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René Rivera, mi Historia, parte 2

? Esa era la pregunta que rondaba mi cerebro. Una tarde de enero una tal Mayra Paola me llamo. (Mayra era una niña de entre 13 o 14 años, su cabello era rubio y sus ojos eran negros estaba un poco pasada de peso. Mayra junto con Adalid, Julissa y Laura eran las mejores amigas de Miroslava.) Esa vez Mayra me dijo que Miroslava deseaba hablar conmigo. Miroslava estaba presentando un examen de principios de química y yo tenía hora libre. Eran las tres y media cuando Miroslava en compañía de sus amigas la llevaron empujando hacía mi. Aquí mi amiga tiene algo que decirte René, dijo una de ellas. Miroslava me pidió disculpas y me dijo que me dejaría de molestar. De ese tiempo data mi poema I´m free, I´m free, I´m free, el cual se lo dedique a ella al igual que el poema “ Domestica”. Llegó el 14 de febrero día del amor y la amistad. Pensé que me la iba a pasar solo como todos los años, ignoraba que Miroslava deseaba llegarme. En mi salón hubo intercambio de regalos, a mi no me toco con nadie. En ese tiempo mis amigos de tercero, de segundo, se habían ido y no eran de tercero sino de primer semestre o cuarto de preparatoria. Muchas veces pase a exponer solo. No acabe de contarte de Miroslava y ya te meto otra historia. ¡ Ah ¡ A veces los recuerdos se escapan sin cesar y no se logra establecer un orden. Como te iba diciendo ese 14 de febrero toda la tarde la pase triste. Eran las siete de la noche cuando Mayra me dijo: Miroslava me pregunto que clase de regalo te gustaría que te diera. - es una broma ¿ Verdad? – Te juro que no, ella toda la tarde estuvo pensando en ti ¿ Qué le piensas regalar? Ese día le di una tarjeta de San Valentín. Al otro día ella me agradeció y aproveche para hacerle platica y robarle un beso en la boca. Al principio se molesto pero después se dejo llevar por el momento. Durante el resto del ciclo escolar fuimos novios, terminamos a mitad del otro ciclo debido a que ella no me sabía comprender bien. En el tiempo que estuve en tercero me pasaron muchas cosas una de ellas es haber conocido a Jacobo Ruiz. Jacobo era un muchacho drogadicto que acababa de ser expulsado de La Salle debido a que le perdió el respeto a una compañera de su escuela. Desde que lo vi en mi salón me agradó mucho. Jacobo compraba las cajetillas de cigarro y después tiraba todo su contenido. No sé con quien conseguía cocaína y papel arroz y sustituía el tabaco con la droga. Una vez lo descubrí drogándose en plena clase de historia. Me dio lastima que sus padres estuvieran gastando su dinero en un hijo que sólo llegaba a reprobar. Jacobo era mi mejor amigo y le trate de hablar para que ya no se metiera esas cosas y no me entendió, por lo cual hable con la psicóloga de la escuela pensando que ella lo iba a ayudar. La psicóloga se lo comento a la directora y esta ordeno a los maestros que vigilarán muy bien a Jacobo. Tú sabes como son los drogadictos que no piensan y en cualquier momento cometen un error. Eso fue lo que le sucedió a Jacobo. La directora lo llamó y le dijo que un compañero del salón lo había delatado y que un profesor le había encontrado una bolsita de cocaína en polvo. Jacobo tuvo que ser expulsado nuevamente. Cada vez que me lo encontraba trataba de decirle que fuera a un centro de rehabilitación pero él nunca me entendió y dos años y medio después murió a causa de una sobredosis de droga. El tercer año fue relativamente fácil ya que no tuve problemas con matemáticas pero sí con Física. El maestro que me toco me caía mal. Su nombre era Rubén Ramírez Ríos. El primer bimestre me reprobó el segundo también el tercero la pasé con seis, el cuarto con siete. Acostumbraba a dictar problemas y ganaba punto aquellos que terminaban más rápido. Aceptaba hasta diez cuadernos y si alguien llegaba después ya no se lo recibía. En el penúltimo bimestre me apresure a resolver los problemas antes que todos pero como era malo para la matemática siempre me ganaban. Rubén intento ponerme nueve, pero sabía que con un nueve más la participación ( así le llamaba él echo de resolver los problemas, y ser ágil al entregarlos) estaba hundido. Rubén me dio la oportunidad de volver a pasar al siguiente día. No me quiso quitar el nueve pero me le plante y volví a exponer, hasta que me dijo: esta bien para que dejes de molestar te daré el diez. Esa fue mi última batalla en ese año. Cuando faltaba un mes para salir, de la escuela, la maestra de orientación vocacional, psicóloga Mayra nos llevó a un auditorio que tiene el hotel Camino Real. En ese auditorio la Universidad San Marcos, la preparatoria Salazar Narváez, el COBACH, se presentaron. La San Marcos presentó a unos muchachos bailando con la mascota de su escuela, la Salazar presentó a sus directivos y nos hablo de la ventaja que tendríamos si ingresábamos en su preparatoria. El colegio de bachilleres de Chiapas( COBACH) presentó un bailable donde se exaltaba la cultura prehispánica. Estas escuelas dieron folletos donde aparecían sus instalaciones, algunas decían que contaban con centro de computo y con docentes capacitados en cada área. La única preparatoria que me convenció fue el COBACH, ya que las otras dos era particular, por consiguiente la inscripción costaba más. Como ya lo dije antes, no pude entrar en el COBACH, ya que pasarse un año o dos del limite, que impone cada preparatoria significa ya no estudiar. Cuando me enteré que por causas de mi edad me habían cerrado las puertas quise llorar y lo hice. En ese instante llegue a maldecir a todas las instancias de gobierno que dejan que alguien que tiene el deseo de estudiar se quede sin su sueño. Sí fuera yo hijo de un empresario las puertas se me abrirían porque en este mundo solo el dinero y los apellidos aristócratas valen. Le suplicaba a los directores pero me decían que ellos no se tenían la culpa que el secretario de educación era quien regulaba los procedimientos de las escuelas de gobierno.- El limite es de 17 años, su hijo ya se pasó dos años ya no se puede- Señor, aunque usted me ponga en la tarde, por favor acépteme, deseo estudiar y ser alguien en la vida- Lloraba pero muchos de estos directores eran inconmovibles y me decían: Así es la ley que impone el gobierno nosotros solo la acatamos. Existe la opción de la preparatoria abierta. Su hijo puede entrar en una no todo esta perdido- Ya no llores papá, el señor tiene razón aunque sea poquito a poquito vas a llegar a estudiar- Quiero estudiar. Sí es necesario iré con el tal Licenciado Aguilar Bodegas, Secretario de Educación, para exigirle que me permita terminar mi preparatoria- No hijito, cálmate, no provoques problemas Dios esta con nosotros, él nos va ayudar- Créame que lo siento- Dios es más poderoso que el tal Aguilar Bodegas, y que todos los funcionarios públicos, sí no lograste entrar a una preparatoria normal, es porque ese no era su propósito- Bueno, señora, sí me disculpan tengo mucho trabajo- Entendemos la indirecta, ya no le hacemos perder más su valioso tiempo- Así fui creciendo. A principios de 1996 conocí a una muchacha llamada María José Sánchez Robles, ella era hija de la profesora Margarita Robles Tobilla. Asistía a la misma iglesia que yo. Por aquellos años mi iglesia acostumbraba a hacer cada verano una “ Escuela Bíblica Vacacional” y después un campamento de Jóvenes, donde podrían ir adolescentes. María José se escribió en dicha escuela. La primera vez que lo vi estaba escuchando una canción de Cranberries en ese tiempo estaba sonando un tema llamado Zombie. Se miraba tan hermosa con una grabadora pequeña con audífonos. Sus lentes negros y sus labios pintados de un color rojo intenso. como tenía yo dieciséis años me aboque más a la belleza física de aquella adolescente, y no busque su belleza interior. Era semejante a una muñeca de esos que están en los aparadores, sólo que esta era de carne y hueso. Imposible que sea producto de mi imaginación, ella era realidad y la tenía enfrente de mí. Con un nudo en la garganta me acerque a aquella diosa y le pregunte su nombre, después de responderme me aleje. Llego el domingo y ese día en la clase de adolescentes, ella estaba sentada junto a una ventana y le dije: hola, quisiera yo saber más de ti, ¿ Será que podemos ser amigos?. Ella me respondió: sí eso quieres, tal vez- Eres muy hermosa María José, quisiera ganarme tu confianza. Ella no me respondió y ese día se fue. María José, acostumbraba arreglarse bien, le gustaba mucho pintarse la boca de color morado y rojo. Muchas veces llego a la iglesia con unos lentes negros. La hermosura de Mary José era indescriptible porque a pesar de ser media morena, tenía un cuerpo bien formado. Usaba tacones altos. Pero esa muchacha como que no sabía lo que quería, tal vez no era mala como yo pensaba en ese tiempo, total que fui al campamento de jóvenes para estar cerca de María José Sánchez Robles. El tiempo que duro ese campamento se la paso con un tal Fidel. En ese campamento logre intimidar con una muchacha de mi iglesia, de nombre Alma Espinosa Tercero. Alma era muy amiga de María José. Cuando Regresamos del campamento, le dije, a María José, que me gustaría invitarla a pasear, ella me dijo que no le daban permiso, ése fue un pretexto. ¿ Porqué me atrevo a decir que fue un pretexto? Hay un refrán que dice que los ojos son el espejo del alma. Cuando me dijo que no le daban permiso bajo la vista para que yo no descubriera la verdad. Cuando fui a visitar a Alma le conté lo ocurrido y ella me dijo: ya que sabes escribir poesía porque no le escribes un poema, a nosotras las mujeres nos gusta que nos conquisten con detalles. Le escribí varios versos y se los entregue a Alma para que ella se los haga llegar. Cuando María José hablo conmigo le pregunte si había recibido mi carta, me dijo que sí. Ni siquiera me dio las gracias. La profesora Margarita para que no me sintiera mal me invento que su hija se la pasaba leyendo mi poema, con el tiempo logre comprobar que todo era mentira. Llego la navidad, en muchas partes del mundo este mes es muy especial. El día 24 en la iglesia hubo una comida( en ese tiempo era pastor un señor de apellido Duque, durante sus tres años que ministro los feligreses tenían una unión con sus prójimos, unión que desapareció cuando llego Carlos Mendoza) se sirvió pavo, pollo horneado, los Acevedo ( así se apellidaba una familia de mi religión) se lucieron llevando una reja de refrescos. Todos íbamos de traje esto y aquello. Este fenómeno de compartir la comida el 24 de diciembre, se siguió dando, durante el primer año que ministro Carlos Mendoza. Después los feligreses, se les empezaron a endurecer su corazón. A tal grado llegó ese desamor que el plan de salvación de lleva y traje quedó en manos de dos familias que siempre llevaban la peor parte. Me adelanté mucho en el tiempo, estaba comentando sobre ese 24 de diciembre. Resulta que en esa cena fue donde la profesora me dijo: René, estoy orando por ti, me he dado cuenta que eres bueno, un joven que siempre es amoroso con su madre, yo le dije que ella era mi único familiar, a lo que respondió: quiérela veras como Dios te va a recompensar con una buena esposa- Profesora, dice usted con una buena esposa, así como su hija María José. Los ojos café de la profesora Margarita me quisieron fulminar- Con mi hija no te metas, ella nunca se fijaría en ti- ¿ Porqué profesora, no dice usted que soy un muchacho bueno, entonces porque me lastima con esas palabras?- Vale más que te olvides de María José, mira hay tengo a mi sobrina Liliana, nieta de mi tía Judith Orantes Balbuena, ella es una buena muchacha- Profesora Margarita, deme usted una razón concreta para no fijarme en su hija, le juró que si ella me aceptará lucharía para darle todo lo que esta acostumbrada a tener y sobre todo nunca le haría falta amor, eso lo tendrá en exceso- Entiende que no puedo mandar en los sentimientos de mi hija. Esa conversación llegó a oídos de María José, quien se molestó mucho al enterarse que yo pretendía enamorarla. por consiguiente era indigno y diría hasta pecaminoso que un plebeyo pusiera sus ojos en una diosa.. María José Sánchez Robles, se presento ese domingo en la iglesia, ignorando que me iba a tratar mal, me acerque a ella y le dije: hola, ¿ Cómo has estado?- No me gusto lo que le insinuaste a mi madre, déjame en paz- Espérate, no fue mi intención ofenderte, que yo sepa no hice ningún pecado-María José me dejó con la palabra en la boca y se fue a sentar. Yo la seguí, continué diciéndole cosas, pero ella fingía no escucharme. Llegó el 31 de diciembre, el pastor, Eduardo Duque Madrid, dijo: después de la cena de año nuevo, los que desean ir a un convivió en “ Puerto Arista” tendrán que dar 250 nuevos pesos. Mi madre y yo, sabíamos que no podíamos desembolsar esa cantidad, razón por la cual me puse triste. Gracias a que la Juventud Nazarena dijo que por cada 7 jóvenes que se inscriban uno iba a ir gratis. Al escuchar esto me apunte y resulte el ganador. Mi madre deseaba ir pero no tuvo esa suerte. Para ese entonces la Profesora Margarita ya era muy amiga de mi madre y le dijo: sabe que hermana, yo también voy a ir a acompañar a mi hija- La profesora y mi madre se encontraban sentadas en el patio de la iglesia, junto a unos arbolitos, yo venía del baño. –H ola Profesora, ¿ Cómo le va?- Bien, estoy haciéndole compañía a tu madre- Me conformo con que mi pobre hijo vaya a divertirse- Comentó mi madre- Yo estoy feliz, debido a que voy a pasar mis vacaciones a lado de mi hija menor- La cara de Margarita Robles reflejaba felicidad, mientras que la mía tristeza. Me senté a lado de mi madre y le dije a la profesora: yo tenía la ilusión de que mi madre fuera, pero esa cantidad ella no lo gana y voy a tener que ir solo- Puedes acompañarte con los demás muchachos- Dijo Margarita – Es un convivió familiar no sería lo mismo- Que lastima, debes de conformarte, yo voy a esperar a mi hija, se va a poner contenta como yo, nada de lo que haga por mi Mary José es un sacrificio, es la única que me queda después de que me dejó mi Rocío y mi Gabriela se caso- Que se divierta profesora, comentó mi madre- María José Sánchez Robles se acerco a la profesora – Hola hijita, ¿ Cómo te fue?- Margarita le dio un beso en la mejilla a su hija. –Le comentaba a la mamá de René, que estoy feliz porque acabó de hablar con el pastor, y le di quinientos pesos para que viajemos las dos, al convivió que va a ver el año nuevo en Puerto Arista- Pensé que la cara de María José al escuchar la noticia, iba a ser de alegría pero fue todo lo contrario.- El año nuevo en Puerto Arista, no me agrada la idea, siempre que hay cualquier convivió quieres que vaya- Hijita te vas a divertir- Las palabras que escuchamos mi madre y yo, nos dejó helados de la impresión. María José con ojos de odio le dijo a su madre: ” NO ME GUSTA IR CON VIEJAS, PREFIERO IR CON MIS AMIGAS JOVENES”. Acabando de sacar su veneno contra su propia madre, María José, se retiró.-¿ Porqué permite que su hija le hable así? ¿ Nunca lo corrigió?- Inquirió mi madre. La profesora empezó a llorar- Déjela hermana, tal vez tenga razón los jóvenes siempre prefieren a los de su edad- Profesora una madre es una madre en cualquier parte y se le debe respeto- No me haga caso soy muy chillona, le voy a ayudar para que usted vaya a Puerto Arista, de paso me hace compañía, sale- Aquel 1 de enero como a la una de la mañana y acabando de dar el abrazo de año nuevo, el pastor de la iglesia Eduardo Duque llamó a los transportes Colón. Muchos ya se habían ido a sus casas a dormir. Afuera de la iglesia había aproximadamente 40 personas esperando el transporte que nos llevaría a la hermosas playas de” Puerto Arista”. Como era de esperarse por ser año nuevo los chóferes no trabajan. Estuvimos allí hasta las 4 de la mañana. Nuestro viaje no se efectuó, pero por un lado estuvo bien. Porque gracias a eso pude estar en mi casa todo el día, en compañía de mi madre. Como que Dios no quiso que fuéramos, seguramente porque adivinaba lo que más adelante iba a suceder entre María José y yo. A los dos meses María José empezó a asistir a una iglesia llamada “ La Familia de Dios” ahí se hizo novia de un muchacho. Lo único que supe de su novio era que estudiaba música en la UNAM. Fue en el 98 cuando volví a encontrarme con María José, había asistido a un festival del día de las madres. La seguía yo queriendo. Esa vez la profesora Margarita Robles