...

-Quiermo decirm que, mirmad-y Draminus les enseño unos disfraces.
-Guau...- dijeron Aitor y Johnny.
-¿Qué, os gusta?- Pregunto Draminus.
-Si, son muy guais- contesto Mateo.
-Pues ponéoslo, Mateo tú ten este- y le dio un disfraz de un ser de venus- señorma usted tendrmá este, que es de un serm de Júpiter, señorm Aitorm toma este, es de Urano y tu señor loco ten este que es de Plutón.

Mateo se quedó muy extrañado cuando Draminus no pronunció los nombres de planetas como las demás palabras.

-¿Qué?¡Cómo que loco, quien eres tú para decirme esto!- dijo Johnny enfadado.
-Yo soy Draminus.
-¡No me refiero a eso tonto!
-¡Parad, ya los dos, tenemos que ir ya!-dijo Mateo.

Ellos se fueron al palacio del rey, ahí se pensaron que eran extraterrestres de esos planetas. Fueron a inscribirse, como no había muchos extraterrestres pasaron enseguida. Ahí el rey les pregunto:

-¿Qué querméis?
-¡Queremos que nos des un antídoto para salvar a los astronautas!- dijeron quitándose los disfraces de extraterrestres.

-¡Tu otrma vez, ya te dije que no nos irmíamos de aquí!
-¡Ya lo sé, pero tu no estás muy seguro de lo que estas haciendo!
-¡Mentirma, yo estoy segurmísimo de lo que hecho, iros a vuestrmo planeta y dejadme en paz!
-Tu no estás tranquilo, porque si no, nos las dirías con mucha más confianza.
-¡Ya te he dicho que estoy segurmísimo de lo que este haciendo!
-Yo he oído discutir al rey de mi país, cuando mi padre se fue a comentarle un asunto urgente.
-¿Cómo que as oído hablarm un rmey, si fue tu padrme?
-Porque yo fui con él.

El rey no sabía que decir, ya que Mateo tenia toda la razón. Al final dijo:

-Muchacho tienes rmazón, mejorm dicho tienes toda la rmazón. Cuando yo te dije que no harmia nada, no estaba muy seguro, muchos extraterrestres me han hablado de cosas parmecidas; pero nadie me había dicho tal cosa sin ninguna duda y con tanta confianza.

-Entonces ¿me ayudarás?

Mateo se volvió a quedar sorprendido, porque el rey no pronunció extraterrestres como las demás palabras.
-Si, ten esto.
-¿Qué es?
-Es un tipo de medicina sólida por dentrmo es liquido, esto sirmve para curmar extraterrestres, humano o animal, infectado con el virmus.

-Muchísimas gracias- le agradeció Mateo.
-Y eso no es todo, nosotrmos nos irmemos a Júpiter y así podrmemos vivirm en paz.
-Pues vámonos a la nave ya que esta todo arreglado- dijo la padre de Mateo

Se fueron a la nave junto con el rey y Draminus. Al llegar dijo Mateo:

-Adiós Draminus nunca te olvidaré- dijo muy triste.
-Yo tampoco té olvidarme- dijo Draminus triste.
-Ten esto, es mi collar de la suerte, te lo doy para que me recuerdes siempre- dijo Mateo a punto de llorar.
-Grmacias, yo también tengo algo que darmte, ten es mi pulserma en medio tiene una foto mía, y a un lado está la de mi madrme y al otrmo le de mi padrme.
-Gracias Draminus, mi collar se puede abrir, tocas este minúsculo botón, y se abrirá, dentro hay una foto de mi familia.
-Mateo adiós te enviarme carmtas, con los meteoritos.
-¿Qué es eso de los meteoritos?
-Dentrmo del meteorito metes una especie de carmta, escrmbes donde tiene que irm y lo tirmas, el ya irma donde le as dicho que vaya.
-Vale, ya lo entiendo- dijo Mateo llorando.
-Mateo, adiós- dijo Draminus llorando.
-Adiós, Draminus- dijo Mateo muy triste.

