoche. Mientras, yo subí para arreglarme ya que mi hermana Elizabeth, regresaba de un viaje de negocios en Canadá; ella no supo lo que pasó con mi abuelo y por sugerencia me recomendaron no abrir la boca. 

Mi padre regresó a las minas para investigar si los trabajadores no habían visto algo extraño por allá en los últimos días no mencionaría nada de lo ocurrido claro, pero la curiosidad por parte de los trabajadores empezaría a ser más grande con el paso de los días. 

Mientras en la mansión mi abuelo estaba sentado en el sofá de la sala, cuando entonces llamó a Augusta. 

Charles: Augusta, enciende el televisor 

Augusta se extrañó de la petición de mi abuelo, pero al momento le respondió. 

Augusta: En seguida señor. 

Mi abuelo tiró un vaso accidentalmente que estaba sobre la mesa frente al sofá

Charles: ¡¡Oh!! Lo siento

Augusta: Descuide señor, lo limpiaré en seguida.

Charles: Esta bien; a propósito ¿Dónde está el cuadro que colgaba de la pared de la chimenea?

Augusta volteó rápidamente expresando cara de sorpresa, observó fijamente a mi abuelo y respondió.

Augusta: Se rompió señor debido al temblor

Charles: Ya veo

Augusta: ¿Disculpe?

Charles: ¡¡Ah!! Que si no tuvo arreglo

Augusta: No señor, se rompió completamente

Charles: Muy bien Augusta será mejor que continúes con tus deberes. 

Augusta se preguntaba ¿como mi abuelo se dio cuenta de que el cuadro se había roto?, lo veía fijamente a pesar de que mi abuelo no sabía que ella estaba justo en frente. 

Charles: ¿Augusta?, ¿Sigues aquí?, ¡¡¡Continúa con tus obligaciones que para eso se te está pagando!!! 

Augusta: Si señor, disculpe. 

Al momento que Augusta se dirigía a la cocina, sintió como si alguien estuviera justo detrás de ella una pequeña ráfaga de aire la incomodó y al voltear, mi abuelo la observaba fríamente a través de una vista perdida y al ver su expresión  ella tropezó, se levantó de prisa y corrió a la cocina.

Al llegar salió por la puerta de atrás y corrió al jardín para buscar a Dan cuando accidentalmente dio con el tras un golpe. 

Augusta: ¡¡Ayyy dioss!! Me espantaste Dan

Dan: ¿Pero que tienes mujer?, parece que viste al diablo.

Augusta: Bueno no exactamente el diablo, pero me asustó el patrón.

Dan: ¿Por qué?

Augusta: Empezó a preguntarme cosas, como lo del cuadro que estaba en la chimenea si ni siquiera ve, no entiendo cómo se dio cuenta y al ir a la cocina sentí como si realmente me estuviera viendo, me dio miedo Dan 

Dan: ¡Hay mujer no exageres! si el patrón no ve nada, mejor regresa a tus labores y yo a los míos, este clima está estropeando el jardín, anda regresa a la cocina, sabes que se molestan si no cumplimos con nuestras obligaciones

Lo que ellos no sabían es que tras la ventana de la sala una cara sumamente diabólica los estaba vigilando, estos espectros serían más seguidos, tal parece que al volver mi abuelo a la vida, algo extraño regresó con él.

Mientras en la estación del tren…

Esperaba con ansias a mi hermana, ya que desde hace tres años se fue y aunque nos escribía cada mes, no era lo mismo que estuviera en persona conviviendo con nosotros. Al salir por la gran puerta de la estación, expresó una enorme sonrisa en su rostro al momento de verme.

Elizabeth: ¡¡Hola Julian!! Que gusto verte

Julian: Igualmente querida hermana, cuánto tiempo ¿verdad?

Elizabeth: Sí, así es, para mí fue eterno vivir en Canadá, pero afortunadamente ya estoy de vuelta.

Julian: Y ahora ¿Cuánto tiempo te quedarás?

Elizabeth: Cuatro meses, tal vez cinco.

Julian: Vaya, suficiente tiempo para contarte muchas cosas que han pasado en tu ausencia.

