Te hago un último regalo, ¿el motivo? nunca hubo ninguno cierto, tan solo el pensamiento infantil de que con mano cariñosa anudaras todos mis detalles, por un instante, tan solo por un instante, en una de tus sonrisas. Ya no puedo ponerle lazos, se rompieron, ni mimarlo en mi pensamiento, lo desgastaron por fuera, con desnuda realidad te lo ofrezco con la esperanza de que un día lo acojas como verdad en tu vida.

Mi regalo es un deseo para ti, un sueño para mi: Si existiera un dios, un dios bueno y justo y a él pudiera pedirle un deseo, desearía ahora resumir todo tu sufrimiento escondido que estoy segura supera con creces a las estrellas de tu cielo en un solo instante, en el que harto de tanta superficialidad entraras en estos cuentos y al fijarte en cualquier sonrisa mía... abrieras los ojos ¡de par en par! intuyendo con la lectura de tu corazón que lo que aquí lleva un año de pensamientos escritos es el mejor regalo que una persona pude hacer a otra.

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Para mis amigos lectores y escritores:

Quiero pediros un favor, no le pongais ninguna nota a este cuento, un día me gustaría que a quien va dirigido me ponga su sonrisa con la nota que desee poner y haga realidad mi pequeño sueño, tan solo por una vez. Porque todos tenemos derecho a soñar con hacer un bonito sueño, realidad.

Se despide con cariño y agradecida, vuestra sencilla sonrisa