Un buen día estando sentado sobre mi moderna cama me di cuenta que me hacia falta algo, algo que reflejara mi rostro, mi cuerpo y mi gloriosa cabellera dorada, así que de pensarlo por un par de minutos decidí ir al bazar chino a comprar un espejo.

Así tome mi auto y voy al antiguo bazar chino, allí hay de todo pero especialmente existe una pequeña tienda de cachivaches, la llamada “tiendita de Don Li”.

El adorado don Li un pequeño chino llegado en plena revolución feminista de los años 60’s, de aspecto frágil como si fuere un ratoncito a punto de la inanición, pero ¡que amable y cariñoso es mi querido chinito!, así le respondo siempre que voy pues me recibe con un gran saludo y una sonrisa de aquellas que nunca diría una que no es espontánea.

Mi querido Don Li ¿cómo esta?

Hola mi querida amiga, me legaron unos perfumes eróticos con esencias de arroz, son mejor que el kamasutra.

Umm, me lo llevaré pensé…

Mi chinito hoy vengo por algo diferente, quiero algo en que verme, algo de pocas pulgas.

¡Oh! tengo unos espejitos con foquitos de colores, yo mismo los hice, mire son estos….

Pero están muy chiquitos Don Li que me dice de aquel….

¡Oh! pero esos son piratas niña…

A que Don Li yo digo el grande el de a lado…

¡El de a lado! Respondió Don Li, pero ese espejo no lo puedo vender niña…

Véndamelo Don Li no sea así. Yo no puedo es un espejo muy antiguo…

Pero lo que realmente le preocupaba de la venta del espejo era que guardaba un secreto, así que después de mucho insistir me dijo:

Le voy aconsejar no llevárselo pero si lo quiere solo le diría que nunca deje de encontrarle sentido al espejo, sea creativa en su vida y sobre todo encuentre el sentido a las cosas…


Los años pasaron y ahora que soy madre pienso en esas palabras que aún me hacen ruido en mis pensamientos, ¿que quiso decir el difunto Don Li con esas palabras?

Pronto encontré el sentido a las palabras. Un día de verano descubro que el espejo estaba roto. Mi hermoso espejo chino roto. ¿Pero cómo pudo suceder tal cosa? Pues claro siendo un día de verano y con la ventana abierta entro seguramente un viento fuerte que derribo el espejo y este justo cayó en el banco de madera, haciéndose añicos.

Ahora que mi espejo esta inservible que haré con el, pues a la basura; espera, espera, y si lo uso de burro de planchar ¿así sería creativa no?, pero ¿si mejor de mesa? y ¿por qué no? y ¿si tal vez? y así formule una y mil aplicaciones “útiles” al espejo roto, sin embargo ninguna idea me satisfacía, me quede tirada en el suelo de la habitación pensando y reflexionando las palabras del Don Li.

Pero que feo fondo de soporte tenia el espejo, una lámina opaca al observar eso rompió con mis pensamientos y así que lo levanto, limpio la habitación y espejito espejito al cuartito de los tiliches y luego pa’ la calle…

No me resigne, y esa noche fui al cuarto aquel, el de los tiliches, y al abrir la puerta cuál fue mi sorpresa que al acercarme a aquel espejo, seguía dando un reflejo claro, nítido, pero sorprendente tridimensional. Pero ¿cómo era eso posible? ¿quizás estoy viendo mal? Observe y observe y vi que lo que realmente estaba formando la imagen era los rayos de la luna que se reflejaban en la superficie opaca del espejo y enseguida me hice mi última pregunta y respuesta ¿Esto le interesará a la gente?

Así que muy entusiasmada me levante temprano aquel día siguiente y diseñe un espejo con superficie opaca y de esa observación y de esa idea clara que surgió, ahora mis espejos se venden en las mejores tiendas con el nombre “claro de luna”, reflejo de la vanidad humana.

Uno nunca sabe en que momento de la vida surgen o porque surgen las ideas, pero si que puede uno hacer que ese momento de chispazo, de iluminación no dejar escapar la idea y darle sentido “crear con el pensamiento”. El falso reflejo es la del espejo común la pirata (la copia, lo ya imaginado), es aquella imagen virtual que siempre vi, la verdadera es aquella nueva de realidad, mi creación, las cosas ya están allí sola hay que darles sentido propio.

Pero aun hay mas, esa noche en que descubrí el reflejo también descubrí que era el umbral de una puerta adimensional en donde podía traspasar el espejo y dirigirme como máquina de tiempo a otras épocas, pero, pero esa, esa es otra historia…