ENCONTRE AL SEÑOR
Señor te encontré, estando yo perdido en un camino me encontré un hombre que al pasar a mi lado me detuvo y con voz muy tierna me pregunto., “Que te pasa hijo mío que te veo perdido”, yo al extrañarme por su pregunta lo mire y le respondí., “No amigo no estoy perdido solo estoy un poco confundido porque no se el camino que debo seguir para llegar al encuentro de mi padre”, el hombre me observo con ojos que expresaban un amor que erizaba la piel, su rostro era cándido, sus cabellos llenos de años y en su boca una sonrisa que alumbraba todo el camino, respondió “No sigas caminando sólo, yo te acompaño”, a lo cual respondí rápidamente “¿Qué?, no gracias pero yo tengo mucha prisa y usted solo me distraería de mi objetivo y además yo no se cuanto debo recorrer para llegar a él, y usted debe tener prisa”.
Su cara se lleno de una tristeza inmensa al escuchar mis palabras lo cual me hizo reflexionar y dije con voz entrecortada “Bueno esta bien acompáñeme pero le digo que no se cuando llagare”.
El hombre me acercó su mano la puso en mi hombro y como si supiera el resultado de mi búsqueda dijo “No te preocupes ya estas más cerca de lo que crees”, y emprendimos el viaje que me llevaría a encontrar a mi padre.
Después de unas cuantos pasos y de un silencio prolongado me pregunto, “¿Porque se te a hecho tan difícil encontrar a tú padre?”, lo mire por unos segundo pensando cual era el interés que llevaba a este hombre a saber tanto de mi y respondí “He caminado muchos senderos, veredas y caminos que parecían llegar a donde yo quería, pero se me a hecho imposible llegar, he preguntado a mucha gente, que me aconsejó que camino seguir, pero no he encontrado nada, fui por caminos que se veían fáciles pero al entrar en ellos me he llenado de lodo y mis pies se han hundido en el barro, me he dirigido a senderos donde creí encontrar algo pero solo he visto precipicios, he andado por veredas amplias creyendo llegar al fin a dar con él pero solo encontré laberintos donde me he perdido.
Mis pies se han cansado del camino, tengo ampollas que no me dejan dar un paso más, he dejado todo atrás en mi afán de llegar a él pero solo he encontrado cansancio y soledad”.
El hombre se sonrió y al escuchar mis palabras respondió.
“Tener tanto afán deja ciego a el hombre sordo y muchas veces hasta mudo, tú seguro has visto a tú padre pasar a tú lado, con los ojos de tú cuerpo pero no lo has reconocido porque solo miras lo que quieres mirar, tú padre te a hablado muchas veces pero no has hecho caso a sus palabras porque no son las que quieres escuchar, te has quedado callado otras tantas veces porque no encuentras las palabras que te acerquen a él.
Como puedes llegar a donde no quieres ir, como puedes encontrar algo que nunca se a perdido, como puedes mirar sin ver, como escuchas sin oír, como puedes hablar sin decir nada, es que acaso te cuesta tanto entender que el amor no cansa, que las ampollas de tus pies es la más pura muestra de amor para aquel que buscas, como puedes sentirte solo cuando siempre estuvo contigo, es que no ves que te cuida tanto que te saco del barro en donde tus pies se hundieron, que te salvo de que cayeras al precipicio, que te mostró el camino que te trajo hasta mi, no está perdido, siempre estuvo y está contigo, no crees que si no lo hubieses encontrado a caso estuvieras aquí en mi compañía, que puede ser más que el amor de un padre, acaso tienes que ver al ave para escuchar su canto, o ver la flor para oler su aroma, así es tú padre no lo ves pero esta su amor en ti cada día que has estado vivo, desde antes de nacer te bendijo desde entonces ha estado contigo solo no quieras que sea como tú quieras, si no como él quiera , pues el tea dado la vida y el te la quitara.
Estas palabras me desorientaron, no sabia que pensar que acertijo me había dicho aquel extraño que mi mente se volvió un túnel sin salida, escuche con atención todas y cada una de las palabras que salieron de la boca de aquel hombre y solo pude balbucear con dificultad estas palabras acaso eres tú mi padre.
A lo que el hombre respondió “He estado contigo y no solo no me has visto si no que no querías mi compañía, he querido tu amor y mucho me lo has negado pero has sido constante en tú búsqueda y te recompense pues he venido a tú encuentro yo he querido encontrarte y he querido que me encontraras para que le digas a tus hermanos que sigan el camino que yo les he mostrado, no sean como la luna que vive buscando a él sol pero siempre que se acerca esté se desaparece, amen como yo los he amado, vivan como yo he vivido, solo tú puedes ver lo que tú corazón te muestra entonces ve hacia donde quieras, escucha lo que quieras y habla lo que desees pero no te olvides que tú padre siempre ha estado y estará contigo adonde vallas, en donde estés porque lo has buscado y el ha querido ser encontrado”.