La vida que había llevado con ese hombre solo era todo lo que ella había soñado y de lo que esperaba a su lado, suponía que ella había logrado ese futuro, pues había no tenido posibilidades de zafarse de otra manera de la opresión familiar. Tenia ciertos privilegios, aunque lo dudase, cuando estaba sola era totalmente libre, podía salir a la calle sin ser arremetida o estar en su casa y hacer lo que quisiera, eso si siempre y cuando no fuera tan tarde para que Marco llegara y no encontrara la comida hecha, lo amaba tanto como si aun fuesen novios. Como todas las parejas discutían, sin embargo a veces se decía si misma que estaba conforme, así a veces tenia tantos ratos felices como le fueran posibles. Madhaí, tenia 13 años cuando empezó a sentir cambios en si misma se había desarrollado igual o incluso mas que sus demás compañeras, generalmente ella estaría en primer año, pero su suerte en la escuela fue la excusa perfecta para adelantarla, ese año no asistió a su antigua escuela si no a una mas cerca de casa porque decía su padre que solo así podría tener mas control de su pequeña. Isaac,su padre, era una especia de monstruoso en su forma de vestal de hablar y de imaginar cosas llegar a su nuevo salón se asomo por un hoyito y solo vio bancas solitarias, pero al asomarse mas adentro vio a todos corriendo y aventándose, le dio pena, pues no sabia si entrar e interrumpir tan divertido juego, pero decidió entrar, al hacerlo todo quedo en un completo silencio, aunque trato de entrar lo mas silenciosa posible, pero no lo logro así que saludo y todos le aventaron papeles, pero entre todos se escucho un grito y al mismo tiempo todos quedaron mudos, quietos, de entre Norma y Cecilia, salio un joven alto y bien parecido, que le dijo al instante-“yo soy Marco,¿y tu eres nueva verdad?”-, a lo que ella contesto asintiendo con la cabeza, la tomo de el brazo y grito denle la bienvenida y todos obedecieron como ovejas a su pastor, ella quedo totalmente aterrada y a la vez asombrada, de el poder que el ejercía entre todos, no sintió los papeles que le caían en todo el cuerpo, solo lo veía, caminar y asomarse a la puerta, si no hubiese sido, porque el cerro la puerta y gritase “El loro” la hubieran acabado de golpes con papel, y al mismo tiempo como relámpagos se sentaron como si nada hubiese pasado. De pronto se abrió la puerta y entro un hombre alto y refunfuñando entre dientes, por el fondo se escuchaban cuchicheos, el hombre le dijo que se sentara señalando un lugar delante de Marco, la llamo por su nombre y todos empezaron a burlarse. Nadie le hacia caso pues ese maestro hablaba y hablaba entonces sintió una mano en su espalda y el se hizo adelante y le dijo
– Ese es el loro, ya te ficho- ella volteo le sonrió y le contesto
- Perdón, yo soy Madhaí- y le volvió a sonreír
- Tienes una bonita sonrisa y un nombre raro- pero entre su platica se coló una voz que les dijo - Silencio en esta clase solo hablo yo- Marco trono los labios.
Todo había ido muy bien hasta la hora del receso, cuando el con sus amigos la vieron sola, tomando su desayuno, hay empezaría todo.
- Esta chida la morra verdad Marco
- Si
- Hora, porque tan seco, pos no me digas que ya le echaste el ojo- dijo Patricio codeándolo
- Pues, te diré no esta mal ya veremos mas adelante.
- Si we, no vaya a ser que la Cecilia le rompa su madre- Dijo sonriendo frívolamente.
