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Dios piensa en usted

Dios piensa en usted.

(Relato religioso.- 105)

Los desastres, el sufrimiento y la muerte quizás hagan que nos preguntemos si Dios ve lo que está pasando o si le importa. La Biblia dice: “Porque los ojos de Jehová están sobre los justos, y sus oídos están  hacia su ruego, pero el rostro de Jehová está contra los malos que hacen cosas malas”. [1 Pedro 3:12].En este relato religioso tocaremos el punto sobre cómo nos ayuda Dios y sobre lo que está haciendo para acabar con el sufrimiento de la humanidad. Debido a la amplia explicación que consideraremos, vamos a dividirlo en tres partes, siendo esta la primera, la segunda se titulará “El sufrimiento no es un castigo de Dios” y la final “Dios pronto acabará con el sufrimiento”. Comencemos con la primera parte: “Dios piensa en usted”.

El papa Benedicto XVI, durante su visita al antiguo campo de concentración de Auschwitz, Polonia, dijo: “siempre surge de nuevo la pregunta: ¿Dónde estaba Dios?”. ¿Y usted, se ha hecho esa pregunta al ver una desgracia?. ¿Ha pasado por alguna experiencia traumática que le haya hecho pensar que Dios no se preocupa por usted?.

Sheila, que vive en Estados Unidos y creció en una familia con profundas convicciones religiosas, confiesa: “Desde pequeña he creído en Dios porque sé que es nuestro Creador, pero nunca me sentí muy unida a El. Aunque sabía que podía verme, pensaba que no me prestaba mucha atención. No creía que me odiara, pero tampoco que yo le importaba”. ¿Por qué pensaba así?. Ella explica: “Mi familia sufrió una desgracia tras otra y  parecía que Dios no nos ayudaba en nada.” Al igual que Sheila, puede que usted crea en el Dios todopoderoso y, a pesar de eso, se pregunte si él se interesa por usted. Esa duda también la tuvo Job, un hombre justo que confiaba en el poder y la sabiduría del Creador. [Por favor, lea en su Biblia los textos de Job 2:3 y 9:4]. Después de sufrir un golpe tras otro y perder toda esperanza, le preguntó a Dios: “¿Por qué ocultas tu mismo rostro y me consideras como enemigo tuyo?”.-Job 13:24

Pero, ¿dice la Biblia que Dios es el culpable del sufrimiento?. ¿Se interesa por la humanidad en general y por cada uno de nosotros en particular?. ¿Hay manera de saber si nos conoce personalmente, nos comprende y nos ayuda cuando tenemos problemas?. En los siguientes párrafos y en los otros dos relatos religiosos que hemos mencionado anteriormente, veremos cómo la creación y la Biblia prueban que Dios se preocupa por nosotros. [Lea Romanos 1:20].

¿Se fija Dios en usted?. Lo que nos enseña la creación: Los primeros 60 minutos en la vida de un recién nacido son decisivos, porque el vínculo que establece la madre con el bebé en esos momentos influirá notablemente en su crecimiento y desarrollo. En ‘The Journal of Perinatal Education’, la profesora Jeannette Crenshaw explica que, tras el parto, el elevado nivel de una hormona llamada oxitocina “estimula el instinto maternal cuando la madre mira, acaricia y amamanta a su bebé. En esos momentos, el cuerpo de la madre segrega también otra hormona que la “ayuda a interactuar con su hijo” y a estrechar el vínculo que los une. [La depresión posparto pude hacer que a algunas madres les cueste crear lazos afectivos con su bebé. Sin embargo, no deben sentirse culpables. Según el Instituto Nacional de la Salud Mental de Estados Unidos, la depresión posparto “es consecuencia de una combinación de factores físicos y emocionales,… No ocurre por algo que una madre hace o deja de hacer. La revista !Despertad! del 8 de junio de 2003, habla más sobre este tema]. Piense en esto: Si Dios creó un sistema tan complejo para que la madre esté pendiente del bebé y lo cuide con cariño, ¿no le parece lógico que Dios también se interese por cada uno de nosostros, que somos sus hijos?.[Hechos 17:29].

¿Qué nos enseña la Biblia sobre lo bien que nos cuida Dios?. Jesucristo, que conoce al Creador mejor que nadie, dijo: “¿No se venden dos gorriones por una moneda de poco valor?. Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin el conocimiento de su Padre. Mas los mismísimos cabellos de la cabeza de ustedes están todos contados. Por lo tanto, no tengan temor: ustedes valen más que muchos gorriones". [Mateo 10:29 al 31]. Poca gente se fija en todos los pajaritos que ve y mucho menos en los que caen a tierra. Sin embargo, nuestro Padre celestial se fija en ‘cada uno’ de ellos. Y los pájaros, por muchos que sean, nunca serán tan valiosos para Dios como un ser humano. Así pues, no hay duda: Dios se fija en usted. Es más, usted le importa muchísimo. Lea también los textos de 2 Crónicas 16:9, Salmo 34:15 y Salmo 31:7. Dios está muy interesado en nuestro bienestar y nos cuida con cariño.