Tobilla, asistió en compañía de su mamá la señora Francisca Tobilla Orantes y de su tía Judith Orantes Balbuena. María José se puso a platicar con dos jóvenes de la iglesia. Cuando le vi creí que María Elena López, la había invitado. Malena, como le decían cariñosamente, había sido maestra de escuela dominical y presidenta de la JNI ( juventud nazarena internacional) era una muchacha que sabía escuchar los problemas de los adolescentes debido a que estaba estudiando Sicología. Cuando vi a la hija mente retrocedió a aquellos primeros años de mi adolescencia. En aquel tiempo yo estaba de la profesora, mi próximo a cumplir veinte. Me acerque a María Elena y le pregunte ¿ Porqué invitó a María José? Los ojos café claros de María Elena se clavaron en mí y... no la invite, ella vino sola, fue la respuesta que escuche. No dejaba de verla, lucía esplendorosa. Seguía teniendo esa figura que enloquecía a los hombres. Tenía puesto sus lentes oscuros, llevaba una minifalda, seguía usando el lápiz labial morado que tanto me gustaba. Hubo un momento en que sus ojos taladraron mis pupilas. Los muchachos con quien María José platicaba le dijeron: ahí viene tu novio, ella les dijo que nunca me iba a ser caso. Eso lo supe porque después otro muchacho de la iglesia me lo comentó. En ese festival me habían elegido para decir un poema. El inútil del pastor Carlos Mendoza Ríos, programo la semana de la familia junto con el festival del día de las madres. Por esas circunstancias la familia Martínez que le toco dirigir el festival, clausuró mi numero, cosa que me indigno. Cuando supe que Los Martínez habían eliminado mi participación, le dije a mi madre que nos fuéramos. Los tiempos en la iglesia estaban volviéndose críticos porque en ese festival muchos cooperaron sólo por obligación. No sé quien dio una olla de fríjol y una ensalada, fue la peor comida que sirvieron, comparado con los grandes banquetes que había en tiempos de los pastores Rilley y Duque. A ese punto no deseo llegar, creo que me deje llevar por los recuerdos. Estaba contando acerca de aquella vez que vi en el festival del día de las madres, a María José Sánchez Robles. Después de eso decidí ir a visitarla a su casa. Tenía ganas de luchar por su amor, deseaba mostrarle mis sentimientos, era tan linda físicamente, pero de nada servía como ya lo dije antes no tenía ningún valor, ya que era una mujer vacía. Fui a su casa como a las tres de la tarde. Ella venía de la escuela. Me hizo pasar y conversamos un rato. Me dijo que como amigo me aceptaba pero que yo había mal interpretado las cosas. René, lo que sí te dijo es que muchas veces no vas a encontrarme, todo el día estoy en la escuela. A veces no vengo a comer y por la tarde tengo cursos de Ingles y de francés en la facultad de lenguas de la Universidad- Su advertencia me hizo comprender que me estaba dando una amistad condicionada. No había necesidad de recalcarme en donde tenía compromisos por las tardes. Sin embargo lo hizo para presumirme que ella era más que yo. El 7 febrero del 2000, yo pensé irla a buscar en su escuela, ella estudiaba en la UNACH en la facultad de administración de empresa. Yo contaba en ese entonces con veinte años. En aquel tiempo ella estaba en primero o segundo semestre. Llegue como a eso de las ll:00 de la mañana. Estaba Preguntando de salón en salón y un muchacho me dijo que los de primero y segundo semestre estaban en las aulas del fondo. Recuerdo que para ir a esas aulas tenía que subir por unas escaleras ya que los salones del fondo estaban en una colina. En los salones no me dieron razón y me mandaron a los salones de en medio. Los de en medio estaban en la parte baja, pero esos salones eran para los de tercero y cuarto semestre. Pensé que no la iba a encontrar pero en el momento en que bajaba las escaleras mis ojos lograron verla. Efectivamente María José estaba en los salones del fondo ( de atrás). En el momento en que la vi sentí un mayor ritmo en mi corazón. Todavía seguía siendo una muchacha hermosa. Ella venía platicando con sus amigos. Cuando me vio se fue a esconder al baño, y oí que adentro le dijo a una muchacha que si ya se había ido un loco que la estaba molestando. Como vio que yo me asome al baño se metió más adentro. Cuatro minutos y medio permaneció adentro. Si viera yo adivinado lo que estaba por venir en esos momentos me hubiera retirado. Pero no logre entender porque se comportaba de esas manera, sobre todo cuando me había dicho que podríamos ser amigos. En aquellos días me sentía muy solo y deseaba platicar con alguien, pero ella no lo entendió así. Reconozco que todavía tenía esperanzas de luchar por su amor. Su actitud me dolió y cuando salió del baño quise que me diera una explicación- María José, ¿Puedo platicar contigo? ¿ Porqué te escondes de mí? Todavía te quiero y te necesito para llenar mi vida, ¿ Porqué trata de lastimarme?- En primer lugar siempre fui clara contigo y te dije que no te quería y no creo que tengamos algún tema de conversación- Mary José, escúchame- No poseo mi tiempo, tengo un trabajo que hacer en la biblioteca- ¿ Te puedo acompañar? – No, eso es solo entre mis amigos y yo. Aquellas palabras me lastimaron, tuve ganas de acabar con mi vida, pero al mismo tiempo por orgullo quería negar que la seguía yo queriendo con toda el alma. La única manera de desahogarme era gritando que no la quería. Le dije que no deseaba volver a ver su rostro y que si se cruzaba en mi camino la haría pedazos ( yo me refería a destrozarle la vida, a hacerla sufrir, pero nunca pensé en matarla, ya que no soy asesino, si lo hubiera sido de todos modos no podría acabar con ella ya que la adoraba como a un Dios) Los amigos de María José se sorprendieron y algunos se acercaron a ella. Se la llevaron afuera de la escuela mientras yo me quede adentro. María José les explica a sus amigos que la pretendía y que si me comporte así es porque ella no le interese. Al salir intente hablar con María José pero uno de sus amigos me dijo: ella no quiere hablar contigo, y si en verdad la quieres deja de hacer escándalo. Ella se fue a quejar con su papá. José Luis Sánchez, era el nombre del padre de María José. Trabajaba como administrador de empresas, en el “Hotel Rica mar”. Por las investigaciones que hice cuatro meses después, ella llegó como a eso de la una a su casa y espero a Margarita Robles Tobilla. Quien se presume llego como a las dos de la tarde. María José llego bien asustada a su casa y le informo a su mamá que había llegado a molestarla a su escuela. María Jose´creyo que llege drogado a buscarla. .Después se fue a quejar con José Luis Sánchez y le dijo: un loco me fue a molestar a mi escuela. El padre asustado, por lo que le informaba su hija, contrató ese mismo día a cuatro guardaespaldas fuertemente armados, para que acompañaran a María José Sánchez Robles, a su escuela. Como a eso de las cinco de la tarde, del mismo 7 de febrero del 200, la Profesora rodeó su casa con elementos del cuerpo de Seguridad Privada. Esto con el fin de que sí llegara ese mismo día trágico a molestarla, los elementos de Seguridad Privada me detendrían y me hubieran puesto a disposición de las autoridades de la policía municipal. Ese era el plan actuar con violencia. Aquel maldito 7 de febrero del 2000, después de ir a ver a María José, me sentí mal. Llegue como a las doce y media a ver a mi madre a su trabajo. Ahí fue donde le informe que había estado en la Facultad de contaduría y administración de la UNACH. Ella me preguntó que había yo hecho allá- pues fui a ver a la hija de la Profesora Margarita- mi madrecita me dijo: ya fuiste a rogarle a esa india pata rajada, sí ya te digo la mamá que su hija nunca se va a fijar en ti. Mi madre se encontraba lavando ropa ajena, en una casa ubicada por la Colonia Las Palmas. En aquella ocasión tome la pecera de la ruta uno y al cabo de 20 minutos ya me encontraba en El Retiro. Del Retiro tuve que caminar como cinco cuadras hasta llegar a la zona Residencial “ Las Palmas”. La señora de aquella casa, me dejó entrar con la condición de que no le quitara mucho tiempo a mi madre. Mamita la Profesora no tiene derecho de prohibirme enamorar a su hija. Mi madre me miró a los ojos mientras con su mano derecha