Iban a subir a la nave, en cuando el rey dijo:

- Espermad, voy a hacerm que todo lo que a pasado solo lo recormdarmá Mateo.
-¡Eh, eh, para un momento, ¿y entonces como lo podremos contar?- dijo Johnny.
-Es que no lo tenéis que contarm- dijo el rey.
-A mí me parece bien- dijo la madre de Mateo.
-Y a mí también- dijo Aitor- Mateo lo ha hecho, todo por nosotros.
-Me da igual que pensáis, yo igual lo armé.

Y tiro un polvo brillante, color oro encima de ellos, excepto de Mateo, también lo tiró encima de la tierra. Los metió en la nave inmediatamente. Y le dijo a Mateo:

-Adiós hasta la prmóxima.
-Adiós señor rey.

La nave despegó, en ese momento se despertó la madre de Mateo y dijo:

-Mateo, ¿hijo que ha pasado?
-Os habéis dormido cuando la nave despegó.
-¿Pero, que hago yo aquí?
-Me querías acompañar por si acaso me pasara algo.

En ese momento despertaron, Johnny dijo:

-¿Qué ha pasado?
-Os habéis quedado dormidos, los tres.
-Que tonto me he dormido en la nave- dijo Johnny.
-Ahora estamos de vuelta, os habéis dormido al despegar.
-Que tontos- dijo el padre.
-Ya, la otra vez que no pase- dijo Mateo.

Mateo fingía estar alegre, como si nada hubiera pasado.
Cuado llegaron, los astronautas les esperaron, y una chica llamada Miriam le pregunto:

-Que, ¿cómo ha ido, Aitor?
-Bien, muy bien.
-Papá, ¿puedo ir a ver a los astronautas?- pregunto Mateo.
-Si, te acompaño- le contesto.
-Mamá, ¿tu también vienes?
-Si, yo también iré.

Se fueron al hospital, al llegar Mateo les pidió a sus padres, si se podían esperar fuera, sus padres se esperaron fuera, auque le costó mucho convencerles; pero al final se esperaron fuera.

Mateo entró, y vio que estaban mal, mejor dicho muy mal, giro la cabeza y dijo:

-Ahí hay una inyección, algún medico se la habrá dejado despistado. Tengo una idea.

Mateo tiró el liquido que había dentro y lo clavó en la medicina que le había dado el rey y sacó la medicina; luego clavó la inyección en el gotero de un astronauta y luego al otro, hasta que estuvieron todos. Mateo salió y les dijo a sus padres que entraran, al entrar se despertaron y un astronauta llamado Antonio dijo:

-¿Qué nos ha pasado?
-Fuisteis a Marte y al volver os desmayasteis- dijo Mateo.
-Ah, ya lo entiendo- dijo otra vez Antonio.

En ese momento entró el medico, y se sorprendió muchísimo. Sonrió, y fue a buscar a los otros médicos para que vieran lo que havia pasado. Llegaron otros médicos, en ese momento, dijeron, que se fueran los visitantes.

Mateo y sus padres se fueron a casa. Al llegar se puso a ver la tele; y supo que los astronautas se habían recuperado, y que ahora estaban en observación.

A la hora de cenar Mateo comió mucho más que los otros días. Acabó, se cepillo los dientes, se puso el pijama y se acostó.

A media noche vio algo que quería entrar por la ventana, Mateo la abrió y entró algo redondo, Mateo no sabia lo que era; esa cosa empezó a dar vueltas por la habitación, cuando se paró, cayó encima de él. Mateo vio que era un meteorito. De repente se abrió, ahí havia una carta de su amigo Draminus, Mateo empezó a leerla pero nunca acabó, porque empezaba a leerla una y otra vez.

Mateo no descubrió porque el nombre de los planetas y la palabra extraterrestre no la pronunciaba como las demás palabras.

FIN