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Categoría: Misterios

Dime con quién andas

Jajajaja... siempre me lo dijeron y nunca lo creí.
Qué cómico resulta todo. La vida es una ironía. Cuando hace un par de años pensaba que el ‘dime con quién andas, y te diré quién eres’ no era una frase verdadera, que cada uno es quien desea ser y no depende de nadie, hoy ya no es así. Ahora creo en esa frase. ¿Y saben por qué? Les voy a contar...

Hace dos años atrás yo vivía sola. Sin mi familia, sin una pareja, sin alguna amiga con quien compartir los gastos. Sin alguna mascota que me hiciera compañía. Nunca necesité mucho de otros para estar bien.
Pero hace dos años también ocurrió que lo conocí a él. Lo conocí una noche de verano, calurosa y fatal. Faltaba el aire, no soplaba ni una gota de viento, la luna parecía ser el sol. Salí de mi casa a dar una vuelta. Y al girar una esquina lo choqué. Nos chocamos. Fue instantáneo... nos miramos y nos gustamos; y ya no nos pudimos separar.
Luego de ese momento nos empezamos a ver siempre, todos los días. Día, tarde y noche. Al cabo de tres o cuatro meses (no recuerdo bien) se vino a vivir a mi casa. Y ya empezamos a pasar el tiempo como marido y mujer. Continuamente juntos, dentro y fuera de esas cuatro paredes. Por la calle yo ya no era más ‘Carla’, ahora éramos ‘Carla y Manuel’. Siempre juntos, siempre.
Adentro de la casa vivíamos desesperados, necesitábamos el contacto continuo, precisábamos mutuamente del calor, la fuerza y la pasión del otro. ¡Qué sola había siempre vivido yo! ¡Qué momentos de felicidad me había perdido tanto tiempo! Pero pasando los minutos con él, sentía que recuperaba un poco de todo eso que durante tanto tiempo había desechado. Que durante tanto tiempo no sentí.
Al año yo ya prácticamente dependía de él. Manuel era mi vida. Cuando no estaba, me sentía débil, sin ganas de nada. Cuando estaba con él, enloquecía y lo abrazaba, lo besaba. Todas las noches hacíamos el amor de una forma salvaje y desenfrenada. Pero a la mañana siguiente se iba, y otra vez yo me sentía morir.
Llegué a ver a través de sus ojos, a oír con sus oídos, a sentir con su piel. Llegué a pensar, hablar y actuar como él. Ya no era yo misma.
Jajaja... ahora me río pensando en cuánto lo quise, cuánto lo amé. Y me río también pensando en cómo cambian las cosas. Cuánto lo necesité –sí, lo necesité. Y sin embargo ahora es una sombra de mi pasado. Una sombra que no me molesta demasiado. He podido rehacer mi vida... tomar el ritmo anterior a cuando me encontré con él.

‘Dime con quién andas, y te diré quién eres’... Manuel era un asesino. Sí, Manuel era un asesino. En su vida había logrado terminar con demasiadas otras, la de personas que no quería, la de personas que le eran indiferentes,... y también la de personas que él quería y hasta amaba. Todo lo que le llevara a satisfacer sus deseos de ese momento: plata, poder, pasión, adrenalina,... locura. Lo que en ese momento le llevara a matar. Él lo hacía. Por cualquiera de esos motivos.
El 19 de marzo (cuatro meses atrás) no sé cuál de esos motivos fue el que lo impulsó a abofetearme de una manera cruel, hasta hacerme sangrar boca y nariz. No sé cuál de esos motivos fue (quizá una mezcla de varios) el que lo llevó a tomar con su mano izquierda el cuchillo que estaba sobre la mesa de la cocina y amenazarme con él. Tampoco sé el por qué de ese bamboleo rítmico del cuchillo –movido por la mano de Manuel- delante de mis ojos asustados.
Pero de alguna forma logré salir de mi estado de parálisis en ese momento. Cuando mi vida pendía de un hilo, logré salir de mi estupor y pelear por ella.
No sé como hice, realmente no lo sé. Pero el cuchillo ese de acero terminó enterrado en su pecho, y no en el mío. La sangre brotó de su corazón, y no del mío. Los ojos que miraron con sorpresa y horror -primero a mí y luego al techo, antes de morir- fueron los de él, no los míos.

De eso hace 120 días.
Cuánto lo amé y lo necesité. Cómo llegué a hablar, pensar, sentir, y actuar como él. Como un asesino.

‘Dime con quién andas, y te diré quién eres’.

Jajaja... Me enamoré de un asesino. El también.
Datos del Cuento
  • Categoría: Misterios
  • Media: 6.11
  • Votos: 63
  • Envios: 3
  • Lecturas: 1989
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Comentarios


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2 comentarios. Página 1 de 1
Andrés.
invitado-Andrés. 21-05-2005 00:00:00

Me gustó mucho, la unica crítica que le puedo hacer es que quiza esta muy explicado al final, pero igual no me parece que eso le reste algo al cuento. La verdad muy bueno.

Celedonio de la Higuera
invitado-Celedonio de la Higuera 09-12-2003 00:00:00

como todos los que he leído de esta gran escritora. Después de leer esta historia he comprendido por qué llevabas tanto tiempo sin aparecer por la página. Yo ya estaba empezando a preocuparme, pero he comprobado que estabas muy ocupada en esos asuntos que nos cuentas. Me alegro de volver a leer algo tuyo y tan bueno como de costumbre. Saludos.

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