¡Empezaba la primavera!
Los bosques se pintaron de verde y se empezaron se llenar de flores de hermosos colores.
Todo era bellaza y felicidad en aquel bosque, todos los animalitos que vivían en el bosque estaban muy contentos con la llegada de la primavera.
A lo lejos cerca del lago se alcazaba a apreciar una linda familia de patos blancos, conformada por papa y mama pato y tres bellos y traviesos patitos quiénes salían de su casa para dirigirse cada uno a sus labores diarias.
Papa pato sería volando a trabajar y buscar el alimento para su familia. Y mama llevaba a sus tres pequeños a la escuela para posteriormente regresar a casa a hacer sus labores hogareñas.
Así transcurrían los días, todos llenos de sol, brillo y felicidad.
Hasta que un día papa pato salio como de acostumbre a su trabajo, pero ese día todo cambiaría en la familia pato.
Termino el día y papa pato no regresaba a su hogar, mama pata se empezó angustiar mucho, pues pensaba que a su esposo le pudo haber pasado algo malo. Transcurrían las horas y su esposo no llegaba, hasta que llego la noche y nada de él.
Mama pata no pudo dormir esa noche de la angustia de no saber nada de su esposo, aun tenía la esperanza que al amanecer llegará su esposo.
Ella misma se preguntaba y contestaba:
“Quizás fue muy lejos y le agarro la noche y ya no pudo regresar”
“Quizás fue a un lugar desconocido y ya no supo el camino”
“Quizás le paso algo malo … quizás”
y terminaba con un amargo llanto.
Al amanecer salio de casa y vio hacia el cielo con la esperanza de ver a su esposo, pero no divisaba nada en el cielo.
Su angustia se hacía aún mayor,
nuevamente termino el día sin saber nada.
Mama pata no sabia que hacer ni a quien acudir así pasaban y pasaban los días, sus hijitos angustiados por la ausencia de su papa también preguntaban:
“¿En dónde esta papa?
¿Por qué no ha regresado?”
Mama pata ante tal pregunta se angustiaba más, pero se armaba de valor y contestaba:
“Ya regresara”
“Ya regresara”
“No se preocupen”
Su papa se fue a trabajar lejos y no ha podido regresar.
Un día mama pato fue al mercado y ahí escucho murmurar a otras patas que decían:
“Pobre de fulanita, se quedo sola y con tres hijos y su esposo de seguro esta feliz con otra familia”
Al escuchar esto
Mama pata con sus ojos llenos de lágrimas se fue corriendo a su casa, no podía creer tal cosa.
Pasaron los días y ya estaba a punto de llegar el invierno
Y aun no sabía nada de su esposo.
Solamente se limitaba a decir:
“Quizás lo que dijeron esas patas era verdad, el ya tiene otro hogar y se olvido de nosotros”.
Días y noches enteras mama pata lloraba su desgracia, siempre tratando de no preocupar a sus tres pequeños hijos, quienes ya no le preguntaban nada porque ya se habían dado cuenta de la angustia de su madre y no querían preocuparla más.
Así llego el invierno y mama pata con la resignación se unió a los otros patos para dirigirse a un lugar más cálido para pasar el crudo invierno, ahora más que nunca, pensaba que su esposo ya nunca regresaría.
Pasaron varios días y nuevamente llego la primavera en aquel bello lugar, todos los bosques se cubrieron de verde y se llenaron de bellas flores de colores, todos los animalitos empezaron a salir de sus madrigueras
También los patos ya empezaron a volar de regreso a aquel lugar.
Mama pata y sus tres hijos llegaron a casa nuevamente a seguir su vida ya sin papa pato.
Así transcurrieron varios días, ya con la esperanza totalmente perdida de un posible regreso.
Sin embargo, cuando un día, mama pata salio de su casa
Y ¡oh sorpresa!
Al levantar la vista al cuelo vio que se acercaba algo, abrió bien sus ojos y era ...
Un pato conocido
Se froto sus ojos con sus manos, y sus ojos los abría aún más.
“No puede ser, es el”
“Mi esposo adorado”
Cuando bajo lo abrazo y beso de inmediato
Y le dijo:
“¿Que te paso amor?
¿Porque no regresaste?”
“Y él empezó a contar su historia, le dijo que un cazador le disparó y cayo herido e muerte.
Afortunadamente un noble anciano que lo recogió y lo llevó a su casa para curarlo.
Gracias a su cariño, cuidados y alimento que me ofreció pude sanar para volar de regreso.
Pero ya estaba cerca el invierno
Y el anciano no me dejo ir ya que sería peligroso y ustedes estaban muy lejos y no me iba a alcanzar el tiempo para llegar hasta allá, podía morir en el frío invierno.
Por eso tuve que esperar en casa de este buen hombre hasta que llegara la primavera nuevamente y aquí estoy mi adorada esposa”.
En eso también salieron sus adorados hijos, quienes ya no eran uno niños, ya eran unos jóvenes y apuestos patos dispuestos a salir a trabajar para buscar el alimento, al ver a su padre todos corrieron a abrazarlo y a coro le dijeron:
Que bueno que ya estas en casa a lado de nuestra madre y de nosotros, te extrañamos mucho, que bueno que estas bien y ojalá nunca más volvamos a separarnos.