Es un viernes en la noche como cualquier otro; la luna en su máximo esplendor, completa, blanca, brillante iluminando toda la universidad. La universidad se encuentra algo alejada de la ciudad. Son 15 minutos en carro en una carretera no muy bien iluminada por las noches. Solo quedan unos cuantos alumnos, los de las carreras de arquitectura y de comunicaciones, hay otros esperando a estos para poder pedir que los lleven a la ciudad.

-¿Alguien conoce algún mito o leyenda respecto a la universidad?- Pregunta el maestro, después de un minuto de silencio y de caras pensativas se ve una mano alzada en el salón, -Yo conozco uno. Según me han contado después de las once cuando uno sale de la universidad, cerca de la caseta del guardia hay un chica aparentemente nada atractiva y vestida con ropa algo vieja, en fin, si uno no se detiene a ofrecerle llevarla, dicen, que en el trayecto a la ciudad se te aparece a la mitad de la carretera y es por ella que se han ocasionado tantos accidentes, al menos eso he escuchado- Todos se quedaron un momento callados y meditando sobre el cuento, - Muy interesante, Fernando- dice el profesor - ¿Y de donde saco usted ese cuento o quien le dijo sobre esta chica?, todos esperaban la respuesta con mucha atención de lo que fuera a decir, - De ningún lado, la acabo de inventar- responde Fernando, –Profesor, ya van hacer las 11, nos podemos ir- agrega uno en tono de broma, – Esta bien, ya se pueden retirar- les dice el profesor, -Pero tengan mucho cuidado- agrega con un tono igual burlesco.

Llegando al estacionamiento todos se despiden y cada quien se va en su respecto automóvil con sus respectivos acompañantes. Fernando había pasado antes al baño, cuando llego al estacionamiento todos ya se habían ido. Se subió a su automóvil y pasando la caseta del guardia vio a una chica, Fernando es el tipo de chicos que se deja llevar por las apariencias y al verla no muy atractiva decidió no detenerse pensando que además de que no es de su gusto todavía quedaban algunas personas en la escuela, que alguno de ellos podría llevarla.

Estando a la mitad del camino se le aparece esta chica a la mitad de la carretera, logra esquivarla y por un momento pierde el control del auto, pero lo recupero justo antes de salir por el costado de la carretera y de posiblemente haber terminado en alguna zanja o alguna roca. Se baja enfurecido del vehículo y lo inspecciona para ver que todo este bien, entonces al voltear para reclamarle a la chica, se da cuenta que no hay nadie. Por un momento se quedo callado y sin reaccionar a la situación, más que nada acordándose de su propio cuento. –No puede ser- Se dice a si mismo – Yo lo invente, no puede ser real- verifica su reloj y se da cuenta que ya eran las 11:30. Incrédulo se regresa al auto y continúa su regreso a la ciudad, apenas alejándose del lugar donde se la apareció la chica, voltea por el retrovisor para verificar que en realidad no había nadie, al regresar la mirada al frente se percata que hay alguien a su lado, es la misma chica pero ahora tiene un aspecto demacrado, -¿Por qué nadie me ayuda? Le dice la chica con un tono de voz tembloroso y triste. Por estar observando a la chica no se da cuenta de que un camión esta detenido enfrente de el, apunto de estrellarse, la chica mueve el volante y lo salva. Al recobrar el control del volante el chico voltea pero ella ya no esta.

Tiempo después al investigar que pudo haberle pasado a esta chica, encontró una noticia donde una familia había chocado todos salieron con heridas graves pero no hubo muertos, excepto la hija menor, de la cual nunca encontraron su cuerpo. Este suceso ocurrió cerca de la escuela, a unos cuantos metros de la salida. Entonces supo por que pide ayuda la chica.