El era un comerciante de los buenos, era de Guanaceví, un pueblito del estado de Durango. tenía una tienda de esas típicas de rancho,,con todo , desde ropa, zapatos, granos, medicinas, frutas,como una minitienda de autoservicio de las actuales,tenía una gran filosofía de las ventas que decía asi
Piensa lo que le vas a decir al cliente para que no lo desanimes en la compra,diga las ventajas del producto, y repita nuevamente las ventajas una vez más,re´sumiéndolas, todo esto hablándolo al nivel y lenguaje del cliente,.después de que nos dijo todo esto llegó un compadre --que decía que era muy querido para él,---Don Ernesto tenía la peculiaridad de que era algo tacaño,vimos Chema y yo que invito a sentarse al compadre (oí de los demás entre dientes: ---es lo único que lo va a invitar, a sentarse). Yo me puse listo a ver que pasaba.---Para esto entró una clienta a la tienda y yo me ofrecí a atenderla,---me dijo , déme un metro de resorte,,sí, como no le dije.---tomé el resorte y lo estiré hasta que dió el metro,y al soltarlo dió como diez centímetros. Don Ernesto, bien listro a lo que sucedía le dió risa,y dijo, ---ese tipo de ayudantes son los buenos, ja,ja ,ja.Luego se puso a platicar con su compadre, y para sorpresa de todos le dijo.---compadre,¿no gusta una manzanita? . Esta bien compadre, gracias. Despues de un rato,de plática, Don Ernesto le dice, --para sorpresa de todos-- ¿Otra manzanita compadre? --Si gracias -- le contesta el compadre y se come la segunda manzana.Despues de un rato más, --increíble--según dijeron todos,--le dijo:¿otra manzanita, compadre? No muchas gracias compadre,es usted muy amable--- Andele, le dijo Don Ernesto--llévesela para que complete los diez pesos,fu+e donde nos dimos cuenta de que las manzanas no eran gratis.El compadre pagó con una moneda de diez pesos, se llevó su tercera manzana y se fué.
Despues de algún tiempo Don Ernesto se puso muy grave, y mandó llamar al compadre y le dijo en el lecho de muerte.---Compadre ,¿ se acuerda cunado me visitó, y le cobré diez pesos por tres manzanas que me compró?si por supuesto que si me acuerdo.--Pues déjeme decirle, que cuando usted me dió esa moneda de diez pesos, la conservó como mi moneda de la buena suerte, y ahora que voy a fallecer se la regreso para que la conserve tambien como su moneda de la buena suerte.y siempre guarde el recuerdo de su amigo Ernesto.
Muchas veces las actitudes de las personas no son las que parecen,por eso hay que aclarar porqué son así las cosas y no formarse un falso concepto de las personas.
Esta historia nos indica no ser egoístas, cuando tu haces algún favor, siempre recibiras algo positivo de quien recibe el favor.