Después de todo Marco, no parecía interesarse en Madhaí lo mas mínimo posible, aunque ella tenia una cara angelical, una tez clara pero tan firme que parecía que estaba pintada, el color de sus labios contrastaba con todo, eran de un rojizo muy claro pero brillante, el color de su pelo era claro como los cabellos de elote, de pronto se veía oscuro y otras tantas veces con el rayo de el sol se veía clarísimo. En cambio el era fornido y alto, moreno, el cabello negro, y sus ojos tan profundos como el mar. Así pasaron casi un mes siéndose indiferentes, hasta que ella alcanzo una popularidad envidiada por tantas de sus compañeras, Cecilia odiaba verla, pues antes de que ella llegara fue la popular, de toda la escuela, pero aun así su hipocresía fue mas grande que prefirió estar a su lado para mal aconsejarla pero en verdad Madhaí no era tan tonta, pues sabia que no le caía bien. Cecilia lo que mas odiaba era que ni a ella ni a Madhaí, las tomaba en cuenta Marco, hasta que el vio en Madhaí ciertos actos que cecilia jamás tendría, pues a pesar de la popularidad jamás se porto payasa, si no que era mas sencilla que ninguna de las mujeres de la clase, así que el empezó a acercársele. En ese tiempo Madhaí jamás pensaría que el llegaría a ser lo mejo de su vida.
- Madhaí, oye ¿me podrías pasar lo apuntes?- dijo el
- Ya vez por saltarle las clases, he, esta bien, ten- y saco una libreta muy bien cuidada de su mochila.
- Oye, ¿te puedo acompañar a tu casa?, al fin vives a una cuadra de la mía- Le tomo el brazo
- No creo, mi mamá me puede ver y no se…
- Hay, ya no te hagas podemos ir todos así, tu mamá no se encabrona- ella sonrió y dijo
- Esta bien, pero… ¿Cecilia?
Ya esa ya quedo al pasado, ya vez anda con Sergio y según me quería, pero te veo a en la salida ¿si?
- Si – y se sonrojo y corrió a el salón.
-
Para cualquiera de las niñas de la escuela ese momento hubiera sido el mas importante de su vida, pero para ella solo fue un día mas, aunque ella sabia que a lo mejor ese momento, podría ser perturbado por Cecilia, aunque no se ilusionó mucho. Al llegar a ala salida el se aproximo a la puerta de el salón y la acompaño a su casa, atrás de ellos iba Cecilia con Sergio y aunque no parecía importarle no quitaba los ojos de ellos dos. Así pasaron mas de medio año, solo como amigos hasta que el ya no pudo mas y le pidió que fuera su novia. Era la pareja mas bonita de toda la secundaria, en vacaciones de verano el pidió a sus padres permiso para visitarla a diario, su padre no muy convencido le advirtió que si sus intenciones iban mas haya de una amistad ni lo soñara ya que el se encargaría de separarlos. La visitaba a diario y así hasta entrar de nuevo a clases, el aumento su promedio desde que estaban juntos y dejo de ser el vago del que se quejaba siempre su madre. Duraron juntos los últimos 2 años de secundaria juntos. La historia de ella no era tan simple como sonaba, pues a diario reñía con su padre ya que le prohibía ciertas amistades o actos, el era tan exigente con ella que a veces acababa por salirse de su casa y sentarse en la puerta a llorar su desgracia, su madre era golpeada por el casi a diario, y si se descuidaba Madhaí, bien hubiese podido tener la misma desgracia de su madre. Por pocas cosas en ese tiempo fue muy feliz, no recordaba nada que tuviese que ver con la unión de su familia.Ahora estaba tan feliz de que su marido jamás la haya tocado de mala manera y aunque a veces sufría por la infidelidades de el, se consideraba la mujer mas feliz de el mundo, solo por una cosa que empañaba su felicidad, a veces tema de discusión y otras tantas justificaciones por las mujeres que a veces llegaba a tener el, ella no había podido tener hijos, lo habían intentado tantos años que ya hasta había perdido la cuenta, por mas de 10 años ella no había podido encargar, desde aquello. “Dios dispone” le decía su suegra, ella sin en cambio se hacia de los oídos sordos para no reprochar o discutir. Aunque su fe en Dios ya había terminado a veces ella le lloraba tanto y le rezaba para que les mandaran un angelito.
