Larry entró a la Fortaleza Oscura. Pasó al salón donde estaba Maligno esperándole y riéndose maliciósamente. Era una horrenda figura de un demonio cuvierto de una gran armadura y un casco lleno de pinchos de acero.Pero se veían sus ojos rojos y su sonrisa malévola.
- ¡Ja, ja ,ja! ¿Por que has venido, perdedor?
- He venido a vencerte, salvar Haridor y rescatar a Sigrid Ulain. ¡Llámame ganador, fétido!
- ¡NO! No puedes matarme. Tu no has creado este reino. ¡Haridor no estuyo!
- Pero si de Jumbo. Jumbo te creo con su antigua mente tremenda, pero ha cambiado y está en contra tuya. Todos estamos en contra tuya: Sigrid, Bálder, Milkshaker, Shanna, Jumbo y yo.

Maligno se echó a reír. Luego dijo:
- Me transformaré en un dragón negro al que no podrás vencer.
- ¡Maligno, te ganaré!
Así lo hizo. Maligno se transformó en un horrendo dragón negro y rugía cómo cien dinosaurios enfurecido. Sobrevolaba por encima de Larry. Larry se dio cuenta de que el punto dévil era el cogote, y agarrando el amuleto saltó encima de Maligno y pasando por su cuello, le clavó la espada en el cogote y dio un gran grito. Maligno cayó al suelo, y decía:
- ¡Insensato, me has vencido, voy ha acabar contigo!
Maligno murió y se convirtió en polvo negro que acabó desapareciendo. También murió su ejército malvado que también se convirtió en polvo negro. Larry subió las escaleras y encontró dormida a una princesa de su edad. Era guapísima. Su pelo era largo y ondulado, ojos azules y labios rojos. Era Sigrid Ulain que despertó y vio a Larry. Luego salieron a fuera y el paisaje cambio. Haridor se lleno de ríos límpios, bosques espesos, montañas nevadas y un sol radiante. Se hizo más bello que Happyland. Allí estaban Milkshaker, Bálder, Jumbo, Shanna y todo el ejército de Happyland. Todos estaban contentos y felices. Larry abrazó a todos sus amigos.

Esa noche, Larry y Sigrid fueron reyes de Haridor. En cambio, Jumbo y Shanna dueron reyes de Happyland. Haridor y Happyland fueron reinos unidos por un hilo de amistad. Pero Jumbo y Larry debían volver a la tierra.
- Lo siento, pero Jumbo y yo devemos volver a nuestros respectivos mundos, pero procuraremos volver a visitaros.
- Pero Larry, cómo volveremos aquí.
Sigrid entregó un libro a Larry, y Shanna entregó un libro a Jumbo.
Luego, Sigrid dijo:
- Estos libros son vuestras aventuras. Con ellos volveréis aquí. Pero Shanna y yo queremos ver la tierra donde habitáis.

Jumbo y Larry así lo hicieron. Les enseñaron Nueva York, el sitio donde se encontraban las Torres Gemelas, la Estatua de la Libertad, etc... Pero después, enseñaron sus novias a sus amigos. Con Jumbo se quedaron sorprendidos, pero con Larry dijeron:
- ¡Valla novia más guapa tienes! - dijo Fredd.
- Parece una princesa, Larry. - añadió Butch.
Pero Larry contestó:
- Claro que es una princesa, mamotretos. - y guiñó un ojo a Jumbo. Jumbo sonrió.

Fin