Don. Panchito esta triste porque corrieron a su yerno del trabajo y tiene que empezar a buscar trabajo, cosa que no esta nada fácil porque ya no es cualquier muchachito y cada ves mas las empresas grandes buscan emplear solo a jovencitos, hojala y Dios quiera no batalle para encontrar trabajo por su hija y sus nietos que ellos no saben que falte dinero en la casa están acostumbrados a que siempre hay de donde hacer el gasto y a vivir con un poco de modestia pero a vivir bien.
Uno si sabe lo que es no tener trabajo y dinero por meces enteros y viniendo de una familia numerosa como vengo yo eso es verdaderamente frecuente porque alimentar a dos no es tan difícil como alimentar a ocho y todavía varios en la escuela no fue nada fácil para mis papas que tenían que buscar como hacer rendir el poco dinero que llegaba a la casa y mas que en esos tiempos no havia tanto trabajo como ahora entonces si que era difícil porque eran pocos y muchos los que necesitábamos trabajar lo bueno es que las fabricas no eran tan estrictos en la edad de empezar a trabajar ya que algunos empezaban desde los quince años pero la mayoría desde los dieciséis porque sabían que la mayor parte de los muchachitos venían de familias trabajadoras y honradas que no batallarían con indisciplinas y niñerías, por eso la mayor parte de mis hermanos trabajaron en empresa desde los dieciséis años, para ayudar a la casa que siempre necesitaba mas dinero porque éramos muchos y creo que también nos casamos casi todos jóvenes para ser una carga menos a nuestros padres que siempre se la veían difícil para completar el que más o menos se acomodo en la ciudad allá se quedo pero yo no me hallé allá y mejor me quede en el pueblo en donde nací y pues espero morir ahí también.
De pronto empezó a recordar todos los trabajos que tuvo que hacer desde chiquillo que le tocaba ayudar a su padre en la siembra de la labor echando la semilla al surco y tapándola de tierra con el pie y desyerbar llevar el lonche cuando no trabajaba en la labor, ayudar a hacer leña o un poco mas difícil carbón y llevar a venderlo a la ciudad, recordó uno a uno los no pocos trabajos por los que a trabes de su vida tubo que realizar hasta que cansado de tanto pensar en trabajar y dolido de no poder hacer ya nada poco a poco después de dar el ultimo trago al café y apagar el cigarro se quedo dormido en su silla de junto a la ventana.