Marco, había pasado el mayor tiempo de su vida con Madhaí, la amaba y aunque ahora ya no pudiesen ser padres el se sentía feliz a su lado, había tenido mujeres
como le fuesen posibles pero jamás las considero importantes, mas bien solo aventuras, a ella le perdonaba toda clase de actos, estaba ciego por amor. Al principio el se mostró cobarde sobre el destino que iban a tener, pero después de todo no le iba ahora tan mal, nunca pensaría que una noche les cambiaria todo.
Ella iba a cumplir 15 años y por supuesto su padre hecho la casa por la ventana, tubo la mejor fiesta que ninguna de sus compañeras, ella recordaba con tanta peculiaridad ese día, sus chambelanes lucían tan impecables entre ellos resaltaba Marco, a pesar de que fueron 10 los que la acompañaban el no se logro confundir. Después de bailar el vals, ella y Marco se apartaron de el grupo, con tanta confusión de los invitados, ni se noto su ausencia, ella lo tomo de el brazo y lo llevo hasta su recamara, pues estaba tan cansada de tanta gente, y deseaba como fuese posible huir de tal farsa,
pues sus padres se empeñaban en mostrar que eran una familia perfecta. El ya estaba tomado y ella cansada, de pronto se vieron envueltos en un matiz rosa, lleno de amor y de pasión el la hizo suya, sin importarle las consecuencias, si no mas que nada vivir el momento, ella se sintió tan amada por el que no tubo remordimiento, después de un largo rato el la vistió y salieron de la recamara como si nada hubiese sucedido, solo lo sabían ellos y se miraban con una fuerza tan grande que al encontrar sus miradas se quedaban mirándose fijamente. Esa noche ninguno de los dos pudo dormir, ella se sentía rara pero a la vez feliz. Terminaron ya la secundaria y ella debería ir a la preparatoria, las vacaciones de verano fueron testigos de lo que marcaría su destino, ella estaba embarazada y se lo dijo, Marco no dudo en hablar con los padre de ella, pero solo logro que lo corriera a golpes de su casa prohibiéndole volver a pisar el suelo de su casa. Marco no quería recordar tantas cosas entre ellas como su suegro lo corrió sin darle la oportunidad de llevarse con el a Madhaí.
En cuanto lo saco, el padre de Madhaí la golpeo mientras le gritaba el mal que le hacia, maldiciones y reproches, al fin dejo de golpearla hasta que se canso, su madre no menciono ni una palabra pues solo lloraba, su padre la llevo a empujones a su recamara y hay la dejo, en seguida entro su madre y empezó a curarla. Ella vio a la real Tirsá como nunca, su madre había desaparecido para convertirse en alguien ajeno que no conocía, le limpio los golpes con una ternura y con la misma le dijo:
- Mi vida, mira nada más lo que te hizo ese animal, porque así hija, te hubieras ido con el sin pedir permiso- No escucho ni una palabra de su hija y siguió diciendo- ¿Cuantos meses tienes?
- 3…- Dijo con una voz entre cortada que no era de ella.
- Aya afuera esta Marco y quiere que te vayas con el… vete… yo te ayudo cuando de duerma tu papá ya veré como le hago pero si te quedas… no se lo que te vaya a hacer…
Dejo de limpiarle y tomo una maleta, le guardo su ropa y cuando acabo la saco para que se la llevara Marco, después se acostó y espero hasta que su marido se durmiera, en cuanto lo vio dormido fue directamente a la recamara de su hija y la vio bañada en mar de sangre y ella no reaccionaba, ella la llevo a el hospital donde le dijeron que había perdido el bebé. Marco estaba ahí, le dolió tanto no abr podido hacer algo por los dos que se fue contra su suegro y le dijo:
- Después de esto, se va conmigo, no me importa si no lo quiere así, pero ella con un perro como usted no se queda- Lo azoto y el le respondió
- Por mi te la puedes llevar porque yo no la quiero en mi casa…-de pronto se escucho una voz dulce pero firme
- Esto no es más que el resultado de tus actos Isaac, no te quejes- Dijo Tirsá y por fin agrego- En casi 20 años nunca dije nada por miedo, pero hoy escúchame bien hoy es lo ultimo que me haces.
