Hoy vamos a conocer la figura de uno de los grandes pensadores y filósofos de la Humanidad: Aristóteles. En el año 384 antes de Cristo nació en una ciudad llamada Estagira, en el reino de Macedonia. Su padre era el médico del rey de los macedonios y por eso su familia disfrutaba de una posición privilegiada. Eso le permitió desarrollar su vena intelectual desde muy joven. Con solo 17 años se mudó a Atenas, que por aquel entonces era el gran centro intelectual del mundo griego. Allí entró a estudiar durante dos décadas enteras en la Academia de su gran maestro, Platón. Cuando su mentor murió, Aristóteles viajó a Asia Menor y después a la isla de Lesbos. Allí estudió zoología y biología marina.
Años más tarde, el rey de Macedonia le pidió que fuera el maestro de su hijo de 13 años, el futuro Alejandro Magno. Fue su profesor hasta que el joven tuvo que empezar su carrera militar. Después regresó a Atenas y fundó El Liceo, uno de los centros de pensamiento más importantes de toda la Historia de la Humanidad. Allí se daban clases públicas y gratuitas, para todo el que quisiera asistir y con la idea de que el conocimiento fuese accesible a todo el pueblo.
En la escuela de Aristóteles había gran cantidad de libros y allí se formaron importantes pensadores y filósofos. Se les llamaba “los peripatéticos” porque les gustaba caminar mientras discutían sus ideas y planteamientos con los compañeros. En griego antiguo “peri” significa “alrededor” y “patein” quiere decir “deambular”. De ahí viene la palabra “peripatéticos”. En el Liceo, al igual que en la Academia de Platón, había dos grupos de discípulos. Por un lado estaban los que recibían enseñanzas más profundas y, por otro, los que recibían enseñanzas más sencillas y prácticas.
Entre otras muchas cosas, Aristóteles fue autor de la primera clasificación de los animales. Demostró además que la Tierra es una esfera y no plana como se había creído hasta entonces. También demostró que está situada en el centro del universo. Para Aristóteles un amigo es “un alma que habita en dos cuerpos”. Otra de sus frases más conocidas es la que dice que “el ignorante afirma y el sabio duda y reflexiona.” Esto quiere decir que muchas personas creen saber mucho y se dejan llevar por la soberbia cuando lo que hay que hacer es estudiar y analizar las cosas para entenderlas. Otra frase célebre de este filósofo es la de que “el verdadero discípulo es el que supera al maestro.” Es decir, que no hay que conformarse y siempre hay que estar ansiosos por aprender y adquirir conocimientos.