agarraba un puño de jabón y se lo aventaba a un vestido para después remojar aquella prenda con agua. Margarita sabe que soy un buen muchacho que más puede pedir, honrado, trabajador, ella misma me lo dijo. Sabe también que seré un esposo amoroso para su hija y sobretodo un excelente yerno para ella. Mi mamá empezó a restregar aquella prenda femenina y dijo: Josefa( porque así le llamaba) es una muchacha que note conviene, es engreída. Nunca será una buena esposa. Sí te casas con ella, no te sabrá respetar cuando vayas a trabajar te va a poner los cuernos. Mejor búscate una mujer sencilla. Vele a pedir disculpas. Aquel día me negué rotundamente, me dolió lo que ella me dijo, me dolió también insultarla pero presentía que sí ese mismo día iba a su casa para disculparme, algo malo me iba a pasar. Por eso mejor decidí irme a mi casa. En la tarde en mi humilde choza, recordaba la escena que había montado cuando estuve cerca de Mari. Llego el domingo 13 de febrero del 2000. Como a eso de las siete de la mañana, le dije a mi madre que no deseaba ir a la iglesia, porque María José Sánchez podría ir a armar un escándalo semejante al que hice en su escuela. Lejos estaba de imaginarme que María José iba a hacer un escándalo de mayores dimensiones que el que protagonice yo. Mi madre como toda mujer optimista me dijo: si tiene un poco de temor de Dios no te va a hacer nada, a lo mejor llega con su mamá y te van a hablar. Pero tanto le insistí a mi madre que no fui. Mi mamá estaba escuchando la predicación de Carlos Mendoza Ríos, cuando un joven del templo de nombre Adrián lo llamó y le dijo: hermana allá afuera lo buscan unos hombres quieren hablar con usted y su hijo. Mi madre no bien acababa de traspasar la puerta de la iglesia cuando José Luis Sánchez, padre de María José Sánchez Robles, en compañía de tres licenciados, dos testigos junto con sus guardaespaldas le dio la bienvenida a mi mamá. Según me comentó mi madre aquel hombre traía un rostro totalmente deformado por el coraje. Mi madre sintió temor ver aquella escena. Un guardaespaldas se coloco atrás de mi madre y otro adelante, hicieron un circulo y en medio quedó mi indefensa jefecita. José Luis le dijo a mi madre: vaya a traer a su hijo o si no lo entramos a buscar a la iglesia, óigalo bien señora. Con nosotros ese hijo de perra no va a jugar. Sabe usted lo que hizo fue a insultar a mi hija a su escuela. A una dama se le respeta. Dice mi madre que los ojos de José Luis echaban chispa de tanta rabia. Mi madre con el miedo dice que pidió a Dios que le diera fuerza para enfrentar a aquel hombre. José Luis Sánchez, señalo hacía donde estaban dos muchachos y exclamo: esos jóvenes vieron como su hijo llegó a la escuela de mi hija a faltarle el respeto. Señora su vástago amenazo de muerte a mi María José. Una amenaza esta tipificada como delito jurídico. A su hijo lo vamos a meter a la cárcel y saliendo lo vamos a matar. Mi madre todavía estaba temblando, vio como María José se retiro con los dos testigos a la esquina, mientras su padre junto con los guardaespaldas se quedaba hablando con ella. Ahora déjeme hablar a mi señor, comento mi madrecita. Mi hijo enamoró a su hija, ella lo trato mal, él no le gusto y fue ahí donde no sé supo controlar y amenazó a Josefa, pero él no es asesino. José Luis exclamó: era por eso, mi hija no me dijo que la había llegado a enamorar solo se limito a decirme que fue a insultarlo como un loco. Sí hubiera yo sabido eso no viera hecho este tipo de escándalo y menos frente a una iglesia. Entonces que vaya a hablar conmigo, no mejor no, pero vaya a hablar con la madre de mi hija, yo no vivo con ella. Soy un hombre casado y Mari José sólo es hija de mi amante( si María José viera escuchado eso, más orgullosa de su padre se viera vuelto) sí mi mujer se entera de esto tal vez pueda tener problema. Yo también sufrí el desprecio de una dama sólo que yo actué de una forma peor que su hijo. Que educada es usted señora otra en su lugar se viera opuesto y usted habló con calma. Mi madre exclamó: es que yo soy cristiana señor y me enseñaron amar a los que me ofenden. Los guardaespaldas de José Luis se retiraron, mientras que los Licenciados dijeron: si fue por enamorar tampoco nosotros hubiéramos venido. Ambos bandos se fueron y José Luis Sánchez dijo: hable usted con Margarita, a mí ya no me metan en eso. José Luis se retiro, mientras María José Sánchez Robles se separaba de los testigos, avanzando hacía mi madre. Se paro frente a ella y dijo: ya vio. Mi madre le dijo: si ya lo vi hermana, ya vi que usted se sintió más superior que nosotros. Dice mi madre que María José la miraba de pies a cabeza. María José se quitó sus malditos lentes negros y dijo: nunca le dije a su hijo que no lo quise por ser hijo de lavandera, el lo invento. Mi madre le respondió: no trate de disculparse si usted le dijo eso muy bien hecho, mi hijo debe aprender a no enamorar a gente que no son de su igual. mi mamá se enfermo gravemente por el coraje que hizo con el papá de María José. Después de seis meses el doctor le diagnostico Hiperglucemia, ( alto contenido de azúcar en la sangre) Yo tuve tanto miedo de que le diera una enfermedad llamada Diabetes. Yo había estudiado esa enfermedad y mi mamá afortunadamente no presentaba ninguno de los síntomas característicos de los diabéticos. La Diabetes como tú sabes, se manifiesta en una sed insaciable y el enfermo no para de orinar. Mi madre llevaba una vida fuera de esas anomalías. Dice un refrán mexicano: es mejor prevenir que lamentar y eso fue lo que hizo mamá. Ella me dijo que sí se toma la propia orina se reduce esta enfermedad. Creo que la fe mueve montañas y su fe hizo que mi madre redujera su azúcar. No cabe duda que lo que paso con María José, me dejo una triste experiencia. Pero de las experiencias triste se aprende en la vida. ( Empecé a escribir a mediados de 1996, mi primer taller fue a lado de Waldemar Non Tzec, y se llamaba los alientos del conejo. En ese taller conocí a Abel Hernández Palacios, Glorney, Cinthia Mabel Aguilar Villanueva, Juan Carlos Ramos Treviño, Don Amìlcar. Nos reuníamos todos los sábados en la biblioteca Jaime Sabines ubicada frente al parque Santo Domingo. En aquel tiempo teníamos un salón al fondo, pero poco a poco nos lo fueron quitando. En el taller de Waldemar aprendí a hacer las metáforas en a posición, lo epigramas, me enseño los anagramas, el truco que se emplea en los versos clásicos como el alejandrino, el soneto, el romancero y los juegos de palabras, las onomatopeyas, la forma que debe llevar un verso de acento fuerte con otro de acento débil. Nos dijo Waldemar que la poesía es como una música, que el poeta debe de educar el oído. Recuerdo una vez que era la víspera de navidad, saliendo del taller nos invito a un restaurante y esa vez brindamos por el año nuevo. Otras veces nos íbamos a empedar en El Che Garufas, claro que yo no tomaba licor, pero me encocalaba. Waldemar propuso en varias ocasiones que nos prestaran en El Sabines el video casetera, ya que tenia proyectos de que a través del cine nos adentráramos más a la literatura.. Los encargados de esa biblioteca se lo negaron. El grupo empezó a decaer, Don Amilcar se fue, vino Juan Carlos a sustituirlo. Glorney tuvo problemas con Waldemar, ella acostumbraba poner términos extraños en su poesía. Cinthia no ponía por que estaba presentando exámenes extraornidarios. Juan Carlos se alejo porque empezó a hacer su maestría. A Waldemar le dieron de director de la secundaria técnica 79, que actualmente se encuentra frente al mercado de los ancianos. A pesar de que los alientos del conejo se separaron. Yo seguía asistiendo el taller, que fue trasladado todos los sábados a la diez de la mañana en la 79. Entre a tercer año de secundaria el taller al principio tuvo vida como tres medio año, asistía Cinthia pero luego solo yo era el único tallerista. Todo termina cuando Waldemar se fue como director a un municipio a alejado de Chiapas. A principios de mayo del 2000 me la encontré con Glorney en la biblioteca. Glorney era una muchacha obesa y de lentes. Eran las doce del día cuando me habló- ¿Qué has hecho todo este tiempo?