Elizabeth: ¿En serio? ¿Como cuáles?

Julian: Te las contaré luego.-Realmente quería decírselo de alguna forma aunque me hubieran dicho que no, después de todo era parte de la familia.

Fuimos caminando hasta el auto y nos dirigimos de vuelta a la mansión. Mientras, en la mansión, en la recámara de mis abuelos, se encontraba mi abuela platicando nuevamente con el doctor acerca del asunto del abuelo.

Margaret: Pero doctor, ¿Está seguro? 

Dr. Lucas: Sí Margaret, es algo sumamente sobrenatural el extraño suceso que pasó con Charles, los disparos debieron matarlo, no es que desee que muera pero…

Margaret: Si doctor, entiendo lo que quiere decir, lo raro es que Charles se comporta como si nada hubiera pasado, Augusta me comentó que le ordenó encender el televisor, como si realmente pudiera verlo, cosas muy raras pasan doctor, yo creo que debemos investigar qué pasa.

Dr. Lucas: Tal vez el golpe al caer debido a los disparos debió provocarle amnesia, pero lamentablemente nunca volverá a ver, el nervio óptico se dañó, el tal vez quiere disimular que no ha pasado nada, pero la realidad es otra. 

Margaret: Es una tragedia, pero esperemos seguir adelante ante esta situación, será mejor que bajemos, Elizabeth y  Julian no deben tardar en regresar. 

Mi abuela y el doctor bajaron, el doctor se despidió de mi abuelo que estaba en su recámara ya por descansar,  Augusta lo acompañó a la puerta, y casualmente el doctor y yo nos encontramos en la puerta. 

Dr. Lucas: Hasta luego Julian, adiós Elizabeth me dio mucho gusto encontrarte por aquí, hablaremos otro día con más calma. 

Elizabeth: Hasta luego doctor, también me dio mucho gusto verlo.- Después de esto el doctor caminó hacia la puerta. 

Margaret: ¡¡Hola hija!! Que gusto verte ¿Cómo estás?, ¿Cuánto tiempo? 

Elizabeth: A mí también me da gusto verlos; ¿Y mis padres? 

Margaret: Tu padre está en las minas, fue a arreglar unos asuntos, tu madre está dándose una ducha y tu abuelo está en su recámara descansando; verás estos días han sido muy pesados para todos.

Elizabeth: ¿Por qué?, ¿Pasa algo malo? 

Margaret: No hija, sucede que… 

Charles: ¡¡¡HOLA ELIZABETH!!! , ¿Acaso no piensas saludarme?- dijo sonriendo 

Elizabeth: Claro que si abuelo- se acercó y le dio un abrazo. 

Mientras mi abuela, Augusta y yo nos quedamos sorprendidos y en voz baja nos cuestionábamos unos a otros el cómo supo mi abuelo que Elizabeth estaba aquí, si ya estaba en su recámara durmiendo.

Margaret: No creo que la haya escuchado, la puerta estaba cerrada y los ruidos de abajo no se escuchan, mucho menos las voces ¿Habrá alguna otra forma?

Julian: ¡¡¡¡ES IMPOSIBLE…!!!!!!

A mi tanta extrañeza de su parte me provocaba escalofríos, se comportaba como si nunca hubiera pasado nada, lamentablemente estaba equivocado mi ingenuidad era demasiada, pero al ver un cielo completamente oscuro vientos horrendos, y rayos a cada momento la tranquilidad que gobernaba allí, terminó al momento en que mi abuelo abrazó a Elizabeth, ya que observé lo que mi abuela y mi madre no, los ojos de mi abuelo cambiaron de blancos a negros, yo me horroricé al ver esto y disimule una molestia para retirarme a descansar, tal vez solo me imaginé tal cosa; subí, entré a mi recámara y al girar la vista hacia la ventana, unas largas y remarcadas letras en el vidrio que decían: ¡¡Te dije que  siempre estaría contigo!!!!,  se encargaron de perder mi escepticismo hacia lo sobrenatural, y al nunca imaginar lo que pasaría después, sólo sería el principio de una masacre inimaginable…

El capítulo III está en proceso…