Después de eso Marco jamás volvió a ver a sus suegros juntos, a veces cuando Tirsá los visitaba llegaba a coincidir con el, pero jamás le volvió a dirigir la palabra, hasta hoy Madhaí y el no sabían que fue lo que por ultimo se dijeron, Tirsá ahora tenia pareja pero no se volvió a casar, en cambio Isaac, se caso con una mujer 17 años mas joven que ella, predicaba la felicidad que el lado de Tirsá nunca llego a tener. El recuerda como si fuese ayer, cuando ella salio de el hospital, no sabían que hacer, así que el le pidió a su madre que les rentaran temporalmente un cuarto, su madre no fue tan mala pues ella sabia el bien que había hecho esa mujer a su hijo y decidió que podrían
Habitar un pequeño cuarto que estaba en el fondo del patio y prometió no meterse al menos que la llamaran.
Cuando ella entro a ese cuarto lo primero que vio fue una estufita pequeña de el lado derecho y junto a ella una mesa con una silla, al fondo no muy atrás una cama que mas bien le tiraba a catre, y a la izquierda una cortina que dividía a esa cama de un colchón tirado en el suelo, la puerta era de madera apolillada pero si cerraba, a pesar de eso ella no se desilusiono de nada, pues sabia que apenas habían acabado de salir de la secundaria y con el trabajo que el tenia no les iba a alcanzar en mucho, sus pensamientos optimistas sirvieron de mucho, tampoco podía pensar en la perdida de su primer bebe, pues tenia la esperanza de volver a poder tener familia. La primera noche la madre de el les dio de cenar y los mando a dormir como si fuesen sus hijos.
Ella no podía caminar mucho, tenía su carita tan moreteada que más bien pareciese que en lugar de la golpiza que le dio su padre, hubiese sufrido algún accidente y que por suerte estuviera viva, el cuarto mas bien su nueva casa como prefería llamarle quedaba muy al fondo de la casa, tenían que atravesar un patio enorme y luego un jardín muy descuidado, así que el la tomaba de el brazo, al entrar el le
dio su maleta, para que se cambiara de ropa, el se paso de el otro lado de la cortina, ella se cambio y pensó al principio que el no la quería ver por lo fea que se veía con tanto moretón, después el entro y le dijo que el dormiría en el colchón y que ella estuviera tranquila que no la iba a tocar, esa noche fue su primera discusión pues ella no paro de llorar en toda la noche, pensaba que el la había dejado de querer, así que el se levanto y le dijo que dejara de llorar, ella se altero y le dijo que si la había traído para serle indiferente que prefería quedarse en su casa, entonces el la tomo con una tranquilidad y se sentó a su lado y le dijo:
- Aunque no lo creas y a estas alturas…-Trago saliva y le dio un beso en la frente- Quiero hacer las cosas bien, no voy a dormir contigo hasta no estar casados, te deseo tanto como no lo crees pero…
- Esta bien, entiendo…-Interrumpió ella y continuo- Perdón.
- No vamos a esperar tanto, tu madre va a dar el consentimiento y la mía también-Se recostó a su lado y espero que ella hablara
- ¿cuando va a ser eso?-
- En una semana o dos, depende…-
- ¿De que?- Dijo espantada
- De si alcanzo a juntar el dinero para pagar el juez, ya fui a ver…- Volteo a verla y le tomo la mano y continuo- Se que no lo hicimos de la mejor manera pero quiero decirte algo y aunque no parezca que quede solución…pero ¿Quieres ser mi esposa?...