-Estuve en varios talleres de literatura-Con respecto a mí sigo estudiando leyes- Yo estoy buscando empleo, mi madre se enfermó y en parte fui el culpable- ¿Porqué?- Es que enamore a una muchacha y ella no le gustó, entonces se quejo con su papá y fue a buscar a mi madre y ella se asustó- ¿Quién se asusto la muchacha o tu mamá?- Mi madre, debí de enfrentar mi problema, pero nunca imaginé que las cosas adquirieran otra dimensión- ( Esa vez lo acompañaba una muchacha que estudiaba con ella.). Después me presentó a la muchacha que lo acompañaba – Yo vine a buscar unos libros de derechos jurídicos y aprovechando me encontré estos de poesía- Se ve interesante- Nunca me has platicado de tu papá, preguntó Glorney- No sé ¿a qué vino tu pregunta?- Curiosidad- Mi padre vive con otra mujer- Pero les da dinero-Ya tengo veinte años, no creo que la ley contemple pasarle pensión a un mayor de edad- Me comentabas que todavía estudias- Así es, últimamente tengo problemas económicos y a duras penas estoy pagando las asesorías que llevo- Quiero decirte que la ley contempla que te pase una pensión, él todavía cuenta con esa obligación moral- Anda a explicarle eso a mí padre, él no sabe nada de moralidad es mucho más ignorante que yo- Tú puedes hacer valer tus derechos- No me gustan los pleitos jurídicos, cuando tenía siete años mi padre le dijo al juez, que no podía mantenerme porque no tenía un trabajo de planta y últimamente le dijo que como vendedor de ropa sólo gana para sostenerse. El magistrado ya no le exigió nada- Que te parece sí el sábado nos vemos- ¿ A qué hora?- En la mañana, y de paso traes tu novela y tus poesías para ver que tanto avances tienes- Tú me vas a traer algo- Yo no tengo tiempo para escribir y todo lo que aprendí en el taller ya se me olvido, ¿te parece bien a las diez?- Ese sábado llegue a las diez, Glorney se presentó media hora después de lo acordado. Le comenté la trama de mi novela y le dije que estaba yo pensando escribir un libro de cuentos. Me preguntó sobre mis poesías- Veo que tú tienes nuevas composiciones, con respecto a tu novela le falta los guiones- No lo considero así- Yo así lo noto- Julio Cortazar, en Rayuela ya no le pone guiones, tampoco Gabriel García Márquez- Tal vez tenga razón, yo me he desconectado de la literatura en todo este tiempo- Glorney, siento que tu fuerte no es el arte- Sí lo es, pero no soy tan fanático como tú. Otro comentario es que la trama de tu novela me parece muy gastada- No puedo escribir como un Octavio Paz, ya que apenas estoy comenzando a redactar-Yo estoy pensando publicar la obra de un amigo que se murió- Me parece bien, ¿Quién le va a escribir el prólogo?- Estoy pensando en un amigo que es un excelente poeta- ¿Lo conozco?- Estuvo con nosotros en el taller, se llama Luis-No lo llegue a conocer bien porque cuando me integre al taller de Waldemar él se fue- Él esta viviendo en Tapachula, pero es originario del Estado de Puebla- Algo oí de él- Es el que escribió un poema titulado “ Espejo”-Aunque hay un poema llamado “ El espejo Humeante”- Ese es de otro poeta- Faltaban 10 minutos para que dieran la una de la tarde. Lo sé con exactitud porque apunte la hora ya que lo necesitaba para ponerlo en estas páginas- Glorney, ahora hay un taller de literatura aquí abajo porque no te integras- El otro día me encontré a Sergio Díaz y me dijo lo mismo, pero a veces no tengo tiempo- Me di cuenta que no le interesaba el arte- ¿ Ya has encontrado trabajo?- Todavía no, que te parece sí te invito a comer, pero antes pasamos a comprar el periódico para que entre los dos veamos que empleos se anuncian- Yo estoy buscando un trabajo de medio turno- Yo también, ya te comente que estudio leyes y necesito trabajar y estudiar- Abordamos la pecera ( guagua o bus) de la ruta uno, que pasaba por la Avenida Central. Nos bajamos en pleno corazón de la capital y después Glorney se encamino hacía un vende periódico. Enseguida nos sentamos en las bancas del Parque Central. Estuvimos por un lapso de media hora, buscando anuncios.- Encontré esto. Es cuestión de que lo vayas a buscar, es por la Calzada Samuel León Brindis- Me parece bien- (Aquel lunes fui a esa dirección, pero no era como decía el periódico de atender un modulo, sino que era un empleo de vendedor, y no me dejaba tiempo para estudiar)- Aquí hay otro, es de intendente de una escuela- Ese empleo lo vi el jueves pasado, y cuando hable ya estaba ocupado, no sé para que lo siguen poniendo- Hay uno de lavar carros- Ya fui y no me aceptaron, porque dicen que desean trabajadores con experiencia- No te desesperes, algo me dice que pronto tendrás trabajo- En este estado no dan mucha oportunidad- Tampoco hay que ser pesimista- A veces quisiera irme a Monterrey o Guadalajara, porque allá las oportunidades están a la orden del día-Donde quiera hay oportunidad- Créeme que no puedo, ya que soy el único hijo y por consiguiente no debo abandonar a mi madre, ya te conté que estuvo enferma- Lo importante es que ya se restableció- Todo por la tontería de ir a buscar a una muchacha que nunca me iba a amar- No te pongas triste, vamos a buscar un restaurante donde comer- Vamos- Yo deseo contarte un acontecimiento que cambió mi vida- Cuando Glorney me dijo esto me quede con la boca abierta, ya que ella era una muchacha que era un poco creída. Cuando estuvo conmigo en el taller “ Los Alientos del Conejo”, nunca comentó sobre ella y peor aún su trato fue pedante, cuando una vez yo le pregunté sobre los conceptos que rigen su vida.. Con el único que se llevaba bien era con Abel. Glorney Calvo le había pasado algo súper especial para comentarme eso.- Acontecimiento ¿ Qué cambió tu vida?-Cuàndo lleguemos al restaurante te comentó- ¿ Es algo grave?- Al contrario fue una experiencia que no sólo me impacto a mí sino a toda mi familia- La Glorney que más o menos era mi amiga, había sufrido una metamorfosis. Esto lo había notado desde el jueves que me la encontré en la biblioteca y me había invitado a platicar con ella el sábado, que era precisamente ese día. Llegando a mi cita ella me hace notar que le intereso como amigo y su trato es más cordial que antes. Durante el tiempo que caminamos por la Avenida Central me quede pensando en sus palabras ¿ Qué pudo cambiar el corazón de esa mujer? Esa respuesta iba a ser despejada dentro de unos segundos. Caminamos hacía abajo y llego por la Lotería Nacional yo le dije que frente a Telmex, había un lugar donde venden tacos, llamada “ Los Cochinitos”. Ella me señaló hacía el norte. A unos cuantos pasos estaba un establecimiento donde vendían pollos camperos. Nosotros no entramos ahí sido enfrente. Un mesero se acercó a nosotros- Que van a ordenar-¿Qué deseas? Preguntó Glorney- Un filete de cerdo- A mí tráigame lo mismo- Ahora sí, podrías decirme que cosa cambio tu vida- Ya soy cristiana, hace seis meses le entregue mi vida al señor- Quieres decir que ya eres protestante- Nosotros no somos protestantes, ya que decimos la verdad, y esa verdad esta en la Biblia, y en el poder de Cristo, quien vino a morir por nosotros- A mí no me predique ya que soy de tu grupo- Quiere decir que sabes la verdad- Así es desde 1996 empecé asistir a una iglesia evangélica, le dije-Yo vine con el firme propósito de invitarte a mi religión, pero veo que ya eres cristiano, créeme que desde que te encontré comencé a orar por ti- Yo pertenezco a la iglesia del Nazareno- Hace seis Meses que asisto a una iglesia Bautista- Yo tengo una amiga que es de tu religión se llama Claudia Orantes- No va en mi iglesia- Creo que ella asiste a la iglesia del brasilito- A voy a otro templo, pero me da gusto que ya conozcas la palabra- Esperaba que Glorney me saliera con cualquier cosa menos con esa. La razón por la que notaba ese cambio en Glorney era que ahora era pertenecía a la iglesia bautista y éramos hermanos en Cristo. Me puse a pensar que tal vez si le hubiera yo predicado, pero desaproveche la oportunidad pero Dios tenía el firme propósito de mostrarle la verdad y por eso ella y yo estábamos hablando el mismo idioma.