Sigues sin dar rastros de movimiento alguno, ya no percibo tu sentir, ni tu respiración. Parece que hubieras muerto ante mi sexto sentido, ante mis ojos. Pero solo ante ellos, por que ante mi corazón sigues vivo, vivo en los recuerdos, en esas imágenes que recuerdo tantas veces. Mi mente escucha sin cesar tu voz, tu risa, tu respiración. Mi alma esta contigo en cada momento, donde quiera que te encuentres.
Se que cometí un error, el error de haber puesto mis sentimientos en tus manos sin pensarlo, sin siquiera pensarlo un maldito instante. Te di mis sangre, mis sentidos y tu todo lo tomaste. Hice de mi vida, tu vida. Basto una sola palabra tuya para tenerme a tus pies y robármelo todo. Te di lo que tenía guardado solo para ti, te di lo que nadie volverá a tener de mi.
Nunca supe tanto de mi, hasta el día que nuestros caminos se cruzaron, mi mente empezó a abrirse, mi corazón quiso compartir, mis brazos desearon tenerte y todos mis sentidos se volcaron hacia ti. Me invadió el amor, invadió cada gota de mi sangre, cada parte de mi cuerpo y cada rincón de mi alma.
No se si algún día pueda ver tus ojos, no se si pueda ver en ti la imagen y el sentimiento que viven dentro de mi, no se si algún día sucederá, mientras tanto seguiré esperando cada sol y cada luna, hasta que mi corazón pueda olvidarte. No se cuanto tiempo pasara, pero estoy segura que será el suficiente para dar tiempo a tu regreso.