- Marco, sabes la respuesta…- Lo miro con una dulzura y soltó a llorar…
- Gracias, nena, me voy a dormir porque mañana entro temprano a trabajar, tengo que abrir la panadería- ella lo tomo de el brazo y lo volvió a acostar y le dijo.
-Quédate a dormir aquí conmigo, se que no vamos a hacer nada, ha de ser muy incomodo haya abajo ¿si?
Recuerda ella que no pudo dormir por el calor que emanaba del cuerpo de el, era su primera noche juntos, no como marido y mujer si no juntos y lo demás no importaba, se acurruco en su brazo y así se quedo hasta que el se levanto y se vistió, ella quiso levantarse a darle de desayunar pero el la volvió a acostar, además no tenían nada en la casa para comer. Ella no salio de su cuarto mas que para lavar y hacer la limpieza, hasta que el llego de el trabajo y llevaba consigo cosas de el mandado.
Marco, recordaba lo bella que se veía cocinando y preguntándole como había sido su día. La panadería era de su tío el cual le tenía mucha confianza y le daba las llaves para abrir y cerrar, solo que nada mas le tocaba abrir y unas cuantas veces cerrar. Pasaron 6 meses juntos sin casarse pues ella creía que era más importante tener sus cosas y pronto se hicieron de una cama nueva, una estufa y poca ropa, hasta que por fin el le dio el dinero, para casarse, mas bien habían logrado juntar mas de lo previsto pues ella resulto ser muy buena administradora, no derrochaba ni gastaba mas de lo previsto. Se casaron un jueves, solo fueron sus madres a la boda y fue un día tan normal como otro.
No sentían la mínima necesidad de sentirse, después de todo habían estado viviendo juntos 6 meses sin hacer el amor, entonces a la hora de dormir, ninguno se acerco al otro, hasta que ella dijo:
- Marco, vida, ¿estas dormido?- Pregunto sin escuchar respuesta e insistió mas- Estoy feliz, por fin soy tu mujer, crees que logremos una vida juntos…
- No lo se, pero hemos estado juntos 6 meses y no hemos discutido, es un buen comienzo- Ella estaba a espalada de el y voltearon los dos a el mismo tiempo
- ¿Recuerdas el día de mis 15?…
- ¿Si porque?
- ¿Te dije cuanto te amaba?- El sonrió y le acaricio la cara y le contesto
- Más que eso, me lo demostraste…
- Si no hubiera pasado eso…-El le callo la boca con un beso y le pregunto
- ¿Te arrepientes?
- No, si no, no estuviéramos aquí…
De pronto, platicando se les fue la noche y se quedaron dormidos, ya después eso no tomo importancia, pero Madhaí recuerda que fue mas hermoso que la primera vez. La duda mas grande que atañía su existencia era el primer mes pues tenia miedo de haber quedado embarazada, pues tenia un retraso y solo fue falsa alarma y empezó a controlarse, ya hasta los 4 años juntos que decidieron tener familia ya que gozaban de una estabilidad económica y el cuarto pronto se convirtió en casa, y tanto como ella y su suegra se cuidaban y estaban juntas el mayor tiempo, pero lo intentaron mas de un año y jamas lo lograron, hasta que ella fue a el doctor y le dijeron que a raíz de el aborto que había tenido ella tenia mal su matriz y jamás podría tener hijos. Aunque no lo demostrara ella se sentía mal, se encerraba en su casa sin salir días enteros solo a alo esencial. Poco después su padre empezó a buscarla y como ella lo rechazaba, dejo de hacerlo y a ella jamás le hizo falta.
Sonaron unas llaves, es Marco de dijo a si misma, tomo un regalo que estaba en la mesa del centro y salio su encuentro. El traía en sus manos unas rosas rojas y un fólder, en cambio ella lo vio como si hubiera sido ese primer día cuando lo vio salir entre 2 niñas y verlo mandar a todos que se fuesen contra ella, lo abrazo y el le dijo.
-Estos son los papeles de la adopción….Feliz aniversario, mí amor…
FIN.