Ahora bien, ¿comprende Dios los que usted siente?. ¿Qué nos enseña la creación?: Piense por un momento en el vínculo tan estrecho que une a los gemelos idénticos. Entre ellos existe una conexión muy especial. La directora de un centro para el estudio de los gemelos, Nancy Segal, que a su vez tiene una hermana gemela, comenta que algunos gemelos: “se entienden de maravilla sin necesidad de dar explicaciones”. Una mujer dijo lo siguiente sobre la relación que tiene con su hermana gemela: “Nos conocemos a la perfección”. ¿A qué se debe esa conexión tan singular?. Aunque a verdad que el entorno y la crianza son factores a tomar en cuenta, algunos estudios parecen indicar que la clave está en que su carga genética es muy parecida. Piense en esto: Dios creó el asombroso genoma humano, por lo tanto, es lógico pensar que él nos comprende mejor que nadie. Con razón el salmista David escribió: “Me tuviste cubierto en resguardo en el vientre de mi madre. Mis huesos no estuvieron escondidos de ti cuando fui hecho en secreto,… Tus ojos vieron hasta mi embrión y en tu libro todas sus partes estaban escritas. [Salmo 139:13, 15, 16]. Dios es el único que conoce y entiende no solo nuestra composición genética, sino todas la vivencias que han moldeado nuestra personalidad. Y por eso podemos estar seguros de que nos comprende mejor que nadie.

Lo que nos enseña la Biblia sobre lo bien que nos conoce Dios: El rey David oró: “Oh Jehová, tú me has escudriñado completamente, y me conoces. Tú mismo has llegado a conocer mi sentarme y mi levantarme. Has considerado mi pensamiento desde lejos. Pues no hay una sola palabra en mi lengua, cuando, !mira!, oh Jehová, tú ya lo sabes todo”. [Salmo 139:1, 2, 4]. Además, Jehová Dios conoce nuestros sentimientos más profundos, incluso intenciones. [1 Crónicas 28:9 y 1 Samuel 16:6,7]. Esto nos enseña que, aunque al orar no siempre sepamos expresar con palabras lo que pensamos y sentimos, nuestro Creador ya lo sabe. El se fija en ‘lo que hacemos’ y además, comprende ‘por qué lo hacemos’. Y no solo eso, Dios también es capaz de saber ‘lo que haríamos’ si nuestras circunstancias fueran diferentes. Así es, como fue Dios quien nos creó con la capacidad de amar, podemos estar seguros de que desea, es más, anhela, conocer y comprender nuestros buenos pensamientos y motivos. Lea 1 Juan 4:7 al 10 en su Biblia. También: 1 Pedro 3:12 y Salmo 32:8. Dios lo ve todo, es muy compasivo. El se preocupa por nosotros y nos comprende aunque nadie más lo haga.

¿Muestra Dios empatía hacia nosotros?. Lo que nos enseña la creación: La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona y de percibir, compartir y comprender sus sentimientos. El doctor Rick Hanson, especialista en salud mental, afirma que “la empatía está en nuestros genes”. Piense en esto: ¿Por qué nosotros somos capaces de mostrar empatía y los animales no?. La Biblia explica que Dios nos creó a su imagen. [Génesis 1:26]. Eso sinifica que, hasta cierto grado, podemos parecernos a él y demostrar sus excelentes cualidades. Por lo tanto, cuando alguien demuestra empatía por otra persona, está reflexionando la empatía de nuestro compasivo Creador, Jehová. [Proverbios 14:31]

Lo que nos enseña la Biblia sobre la empatía de Dios: Dios siente empatía por  nosotros y detesta vernos sufrir. Al hablar de la cruel esclavitud que sufrieron los israelitas en Egipto y de los cuarenta largos años que estuvieron vagando por el desierto, la Biblia dice: “Durante el tiempo de toda la angustia de ellos le fue angustioso a él”. [Isaías 63:9]. Fíjese en que Dios no solo sabía que su pueblo estaba sufriendo, sino que también sentía su dolor. En Exodo 3:7 leemos: “Conozco bien los dolores que sufren”. Y en Zacarías 2:8: “El que los toca a ustedes –dice Dios- está tocando el globo de mi ojo”. De modo que, cuando nos hacen daño, es como si se lo hicieran a él. La Biblia nos garantiza que, aunque sintamos que nuestro corazón nos condena o que no merecemos la compasión de Dios, él “es mayor que nuestro corazón y conoce todas las cosas”. [1 Juan 3:19, 20]. Dios nos conoce mejor que nosotros mismos. Sabe muy bien todo lo que nos pasa, lo que pensamos y lo que sentimos y se pone en nuestro lugar. Lea en su Biblia Isaías 58:9, Jeremías 29:11,12 y Salmo 56:8. La Biblia nos asegura de que podemos acudir a Dios en busca de consuelo, sabiduría y apoyo con la certeza de que nos ayudará cuando afrontemos dificultades.

En nuestro próximo relato continuaremos conociendo más de como es Dios y si relamente se interesa por nosotros bajo la segunda parte: “El sufrimiento no es un castigo de Dios”.

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