- Antes de comer hagamos una oración, para darle gracias a Dios por los alimentos y por el feliz encuentro de un hermano en cristo Jesús- Oremos- Empezamos a Orar y después me dijo: hoy en la noche oraré por ti hermanó René y Dios te dará empleo. En esos meses me gustaba frecuentar las oficinas de Causa Joven. Primero se ubicaron calles adelante del Parque Central. Ahí me gustaba hacer trabajos en Word, me encontraba en una situación decadente. En Causa Joven inició una semana de cursos de Internet, para que todo aquel que no sabía entrar a la red tuviera acceso y sacará su propia cuenta de correo electrónico. Edgar quien trabajaba en esa institución se encargo de darnos clase. Primero nos dijo que existen muchos buscadores tales como: Altavista, Yahoo, Ciudad Futura, y algunos especializados como los que existen en iglesia .net, que es una página echa por una iglesia protestante. Sus palabras textualmente fueron: aquí en Causa Joven les podemos prestar la computadora por una hora, en ese tiempo los muchachos tienen derecho de consultar su correo electrónico o de navegar en un buscador. Pero cuidado y se les sorprenda viendo una página para adultos o de brujería porque si se descubre le quitamos la máquina y ya no vuelve a entrar a Internet. Edgar era un joven de lentes que tenía el prototipo de galán de televisión, según nos contó había estudiado para Licenciado en sistemas computacionales, esto significa que aparte de conocer todos los programas que manejan las computadoras, también podía arreglarlas. Nos enseño a entrar en los Chat y poder platicar con personas de diferentes partes del mundo. Dijo que había marcas comerciales que tenían página en Internet no solo marcas sino empresas televisivas y organizaciones tales como Green Peace y páginas hechas por el gobierno, tales como las del INEGI, que hace el censo de población, y la de la presidencia de la república donde anualmente se analiza el informe de gobierno. Edgar nos dio a escoger Latinmail o Hotmail para que saquemos nuestro correo, yo elegí Latínmail. El final del curso lo celebramos. Recuerdo que a uno se comprometió a llevar dos bolsas de papas, otro llevo refresco y otro galletas. Fue así como aprendí a manejar el internet. Seguí frecuentando Causa Joven, para que me prestaran la computadora y así poder revisar mi correo y chatear. Una vez llegue como a las doce del día para ver si ponía pasar una información que saque de internet a word, pero no pude. Por otra parte intente hacer un trabajo, y me decían mis conocidos que los errores ortográficos, la misma máquina me lo componía. Para mí todo eso representaba una nueva dimensión. La Licenciada Gabriela Muñoz, quien era jefa del departamento de Causa Joven, se dio cuenta que estaba abriendo sus trabajos y me pregunto: amiguito ¿ Qué deseas ver? Espero que no hayas borrado lo que Edgar y yo escribimos, ya que son parte de los proyectos de Causa Joven y lo tenemos que entregar mañana. Le comente que deseaba saber: ¿ Cómo sacar una hoja de Word?, Ya que me gustaría escribir más, sin necesidad de ocupar la hora que me toca de Internet- No muy te entiendo- Mire usted tengo entendido que para el servicio de computó sin Internet ustedes dan mas tiempo- Así es amigo, si no hay mucha gente te damos hora y media o dos horas- Yo necesito utilizar esas horas para hacer cartas en un programa que me dijeron que se llama palabras y que en ingles significa Word, ya que esas cartas lo quisiera yo copiar y después pasarlo a mi correo- Es muy fácil, agarras tu mause con la mano derecha, y te colocas en inicio, después te aparece un cuadro, y ahí buscas inicio. Acabando eso te aparece otro segundo cuadro y buscas en él Explorador de Windows, después en la pantalla de la computadora se divide en dos cuadros y en el menor buscas donde se encuentra tu disco de tres y medio y listo eso te sirve para ver lo que copiaste. Ahora si quieres trabajar en Word, es casi lo mismo te vas a programas, pero la diferencia radica en que esta vez buscas Word que por lo general en esta computadora se encuentra a bajo- gracias Licenciada- fue así como aprendí a manejar una computadora. Entonces vino el taller de Arturo Arredondo García, ahí conocí a muchas personas, y me dejó muchos recuerdos agradables. En ese taller mi tiempo estaba saturado porque a las diez de la mañana asistía a otro taller de narrativa con Sergio Díaz. Empecé a escribir mi novela “ Eres mi sueño azul”. El taller de Arturo Arredondo duró como cuatro meses, me quede sólo con el de narrativa de Sergio. En 1999 me entere que aquí en Chiapas había una Fundación llamada Mesoamericana. Inmediatamente pensé que ahí había otro taller de narrativa. Me había nacido la inquietud de ir al CONECULTA, y presente mis poemas a un tal Ricardo Cuellar Valencia, fue ahí donde me hice amigo de Gustavo Ruiz Pascasio, y Roberto Rico. En la Fundación Mesoamericana asistí a un curso taller con el Licenciado, Poeta, Escritor de novelas y cuentos Ensayista, Director de teatro y actor Héctor Córtez Mandujano. Ese tipo era ( es) de lo más cretino que había conocido. Diré como era el salón de la Fundación Mesoamericana de Cultura: el piso tenia una alfombra azul, al igual que las paredes. En la entrada estaba una mesa, encima una cafetera. Se veían 9 mesas con dos sillas. Delante de las mesas se encontraba el escritorio, del que nos venía a impartir clases. A la izquierda del cuarto había una oficina abierta, a la derecha estaba otra cerrada, la primera oficina era la que utilizaba la secretaria, en la segunda se encontraba la Licenciada María del Carmen Carreto Loeches, coordinadora de la fundación. La estancia contaba con aire acondicionado. Cada una de las 9 mesas tenía un cartón con el nombre de los integrantes del taller. El salón se encontraba en el tercer piso. El taller de géneros literarios que se impartió en ese lugar contaba con 60 horas que se desarrollaron los días lunes y miércoles de 8 a l0 de la noche. Todo había empezado el día 13 de mayo de 1999. Fue en ese taller donde me encontré con Héctor Còrtez Mandujano, había tenido la oportunidad de hablar con él, cuando daba clases en la Secundaria del Estado, en el turno de la mañana. Si mi memoria no me falla creo que tuvo un programa de televisión, por canal diez. En aquel tiempo Héctor era el encargado de la sección literaria de la revista Este Sur, también trabajaba en el CONECULTA de 7 a seis de la tarde y los sábados de nueve a tres de la tarde, atendía otro taller de literatura, en la misma fundación. En su taller analizamos a Norman Mailer, Truman Capote, Ricardo Garibay, Octavio Paz, Elena Poniatska y Carlos Monsiváis. Los ejercicios que nos dejaba eran difíciles al menos para mí. Recuerdo una vez que nos hizo que dijéramos una palabra y luego nos dijo que escribiéramos un cuento utilizando todas las palabras que nosotros les dictamos. Yo lo hice pero me dijo que no servía que porque tenía que ser en orden alfabético. Mi relación con Héctor no fue muy buena, tal vez sea porque era yo el más joven de ese taller. Había transcurrido dos meses. Aquel día llegue a las siete treinta ( para irme a mi casa tenía que tomar dos peceras o guaguas) esa vez el tal Héctor nos saco una hora y media más tarde. Suerte que encontré una pecera libre, pero el viaje hacía mi casa lo tuve que hacer en taxi. Héctor Córtez ( que de cortés no tenía nada) buscaba afanosamente un pretexto para corredme, quien sabe porque. Dos meses antes de que terminara el curso-taller le entregue un texto que pretendía ser un ensayo sobre Monsiváis. El texto me lo tiro a la cara y me dijo que era cháchara ( que no servía) Yo y mi mamá fuimos a hablar con María del Carmen Carreto Loeche, pero ella sólo se concretó a decir: sí Héctor calificó el texto como cháchara, es porque así es. No le llevaría la contraría a una eminencia en el campo de las letras. Hasta yo me someto y acepto su critica por más fuerte que sea. Un día después me presente al taller. ¿ En qué nos quedamos ayer? Preguntó Héctor, una compañera de ese taller respondió: íbamos a hablar sobre Octavio Paz, premio Nóbel en 1990, nacido en Mixcoatl, en 1914 y muerto en la ciudad de México en abril de l998. Fue entonces cuando Héctor dijo: no me gusta hablar de ningún asunto ajeno cuando trato de impartir alguna cátedra, pero hay algo que me esta causando mucho ruido. Al decir esto dio un golpe en su escritorio y continuo: es con respecto al caso de René Rivera. En primer lugar René, esto lo has