CAPÍTULO 7
UNA GRAN ESPERANZA
La herida no era lo que más preocupaba a Daniela sino la advertencia que el espíritu le había hecho.
La seguridad que el fantasma transmitía en esa frase; le hizo pensar a ésta que todo estaba perdido, pero aún así no le facilitaría la cosa.
Al salir del sótano se dirigió a la habitación de Carlos y le pidió que llamara a los demás hermanos, porque quería comunicarles algo. En ese momento no le mostró la herida a aquel, pues tenía pensado hacerlo en presencia de todos. Ya habían llegado casi todos, cuando Alejandra que no podía más con su curiosidad le preguntó:
_ ¿ Hasta cuando nos vas a tener en suspenso?.
_ Hasta que llegue Lucía_ respondió, secamente Daniela.
Pero Alejandra volvió a insistir diciendo:
_ Lucía no va a venir, porque está en su dormitorio con la amiga que le prestó el juego.
_¡ Perfecto! _ exclamó _, pues con esa también quisiera hablar _ comentó, demostrando un poco su enojo hacia la amiga de Lucía.
Una vez todos reunidos, Daniela no pudo controlar su ira en contra de Aurora, (la amiga de Lucía) y le dijo:
_ ¿Tú eres la que te haces llamar amiga de mi hermana? ¿Te contó Lucía lo ocurrido con el juego? _ preguntó de mala manera, y sin dejar que le contestara Aurora continuó agresiva_ Gracias a ti, todos mis hermanos corren peligro- le dijo acusándola.
Luego de acusarla, recién quiso dejarla hablar haciendo silencio, pues quería oír que inventaba para sacudirse tremenda responsabilidad.
_ Sí, tu hermana me contó todo; pero a mí jamás me sucedió nada parecido. Pienso que ustedes no hicieron las cosas correctamente, pues según lo que me dijo Lucía, David volcó con el codo el agua bendita que les daría protección y si mal no recuerdo, creo haberle advertido a Lucía, que si faltaba aunque sea uno de los elementos, sería suficiente como para que los malos espíritus pudiesen hacerles daño_ le respondió, manteniendo la serenidad.
Daniela, ya estaba que largaba espuma por la boca y debido a eso tuvo que respirar profundo, para contener las ganas de golpearla.
Carlos que conocía a Daniela, no esperó que siguiera con la discusión, pues sabía que después de tal suspiro, vendría un arranque de histeria y después de eso, quién salvaría a Aurora. Por eso intervino diciendo:
_ ¡ No es para tanto hermanita, después de todo no pasó de ser un susto! ¡ Estamos vivos! ¿No?- dijo tratando de tranquilizarle los ánimos.
La respuesta de Daniela, impresionó mucho a todos:
_ Sé que tratas de tranquilizarme; pero te equivocas_ dijo con amargura_ si supieras lo que yo sé, no dirías eso _añadió.
_ ¿Qué es lo que sabes? _ le preguntaron todos.
Daniela, no dijo ni media palabra y sólo se limitó a remangarse la manga izquierda de su camisa, para mostrarles la herida. Cuando la vieron, María que era la más detallista, se fijó que esa herida no era una herida, sino más bien, como un tatuaje, pero en vez de llevar un dibujo éste llevaba grabada una palabra, que pronto supieron reconocer.
_ ¿Cómo te hiciste esto? _ preguntó Alejandra.
_ ¡Yo no me lo hice, el espíritu me lo hizo!- dicho comentario dejó a todos perplejos. Esperó a que todos se recuperaran del asombro y prosiguió a contarles el resto de lo ocurrido. Luego finalizó así:
_Tenemos que hacer algo para detenerlo, de otro modo los mataran a todos, pues luego de lo que le hizo a mi brazo no creo que esté jugando.
_ ¿Y qué creen que se podría hacer? _ preguntó David interesado _ Cualquier cosa que se les ocurra los apoyaré, pues no quisiera que por mi culpa moramos todos.
_ Tú no has tenido la culpa de nada_ le dijo Daniela_ fue la estúpida de Aurora_ afirmó con gran irritación.
_ ¡Yo no fui la culpable, fue David que derramó el agua bendita y todos ustedes, al no conseguir una cruz más grande! _ exclamó Aurora, contagiada de esa agresividad.
Pero una vez más Carlos intervino:
_¡Vasta ya! ¡No logran nada con echarle la culpa uno al otro! ¿Es que no se dan cuenta?.
Estuvieron hablando bastante rato, para decidir la forma de deshacerse del espíritu, y al fin la hallaron. Según ellos la única manera de derrotar al fantasma, era llamar a un cura para que bendijera la casa, de esa forma el espíritu se debilitaría y tendría que marcharse para siempre. Una vez decidido el plan, se pondrían de inmediato a realizarlo.
PD: YA ME ESTOY ACERCANDO AL DESENLACE.