¡¡ Dinoding dinodong !! Ya suenan las campanas en Dinopolis, la ciudad de los dinosaurios, Un mágico lugar lleno de color y vida donde habita nuestro amigo Dino.

Ya es la hora, anuncian las campanas, comienza el xacobeodino, y Dino quiere por primera vez ser peregrino y vivir esa experiencia tan asombrosa de la que ha oido hablar años a los que lo han realizado. Con gran ilusión prepara su mochila con su saco de dormir, pues tendrá que dormir en albergues y si están llenos tendrá que dormir al aire libre, por lo que un saco siempre viene bien, tambien mete en su mochila agua freca,y pocas cosas más, pues no debe ir muy cargado,ya que le espera una larga caminata, eso si no puede olvidarse de su palo de peregrino, su concha y de sus sandalias. Dino se despide de su familia y emprende su viaje hacia Santiagodino, la ciudad del dinoperegrino. Nada más y nada menos que casi doscientos kilómetros de camino dónde vivirá con los demás peregrinos el valor de la amistad, compañerismo y aprenderá a valorar las pequeñas cosas de la vida. Dino ya lleva recorridos quince kilometros y se siente agotado, el no creía que era tan duro el camino, y piensa en el mérito que tienen los que lo logran. Mientras nuestro amigo Dino descansa a la sombra de un ciprés, ve que se acerca un grupo de peregrinos y entre todos destaca una, pero no creais que es por guapa, ¡¡ noooo!!, ¿ por alta? tampoco, como veo que no lo adivinais, os lo voy a contar, destaca por su sonrisa en medio de caras agotadas y sin fuerzas. Y el grupo decide parar a descansar tambien, por lo que en ese tiempo Dino hace migas con el grupo y curioso le pregunta a la peregrina Dina, el porqué de ir tan sonriente, si está agotada, desienta... Dina le cuenta que no es la primera vez que realiza el camino de Santiagodino y que ha aprendido tantas cosas y que se lo ha pasado genial,ha conocido dinosaurios de todas las especies, y que por eso repite cada año. Dino se ha quedado asombrado con su historia y eso le ha dado un motivo y fuerzas para continuar, pues tenía en mente arrojar la toalla y regresar a casa. Dina lo invita a unirse al grupo, pues acompañado el camino se le hará más breve, llevadero y divertido. Continuan la marcha ya repuestos de energía y dino se encuentra con má ganas que nunca, se siente arropado por los demás, ya ha experimentado el compañerismo de unos desconocidos y caminando irá descubriendo su amistad con Dina. Y asi fué, mientras caminan y caminan van contándose sus cosas, de donde vienen, el motivo por el que hacen el Xacobeodino, sus gustos e intereses, les da tiempo a contarse de todo, cae la noche y una luna llena ilumina sus pasos, ya queda poco para llegar al albergue, con suerte encontrarán sitio libre para dormir, cenar y darse una ducha. Al fin ven a lo lejos la luz del albergue, pero Dino se queda un poco intrigado al ver tanta cola para entrar, a lo que Dina le dice que no hay sitio, está completo, por lo que tienen dos opciones, continuar andando hasta el siguiente albergue o dormir allí fuera, Dino tiene sus patas doloridas, no cree que resista hasta llegar al próximo, así que decide quedarse allí, y dormir a la intemperie. Así que se asean en la fuente, comen un poco y a descansar en sus sacos. Dino nunca había visto un cielo tan estrellado, pues dormir fuera le brindaba esa oprtunidad, conocer el cielo, y en vez de dormir, se paso horas observándolas y poniéndo nombre a las estrellas, dinopolar, dinomega...y se quedo dormido sin darse cuenta con una sonrisa en la cara de lo bien que se lo estaba pasando. Amanece y continuan la caminata, acompañados de otro grupo de dinosaurios, que deciden unirse a ellos,cada vez son más dinoperegrinos,aportando historias,risas y lo mejor haciendo amigos, y así hasta llegar a su meta. Dino queda boquiabierto,al fin ha llegado, ha alcanzado su sueño, está tan lleno de experiencias y anecdotas que contar... Y corre hacía la cola para sellar su logro, con el sello del xacobeodino y así poder entrar a presenciar la obra tan maravillosa que han construido sus antepasados, y como buen dinopregrino poder pedir su deseo y ver balancearse el gran botafumeirodino sobre sus cabezas. Ahora toca la foto final, todos posan en Santiagodino alzando su palo de peregrino como símbolo de su llegada triunfal. Toca regresar a casa, pero esta vez no será caminando, eso lo dejaremos para el año que viene repetir la experiencia. Dino llega a su hogar con montones de fotos,recuerdos e historias que contar a los suyos, creándoles las ganas de apuntarse a la próxima caminata, pues se dice que, dinoperegrino consagrado repite a pesar de lo logrado.