tomado como un club social, deseas que toda la atención este concentrada en ti y aquí se viene a aprender, si te dije que esta mal tu texto es porque yo sé más que tú- señalo a varios compañeros- si socializas con ellos o no eso no es asunto mío. La literatura es rigurosa. Estaba yo bien enojado, por meros tenía ganas de mentarle la madre, pero mi buena educación no me lo permitió y sólo me limite a decirle: por lo visto usted no sabe tratar con personas jóvenes, esta acostumbrado a tratar a puros vetaros ( viejos). Héctor dibujó una sonrisa y dijo: para que lo sepas, acabo de dar clases de teatro y los jóvenes al final del curso, me entregaron unas carta felicitándome por mi trabajo. Por espacio de dos minutos todos vimos a Héctor. -René tiene varios conflictos sociales. A mí me abandonó mi padre y no por eso trato de usar a la literatura como un escape. Lo que necesitas es a un psicólogo, no te puedo ayudar, eres un caso perdido. María del Carmen interrumpió a Héctor con una tocesita- ¿ Querías objetar algo Carmen? – Sí. Los ojos verdes de María del Carmen Carreto Loeche, se clavaron en mí y con ese acento característico de las madrileñas dijo: René, no te estamos corriendo del taller, os hemos dado cuenta que estáis perdiendo el tiempo, pero si deseáis seguir es tu decisión. Si queréis decir algo os ruego que lo digáis ahora. – Nada tengo que decir, ustedes ya lo han dicho todo. Fue así como salí de ese taller fue una de las experiencias más frustrante de mi vida. Pero no me desanime tuve una participación especial cuando vino el taller de Agustín García Gil. Como tú sabes. En el aniversario del nacimiento de Jorge Luis Borges se realizo en todo México una conmemoración de los cien años del natalicio de este escritor argentino. Agustín García Gil, maestro de la universidad Autónoma de Monterrey, vino a dar una conferencia acerca de la importancia de Borges en la literatura Latina. Además vino a dar un curso taller y selecciono varios textos de este escritor para presentarlo en el taller, que tuvo una duración de una semana. En ese taller pude demostrar que era yo capaz de crear sin que nadie controlara la libertad de mis sentimientos. Como entré a prepa abierta empecé a trabajar como intendente, en el museo que esta por convivencia infantil. Después me fui a la secretaria bajo la misma empresa MACOPSA, ahí tenía yo que barrer y trapear las oficinas, y tener un cuidado especial cuando hacía la limpieza el baño privado del director. Cuando empecé a trabajar como mozo de limpieza me trataban bien pero cuando pusieron como encargado a Arbey Chávez Hernández hay si tuve que sudar la gota fría. Una vez me quito mi comida y me dijo que sólo porque me dio permiso de faltar un sábado ya que tenía yo examen de mi prepa tenía yo que desquitar el día que no trabaje y me hizo que me presentará desde las 6 de la mañana hasta si bien que trago. La mujer las cinco de la tarde. Me le tuve durante dos días. El segundo día me le tuve que escapar porque ya no aguantaba el hambre, al otro día ya no me quiso recibir. Dilate como un mes y medio sin trabajo, hasta que entre como empleado de mostrador en una tienda llamada La Pulga. Era una tienda de ropa, el establecimiento era pequeño, tuve muchas experiencias. Aprendí a conocer la sicología de los clientes. En los tres meses y medio que estuve ahí sabía yo que clientes venían con el deseo de comprar y quienes solo se metían para matar el tiempo. Pero como empleado de mostrador tenía que atender a los clientes con amabilidad muchas veces atendía a clientes que llegaban bravos otras a clientes que tenían una sonrisa en la cara, mi patrona me decía que antes que todo estaba la cordialidad. El señor se llamaba José Luis López, tenía tres hijos: Luis Alberto, Ivonne Guadalupe y una niña Andry. Al principio sólo estaba en las tardes, después me ocuparon mañana y tarde. Los sábados salía a las seis de la tarde ya que esta familia era Pentecostés y el sábado salían de la iglesia como a las nueve y media. José Luis López se preguntaba: ¿ Cómo le vamos a hacer para venir a cerrar a esas horas? Para ellos primero estaba Dios y después sus cosas materiales. Me acuerdo que apartaban el diez por ciento de sus ganancias para sus diezmos. El testimonio que recibí de ellos me ha hecho admirar sus vidas. Eran una familia modelo y no dudo que sus hijos hayan formado una familia similar. La esposa del señor doña Ivonne me dijo una vez: es año nuevo mi esposo me dijo que puedes tomar un pantalón y una camisa no te lo vamos a descontar. Me daban permiso para presentar mis exámenes. Quizás el error que cometieron fue no saber administrar sus recursos. Recuerdo que Andry en cuanto miraba que vendía yo algo, tomaba el dinero de la venta y se iba a la tienda a comprar refresco o galletas. Me acuerdo que una vez por no apuntar lo que tomo Andry, me descontaron media quincena. Me encariñe mucho con ese trabajo a tal grado que me dolió cuando me dijeron que ya no podían seguir pagándome porque la situación de la tienda era muy mala. Dos meses después la tienda quebró. En ese momento estaba mi situación económica muy mala igual que ahora, solo que ahora no tanto como en ese tiempo. Trate de buscar un trabajo de medio tiempo pero me resulto imposible. Finalmente logre entrar en un taller de carpintería llamado el taller del Mayeyo, ya que así era el apodo que le habían puesto al dueño. Ahí aprendí a barnizar a resanar la madera, a encontrar la Betas para cepillar, cada cosa que hacía yo mal el ayudante del Mayeyo uno que le decían la Chorchal me pegaba. Al igual que la amante del Mayeyo que sólo llegaba a jorobarme la paciencia, la cual nunca supe su nombre sólo la llegue a conocer con el mote de Coquis. La tal Coquis decía tener unos veinte años era una mujer con el cabello pintado de rubio, y gorda, no tenía ni la más remota educación. Cuando el Mayeyo se iba El Chorchal hacía que yo hiciera el trabajo de él mientras se iba a acostar en la cama del Moreno, el Moreno era el velador de ese taller. En esos días estaba feliz. El señor Dios me había dado un trabajo digno. Llegaba contento y empezaba yo a cantar coros evangélicos- Mi cristo no esta muerto, él esta vivo, aleluya a su nombre, poderoso rey- Gordo hijo de tu reputa madre cállate- Me decía El Chorchal, quien se encontraba clavando una silla- Estoy feliz por que mi Cristo vive en mí- No digas pende jadas- Mi madre siempre me decía que sí alguien te insultaba por hablar de Dios, predícale y verás como Cristo te bendecirá- Chorchal ¿ Sabías que hubo un hombre llamado Jesús?- Si lo conozco le dicen la rata- No sé de quien es, yo te estoy hablando de Jesucristo quien murió por ti y por mí para salvarnos del pecado-No me salgas con mamadas gordo hijo de verga- El Moreno en esos momentos salía del baño- Ananás, si este gordito no trabaja le das sus buenos madrazos, para que aprenda- El maldito ahora me esta saliendo con una idiotez- ¿ Qué te esta diciendo?- Que sí sé quien es Jesucristo- El Chorchal terminaba de clavar una silla y se sentaba- Gordo, ¿ Eres protestante?- Sí- El moreno se metía a su cuarto- Sostén esto voy a pegarlo- Así- Con una vara me golpeaba la espalda- Perro te dijo que lo sostuviera ¿ A ver quien diablos es tu Jesús?- ya no me pegues, Jesús es el salvador del mundo y por su sangre soy redimido- El Moreno se empezaba a reír- Es gracioso el gordo, Chorchal llévatelo a tu casa- Con mi hermanito tengo suficiente, este gordo capaz y lo termine matando- Te quiere mucho el Ananás López Díaz( Chorchal) esta bien hijo que seas protestante, bueno me voy te quedas con tu buen amigo Chorchal- La Chorchal me había ordenado pegar los extremos de la silla- Me vas a enfermar de cólico no tires mucho resistol, toma- No quiero que continúes pegándome- Infeliz Gordo aquí te voy a hacer hombre- ¿ Quien te dio el derecho de pegarme? Sólo eres el ayudante del maestro, para más él no me pega que tiene más derecho y tú que no vale nada- Sigues ¿ Quieres más? Toma entonces- Ya, ya, ya, por favor- Sólo así aprendes gordito- Me chantajearon entre La chorchal, El Moreno y la Coquis. Resulta que una vez comentó el Moreno- Gordo hijo de tu puta madre, nosotros te estamos haciendo el paró ( ayudando) para que aprendas- El maestro no se encambrona ( enoja) tanto, pero yo, me ordenó que te vigilará, muchas veces te pasaste de verga, pero por lastima te hemos aguantado- El Chorchal intervino- Cuando te pague tu mes el maestro te caes (invitas) con una Coca Cola familiar y un pollo entero rostizado- No, yo no les voy a invitar nada, y no me joropeen( Molesten) la paciencia-dije, pero El Chorchal me miro bien feo y replico: Nos vas a invitar o te quebramos la madre-El maldito Moreno me señalo con el dedo y me dijo: Ya estuvo suave maldito gordo, das el refresco de dos litros y el pollo entero rostizado a te vas a chingar a tu madre, lo entiendes, hijo de... La amante del Mayeyo también intervino- Yo tengo más influencias con el dueño de este taller vale más que obedezcas- ¿ Qué se están creyendo?