Tengo un amor. Ese amor es un hombre. Me he casado con él hace dos años. Lo conocí por internet, en un chat cualquiera, un día cualquiera, un momento cualquiera. Yo estaba sola, aburrida, deprimida, cansada de vivir en soledad, cansada de que los hombres no fueran perfectos,por eso buscaba en chat. Por lo menos allí había almas.. no cuerpos, sólo miradas que te desnudaban, sino almas... almas de todo tipo, pero almas. Un alma de pronto, se contactó conmigo. Era Ruben. Y conversamos. Esa misma noche me llamó al celular. Fue algo extraño, íntimo, pero extraño. Su voz me pareció... tan... tan... hermosa, tan... tan mágica, tan mía... tan perfecta y tan dulce, que ese día, esa noche, yo me enamoré por primera vez. Como soy una mujer muy extrovertida, compartía a mis amigos y familiares esa experiencia y todos se reían de mí... "estás enamorada de un computador" me decían... "Tú estás loca". La fantasía empezó a crecer día a día. Ese hombre, que me revolvía las entrañas con una voz tan sencilla, tan suave y tierna... te juro, amigo,no era una voz que quería seducir, era una voz de amigo. Todos los días chateábamos... y comencé a desesperarme. Tenía que conocer a ese hombre. Pero estaba en otro país. El me prometía que vendría... pero el tiempo comenzó a pasar muy lento. Necesitaba verlo, saber que era real. Demostrarle a todos que él sí existía. Pasaron cinco meses así. Un día me envió su foto. Y no me gustó. sentí una enorme decepción. Me deprimí mucho. Ese día no fui a chatear. Ese día fue a una cita con otro chico, intentando olvidar. Olvidar, porque Ruben, el joven del chat, el joven de la voz bonita, no me había gustado físicamente. Sí, así fue. Al otro día, apagué mi celular para que no me llamara. No quería saber más de él. Para mí era importante la apariencia física, y él no tenía los atributos que yo buscaba en un hombre. Pasaron dos días. Me sentí desesperada. Algo de mí extrañaba a ese hombre, algo de mí quería saber de él... algo de mí necesitaba oír su voz, saber de Ruben!! No me gustaba físicamente, pero necesitaba saber de él. Ese día lo busqué en el chat que siempre hablábamos. No estaba.
Dos horas lo esperé. No apareció su nombre en la pantalla. Revisé mi correo. Nada. Sólo la foto que me había enviado días atrás y que yo no quería ver más. Encendí mi celular. Nada. Dios mío!! lo llamé... pueden creer? Lo llamé a su casa, en otro país... lo llamé, porque estaba desesperada... tenía que saber de Ruben, independiente si me gustaba o no, tenía que saber como estaba... no lo encontré. Fue extraño´y muy triste para mí. Volví a sentir la depresión llegarme, la soledad, la angustia, ahora queriendo saber de un hombre, sin saber como ubicarlo, sin saber nada de él...
CONTINUARA....
Pasó otro d