- Los vas a dar gordito, o le decimos al Mayeyo que te de aire( despida) del trabajo-Yo no he hecho nada malo para que me saque de mi trabajo- Yo no sé, pero el Mayeyo me creerá más, que a ti- Malditos, se los voy a dar, pero será la última vez, porque yo no gano para mantenidos- Hijo tu.. te vas calmando o aquí te doblamos de un varazo, y ya sabes para la quincena, das el pollo y el refresco y san se acabo- Por aquellos días, llegó un tipo que le decían El Patria, era moreno y de bigote. Desde que llegó empezó a amenazarme. Recuerdo que una vez entre él, la Coquis y la Chorchal me recordaron el trato de mi quincena- dije que el trato sólo era el refresco y el pollo- El patria comentabas como había ganado su apodo, eso sucedió un 15 de septiembre- pues verán, ese día estaba me enfrié a un viejito, los cuadernos me empezaron a llamar Patria, por ese motivo. A los suegros de Victoria ( se refería a la mujer que había robado de su casa, la muchacha estaba estudiando secundaria cuando el tal Patria se lo rapto) los deje muertos de coraje – Patria Cuéntanos como te dieron ese mote- Como lo dije antes fue por matar a un individuo el 15 de septiembre. Cuando llegue a la cárcel tuve problemas con algunos bueyes( sobrenombre despectivo, que se utiliza cuando uno se refiere a un tipo que le cae uno mal. En el Distrito Federal, se utiliza la misma acepción pero a manera de saludo entre camaradas del mismo bando. En el caso de mi relato se utiliza a manera de apodo despectivo) Ya ven como son las cárceles, no falta la persona que tenga el control del penal- - La Chorchal que también había estado en la cárcel comento: cuando fui pandillero enfierraba ( este regionalismo quiere decir dar un navajazo) pero nunca nos atrevimos a cometer esa salvajada- Cuando llegue este individuo quiso pasarse de verga conmigo y le pegue con una vara de fierro- ¿ Quien te dio esa vara de fierro?- Esa vara era de un escritorio, por casualidad estaba tirado en un rincón, en el momento en que me saco una navaja logre darle un fierrazo en la cabeza- ¿ Se murió?- Desgraciadamente no, el hijo de su puta madre nada más recibió una herida, que lo mantuvo un mes en el hospital de la prisión- ¿Qué te hicieron a ti?- Los malditos azules( se refiere a la policía, en México muchos le llaman azules, pitufos, policletos, etcétera, ahí radica el problema de aprender nuestra lengua, ya que la lengua española es una lengua que constantemente cambia y no todos hablan el mismo español, la gente de barrios pobres, tiene una manera peculiar de masacrar la lengua) me metieron a un sótano- ¿ Y qué hiciste ahí Patria?- Ese sótano era un pedazo, todo el tiempo estaba agachado, me metían la comida por un hoyo y a pura agua y pan me tenían- ¿ Cuanto estuvo ahí?- Estuve 3 meses, cuando salí sentí que el sol me lastimaba los ojos-El Patria se había ido a vivir en casa de su hermano fue ahí donde saco embarazada a una tal Virginia. Sobre sus suegros comento: los malditos viejos no dejaron que Vicky ( diminutivo de Virginia) nos viéramos, pero buscábamos la manera de hacerlos pendejos. Cuándo mi hermano se entero que Virginia estaba embarazada me corrió de su casa y aquí me tienen-¿ Dónde conociste a Virginia?- Estudiaba en la secundaria Técnica Industrial Número dos. Una vez le vi que iba platicando con sus amigas y le comencé a hablar-¿ Cuanto tiempo tiene de eso?- Tendrá como unos seis meses- En aquella ocasión que platicaban eso, me encontraba ligando un pedazo de madera. El Chorchal comentó: que bueno que El Mayeyo te dio un lugar donde dormir- El Patria agrego: no creas que fue fácil me costo que me aceptarán para trabajar, sí no fuera por mi carnal que me echo la mano- Antes le dábamos posada al Cristóbal- Es muy diferente, El Cristóbal es un vago y yo soy un hombre trabajador- Durante el hospedaje del Patria tuve que aguantar sus golpes y sus amenazas- Gordo Hijo de tu repu... cara de mi cul... te advierto que a mí no me vas hacer las mismas mamadas que al Chorchal, el día que te pases de verga conmigo te doy tus buenos patines hasta que te quede doliendo los huesos- No me hables así, como persona merezco respeto, sí tú me respetas yo también te respetaré- Te respete o no te respete, tú me debes de obedecer- ¿ Porqué, acaso Eres mi padre?- Por qué se me da la gana- Sí sigues así no te respetaré- Tendrás que hacerme mis mandados o- ¿Qué me vas a hacer?-Te haré entender a puntas de berrazos( golpe)- Desgraciadamente El Mayeyo salía a buscar clientes y casi no muy se estaba en su taller, por eso La Chorchal, El Patria y la Coquis me pegaban. El Moreno veía que me echaban agua y me trababan los pies pero no decía nada, ya que según ellos basándose en golpes iba a aprender el oficio de carpintería. Las cosas en el taller del Mayeyo se ponía de color de hormiga No podía darme el lujo de renunciar ya que necesitaba el dinero, lo único que hice fue aguantarme otro mes. A parte de ser ayudante de carpintero me tenían como mandadero- Todos los días como a eso de la una o dos de la tarde me enviaban a traer las tortillas o si no El Mayeyo me mandaba a su casa a traerle su comida. Antes de que terminara el primer mes quise salirme, debido a que ya me dolía la espalda por los golpes. La primera quincena tuve que cumplir mi promesa de invitarle un pollo entero rostizado y una Coca Cola de dos litros al Chorchal y al Moreno. Ese día, llegue a las siete de la mañana al taller del Mayeyo. A las ocho y media llego el Mayeyo y empezó a repartir el sueldo- Tomen, esto es lo que ganaron, ahora si gordo saliste bien cabezón- Cabezón, si con este mugroso sueldo, de cuatrocientos pesos- ¿qué deseabas gordo? Tener el sueldo de un maestro. Confórmate con eso y di que te fue bien. Chorchal, tú has ganado un dinero extra, este es tu pago- Gracias maestro, acuérdese del otro trabajito que hice- Ese dinero lo tendrás en estos días, bueno voy a ver a otro cliente, después pasare a firmar un contrato, el director de una escuela, desea que le hagan 20 sillas- Yo aquí le cuido el changarro-Vete a ver thiner y después pinturas, luego vengo a ayudarte- Ni bien se había acabado de ir el Mayeyo, y ya la Chorchal me estaba mandando al centro, a comprar el thiner. Tome la ruta 69, que me dejaba dos cuadras arriba del parque central, me baje por donde esta las oficinas de la Estatal de Empleo, después me fui calles arriba, pase por el cine Chiapas y el Parque de La Marimba, ahí encontré una tienda de pintura. Regresando preferí caminar toda la Avenida central, hasta llegar a la cuarta sur, donde aborde las peceras de la ruta 30. Volví al taller del Mayeyo siendo las doce del día. – Gordo hijo de tu... ¿ Porque te tardaste mucho?- Había mucho trafico, dije. Vete a traer una cerveza- Me disponía a ir a la tienda cuando el aplanacalles del Moreno venía entrando al taller. – Ni creas que se nos a olvidado tu promesa, vete a traer el pollo rostizado y la coca de dos litros- Promesa es cuando sale del corazón, ustedes me obligan- Cállate, mierda gordo te vas a traer el pollo y el refresco o ya te puedes ir largando de este trabajo- Todo el dinero que el Mayeyo me dio ya lo metí al banco- Pégale un maderazo al gordo, Chorchal, para que aprenda a obedecer, ya te dijimos hijo que aquí no vas a estar con pende jadas, el Mayeyo ya te pago ahora t
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  • Categoría: Hechos Reales
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